Washington reconoce que en Ucrania hay armas bacteriológicas
Tras la denuncia rusa y la presión de China, EE.UU. confesó que
organizó una cadena de laboratorios biotecnológicos prohibidos, aunque
sigue negando su responsabilidad criminal
Por Eduardo J. Vior Agencia Télam
09-03-2022 | 20:46
Foto: AFP (archivo).
La subsecretaria de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, reconoció este
martes que en Ucrania hay laboratorios biológicos cuyo contenido
Washington quisiera ocultar de Moscú. La existencia de este tipo de
instalaciones estaba siendo tachada de teoría conspirativa y de campaña
rusa de desinformación por parte de Occidente, pero ahora Estados Unidos
ha admitido finalmente que dichas instalaciones existen realmente e,
implícitamente, que en los mismos se estaban fabricando armas
bacteriológicas. El cambio de actitud se dio después de que la
cancillería china requiriera formalmente a Washington que respondiera a
la denuncia rusa sobre la documentación publicada el domingo que revela
que en los laboratorios financiados por EE.UU. en Ucrania se fabricaron
armas bacteriológicas prohibidas desde 1971. La importancia concedida
por Washington a la declaración de China -actualmente embarcada en una
iniciativa diplomática conjunta con Francia y Alemania para hallar una
solución política a la crisis de Ucrania- sugiere que EE.UU. estaría
dispuesto a aceptar los límites que sus principales aliados europeos
quieren poner a su duelo con Rusia por la hegemonía euroasiática.
La subsecretaria Nuland debió testificar ante el Comité de Relaciones
Exteriores del Senado norteamericano sobre el conflicto en Ucrania.
Durante la audiencia el senador Marco Rubio (R., Florida) le preguntó,
si Kiev tiene armas biológicas, a lo que la funcionaria respondió que
"Ucrania cuenta con instalaciones de investigación biológica, de las
que, de hecho, nos preocupa que las tropas rusas puedan intentar hacerse
con el control, por lo que estamos trabajando con los ucranianos en
cómo pueden evitar que cualquiera de esos materiales de investigación
caiga en manos de las fuerzas rusas, en caso de que se acerquen", dijo.
Acto seguido Nuland refutó las afirmaciones de Moscú de que en dichos
laboratorios se hayan desarrollado armas biológicas y calificó esa
denuncia de "clásica técnica rusa para culpar a otros por lo que planean
hacer ellos mismos". En la misma línea dijo que estaba 100% segura de
que, si hay un ataque biológico, será por parte de Rusia. Si los
laboratorios no tuvieran importancia militar, a Nuland no le preocuparía
que caigan en manos de las tropas rusas, pero, al decir que Rusia será
responsable de que se produzca un "ataque con armas biológicas o
químicas", ha admitido indirectamente lo que el gobierno ruso ha estado
diciendo todo el tiempo: que los biolaboratorios financiados por Estados
Unidos están trabajando en el desarrollo de armas biológicas en suelo
ucraniano.
Victoria Nuland es una dura funcionaria de carrera,
militante del neoconservadurismo y su esposo, Robert Kagan, es uno de
los principales ideólogos de esta corriente que ha orientado la política
exterior de EE.UU. desde el gobierno de Ronald Reagan (1981-89), con la
sola excepción del período de Donald Trump (2017-21). No es habitual
que la hoy subsecretaria reconozca errores y, mucho menos, ser cómplice
en la comisión de delitos de lesa humanidad. ¿Por qué lo hizo el martes?
La declaración de la funcionaria sucedió casi sin pausa a la velada
advertencia china de este mismo martes por la mañana (hora del este de
EE.UU.). El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao
Lijian, declaró que China había solicitado que EE.UU. revele detalles
sobre sus laboratorios biológicos en territorio ucraniano. “Estados
Unidos tiene 336 laboratorios en 30 países bajo su control, incluidos 26
sólo en Ucrania. Debería dar cuenta de sus actividades militares
biológicas en su país y en el extranjero y someterse a una verificación
multilateral”, advirtió el portavoz. El inmediato efecto que tuvo la
presión china indica la importancia que la Casa Blanca reconoce a las
gestiones que Pekín, Berlín y París están llevando para resolver el
conflicto en Ucrania.
En la misma dirección, este miércoles 9
Rusia instó a EE.UU. a aclarar qué actividad se estaba llevando a cabo
en los biolaboratorios financiados por el Departamento de Defensa en
Ucrania. Según declaró este miércoles la portavoz del Ministerio de
Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, "se confirmaron las
preocupaciones que hemos expresado repetidamente desde hace tiempo
respecto al desarrollo por EE.UU. en territorio de Ucrania de materiales
biológicos de uso militar". Además, la vocera quiso saber si los
materiales producidos en esas instalaciones fueron efectivamente
destruidos. "¿No cayeron en manos de extremistas, de nacionalistas?
¿Quién dará estas garantías?", preguntó.
La historia comenzó el
pasado domingo 6, cuando el Ministerio de Defensa ruso publicó
documentación ucraniana secuestrada por las tropas rusas en la que se
informa que Estados Unidos estuvo ayudando a Ucrania a fabricar
ilegalmente armas biológicas. Según el portavoz del ministerio, el
general Igor Konashenkov, al filo del 24 de febrero pasado Kiev ordenó
la destrucción de estos agentes patógenos y de los documentos
relacionados con los experimentos realizados. Por su parte, el portal
ruso Sputnik publicó un informe detallado sobre este acontecimiento.
No es la primera vez que Rusia acusa a Estados Unidos de respaldar
laboratorios de armas biológicas cerca de sus fronteras. En 2018, el
Kremlin alegó que Estados Unidos estaba financiando un laboratorio
secreto de armas biológicas en Georgia, el que, según ellos, era uno de
los varios laboratorios que EE.UU. tiene cerca de las fronteras de Rusia
y China. En 2020/21, en el marco de las investigaciones sobre el origen
de la pandemia de Covid-19, los gobiernos de Beijing y Moscú exigieron
repetidamente –y sin resultado- que Washington abriera a observadores
neutrales los numerosos laboratorios biotecnológicos próximos a las
fronteras de ambas potencias desde Europa Oriental hasta Asia
Meridional. Estados Unidos desmerece oficialmente estas demandas y ha
mantenido sistemáticamente que sus laboratorios biológicos extranjeros
no producen armas ilegales.
En su comunicado el ministerio de
Defensa ruso informó que "hemos recibido documentación de los empleados
de los biolaboratorios ucranianos sobre la destrucción de emergencia, el
24 de febrero, de patógenos especialmente peligrosos de la peste, el
ántrax, la tularemia, el cólera y otras enfermedades mortales". El
documento acusó al "régimen de Kiev" de llevar a cabo una "limpieza de
emergencia", para ocultar las pruebas del supuesto programa de armas
biológicas en al menos dos laboratorios de las ciudades de Poltava y
Járkov, ambas escenario de intensos combates entre las fuerzas rusas y
ucranianas en los últimos días.
Facsímil de una de las órdenes para la destrucción de agentes tóxicos hallada en uno de los laboratorios tomados por Rusia
Los documentos publicados por el ministerio incluyen supuestamente una
orden del Ministerio de Sanidad ucraniano para destruir los patógenos,
así como listas de los gérmenes en cuestión. De acuerdo a la traducción
se puede leer que "el Ministro de Seguridad Sanitaria de Ucrania en
relación con la introducción de la ley marcial en Ucrania el 24 de
febrero de 2022, de acuerdo con la Orden Presidencial de Ucrania el
24.02.2022, Nº 64/2022 solicita asegurar la destrucción de emergencia de
patógenos biológicos utilizados para asegurar el sistema de gestión de
calidad de los laboratorios en la orden adjunta: apéndice en 2 hojas. en
1 aprox."
El texto hace evidentemente referencia a Viktor
Liashko, Ministro de Sanidad de Ucrania, quien durante su carrera en
sucesivos cargos en el ministerio siempre siguió trabajando para la
USAID (Agencia norteamericana de Ayuda para el Desarrollo), participando
en diversos programas para el combate de epidemias y enfermedades
contagiosas.
En los anexos se dan detalladas instrucciones sobre
cómo eliminar el material patogénico y cómo procesar el resultado de la
eliminación:
A continuación, el documento enumera los cultivos que deben ser destruidos:
C. diphtheriae gravis tox - 0-1101 C. diphtheriae mitis tox- 203 AG C. pseudeodipthericum 02-92 z (9-61) C. diphtheriae tox +NCTC 10648 C. diptheriae tox - NCTC 10356 C. xerosis NCTC 12078 B. liheniformis "C" B. stearothermophilis BKM-B-718 S.aureus.subsp.aureus ATCC 25923 E Coli (Beta) P.aeruginosa ATCC 27853 K. penumoniae K-56 3534.51
Lista con el detalle de las toxinas que debían ser eliminadas
El documento parece estar firmado por el Jefe de los Laboratorios
Microbiológicos, Karlivsky V.P., así como por Nadiya Kushka, Lyubov
Bobritska, Tetiyana Shebchenko y Peter Vasiliev.
Ahora los
archivos están siendo analizados por especialistas rusos de las tropas
de protección radiológica, química y biológica, dijo el Ministerio de
Defensa ruso. "En un futuro próximo presentaremos los resultados del
análisis", indicó el vocero, añadiendo que cree que los documentos
demostrarán que Ucrania y Estados Unidos estaban violando el artículo 1
de la Convención sobre Armas Biológicas de la ONU de 1971.
En
total, según el periódico ruso Komsomol'skaja Pravda, hay 15
laboratorios biológicos en Ucrania financiados por el Departamento de
Defensa estadounidense. Cuatro de ellos están cerca de la capital, Kiev,
tres en la región de Lviv, y luego en Járkov, Jerson, Odessa, Vinnitsa,
Ternopil, Nikolaev, Poltava y Uzhgorod. Curiosamente, con el inicio de
la operación especial rusa en Ucrania, la Embajada de Estados Unidos
retiró casi inmediatamente de su página web todos los documentos sobre
el programa BIOWEAPON LAB de Ucrania, que se llevó a cabo en estos
laboratorios biológicos secretos.
Un observador militar
consultado por Sputnik, el coronel retirado Viktor Litovkin, dijo que la
cuestión de los laboratorios biológicos estadounidenses en los países
de la antigua Unión Soviética es muy grave. Estados Unidos se ve
obligado a crear laboratorios biológicos en otros países, porque las
leyes norteamericanas no le permiten hacerlo en su propio territorio. El
ex militar propuso que los materiales encontrados por dichos
laboratorios sean estudiados por expertos de la Organización para la
Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), además de plantear el tema en
el Consejo de Seguridad de la ONU.
Tras la demanda de la
República Popular China y la declaración de la subsecretaria Victoria
Nuland ante el Senado puede considerarse como confirmado que en los 26
laboratorios que viene financiando en Ucrania desde 2010 el gobierno
norteamericano ha desarrollado armas bacteriológicas, violando así la
legislación internacional y cometiendo un crimen de Estado que debería
ser juzgado por la Corte Penal Internacional.
Los documentos son
congruentes con las numerosas denuncias que Rusia y China han hecho en
los últimos años sobre la cadena de laboratorios biotecnológicos puestos
con fondos estatales o privados (Bill Gates) desde Europa Oriental
hasta Asia del Sur. Por la gravedad de sus efectos posibles la comunidad
internacional debería comprometerse con una investigación científica y
neutral de las sospechas manifestadas por Moscú y Beijing.
Hasta
ahora las denuncias en este sentido hechas durante muchos años no
solamente por los gobiernos de Rusia y China cayeron en saco roto. Sin
embargo esta vez tuvieron tanta fuerza que llevaron al gobierno de Joe
Biden a confesar indirectamente la comisión de crímenes de lesa
humanidad. Esto indica, aunque sea momentáneamente, que EE.UU. tiene en
cuenta la mediación iniciada por Alemania, China y Francia y que ha
tocado un límite que no puede sobrepasar. Ojalá así sea, porque sería el
comienzo de un camino hacia la paz.
*Analista internacional
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