La AIEA comprueba los ataques ucranianos contra la usina
Aun atacando la central nuclear, Johnson y Zelensky no pudieron impedir la inspección de Zaporiyia
Poco antes de la llegada de la misión de la AIEA 60 miembros de las
fuerzas especiales de Ucrania conducidos por oficiales británicos
intentaron ocupar la mayor usina atómica de Europa
Por Eduardo J. Vior Agencia Télam
01-09-2022 | 20:27
Rafael Grossi. Foto: AFP
Excepto unos diez técnicos, el Director General de la Agencia
Internacional de la Energía Atómica (AIEA), el diplomático argentino
Rafael Grossi, y la mayor parte del equipo internacional de expertos
nucleares que visitó el jueves 1º la central nuclear de Zaporiyia se
marcharon tras una inspección de pocas horas que debieron negociar
arduamente hasta el último minuto con las fuerzas ucranianas, para que
les permitieran llegar a las instalaciones. Pero éste no fue el
obstáculo principal: en la madrugada del jueves una unidad de fuerzas
especiales de Kiev cruzó el río y desembarcó cerca de los edificios
donde vive el personal de la planta. Aparentemente intentaban tomar
por asalto la central nuclear, pero fueron aniquilados por las fuerzas
rusas que los esperaban informados de su venida. Es la primera vez en la
historia que alguien ataca militarmente una usina atómica.
El
equipo de expertos de la AIEA inspeccionó las condiciones de seguridad
de la central y los impactos de proyectiles en ella y sus alrededores,
para determinar qué parte beligerante está con sus disparos arriesgando
una catástrofe nuclear que afectaría a millones de personas en Europa
Oriental y Central.
Durante su viaje los inspectores corrían el
riesgo de ser afectados por bombardeos y tiroteos y tanto los
funcionarios rusos como los ucranianos confirmaron que la cercana ciudad
de Energodar, donde vive gran parte de los empleados y trabajadores de
la usina y sus prestadores de servicios, había sufrido una mañana de
bombardeos.
Según fuentes rusas (los ucranianas y sus aliados ni confirmaron ni
desmintieron las informaciones sobre el desembarco), las fuerzas de Kiev
habrían atravesado el embalse del río Dniéper y desembarcado cerca de
la ciudad de Energodar.
Es más, distintas
fuentes rusas informaron que sus fuerzas habían frustrado un intento de
desembarco ucraniano. Según fuentes oficiales y no oficiales de Rusia,
alrededor de las 6 horas (hora local) dos barcazas y hasta 30
embarcaciones ucranianas atravesaron el río Dniéper por el embalse de
Kajovka y desembarcaron en la costa a tres kilómetros al noreste de la
central nuclear de Zaporoyia. Llegaron en dos grupos de sabotaje con
hasta 60 efectivos y se dirigieron hacia la central. Una barcaza fue
quemada por el fuego ruso durante el camino, parte de la fuerza logró
desembarcar, pero fue destruida por las tropas rusas. Solamente tres
efectivos fueron hechos prisioneros, de los cuales dos están gravemente
heridos. Hasta ayer a la noche otros doce estaban rodeados por los
rusos. Según fuentes rusas no confirmadas, entre los caídos habría
oficiales de países de la OTAN, pero habrá que esperar a la
identificación de los muertos y los prisioneros para tener más certeza.
Los 64 miembros de las fuerzas especiales habrían completado
recientemente su formación en el Reino Unido y viajaron de Varsovia a
Odesa el 29 de agosto. La operación habría sido coordinada por agentes
del MI6 desde su sede en los suburbios de Kiev.
Al mismo tiempo
el ministerio ruso de la Defensa informó que sobre la central de
Zaporiyia (ZNPP, por su nombre en inglés) habían sido derribados tres
drones suicidas ucranianos. El ministerio añadió que durante el
bombardeo cuatro proyectiles ucranianos explotaron a unos 400 metros de
la primera unidad de potencia de la ZNPP. Por precaución, tras el inicio
del bombardeo fue detenida la quinta unidad de potencia. Entre tanto,
desde las 8 horas las fuerzas armadas de Ucrania bombardearon el área
del asentamiento de Vasilyevka, por donde la misión de la AIEA debía
ingresar a la zona controlada por Rusia en su camino hacia la central.
No existen en el mundo antecedentes de ataques militares a centrales
atómicas. Quien los ordena sabe que está arriesgando una catástrofe que
puede despoblar amplias regiones de Europa. Por otra parte, no es
creíble la acusación de Ucrania y sus aliados de que las fuerzas rusas
estén bombardeando una central nuclear bajo su control y con la que se
provee de electricidad a amplias regiones mineras e industriales que
gobiernan desde hace meses y que aspiran a incorporar a Rusia.
Por otra parte, desde el punto de vista militar tampoco tuvo sentido el
desembarco. Los rusos sostienen que el GRU (como se conoce al servicio
de inteligencia militar de Rusia) supo de la operación en todas sus
etapas y que por eso estaban esperando a los ucranianos en la costa del
embalse. De todos modos, aunque éstos hubieran podido consolidarse y
marchar hacia la usina, habría sido imposible ocultar su avance, ya que
desde el sitio de desembarco hasta la central nuclear hay varios
kilómetros a través de una estepa sin árboles. La propia ciudad de
Energodar está construida en su mayor parte por edificios de nueve
plantas sin vegetación, por lo que es imposible esconder allí a un grupo
armado de 60 personas.
Además, la central nuclear tiene varias
líneas de seguridad y está vigilada por efectivos de la Guardia Nacional
de Rusia equipados con armas pesadas. Hubiera sido extremadamente
difícil para las fuerzas armadas ucranianas, que disponían sólo de armas
pequeñas, penetrar las líneas de defensa. Incluso, si hubieran podido
saltarse el sistema de seguridad, les habría sido extremadamente difícil
retener la estación debido a la inmensidad del interior y a los
intrincados pasillos. Aun con varios guías es muy fácil perderse allí.
Todavía, supuesto el caso de que capturaran y retuvieran la central en
sus manos, surgiría la pregunta “¿y ahora qué?” ¿Habrían pedido que la
central pasara al control ucraniano? Más de cien kilómetros al norte de
la misma están bajo dominio ruso. ¿Habrían reclamado la
“desmilitarización” de la misma? ¿Y quién habría podido garantizar la
seguridad de las instalaciones y las líneas de trasmisión?
Foto: AFP
Considerando el grado de control británico sobre el elenco de Volodymir
Zelensky, no se entiende qué pretende Londres poniendo al continente al
borde de un desastre nuclear. Informaciones procedentes de Moscú dan
cuenta de que Boris Johnson llevó el plan del MI6 para la operación la
semana pasada, cuando estuvo en Kiev para celebrar el Día de la
Independencia de Ucrania. Se dice que si el proyecto tenía éxito, se
negaría la semana próxima a transferir el cargo de primer ministro
justificándose con una emergencia internacional que amenazaría con una
catástrofe a escala planetaria. Obviamente, nadie ha confirmado ni
rechazado esta hipótesis delirante. Hasta la medianoche local tampoco se
había manifestado públicamente sobre esta situación el presidente
Zelensky. De todos modos, el jefe de la misión de la AIEA y el
Secretario General de la ONU Antonio Guterres fueron inmediatamente
notificados.
Según las autoridades regionales, entre 8 y 12
miembros de la misión de la AIEA permanecen en la central nuclear, el
resto de los expertos, dirigidos por Rafael Grossi, abandonaron
Energodar antes de las 20 horas. "La artillería, las ametralladoras
pesadas y los morteros dos o tres veces fueron realmente bastante
preocupantes para todos nosotros, declaró Grossi a los medios. Tuvimos
un apoyo espléndido del equipo de seguridad de las Naciones Unidas que
también está aquí conmigo. Así que creo que hemos demostrado que la
comunidad internacional está ahí, puede estar ahí y seguimos con ello",
dijo el diplomático argentino. Más explícito fue, en cambio, el
representante oficial del Secretario General de la ONU, respondiendo a
una pregunta directa de los periodistas: "Nos alegramos de que Rusia
haya hecho todo lo necesario para garantizar la seguridad de nuestros
inspectores", dijo.
La guerra de Ucrania se está acercando
rápidamente a un punto de inflexión. El fracaso de la contraofensiva
ucraniana en el sur no sólo ha permitido a Rusia conservar los
territorios que tenía bajo su control, sino que, al producir a los
ucranianos enormes cantidades de muertes (se habla de más de 2.000
muertos en tres días) y un sinfín de heridos (confirmados por los
médicos convocados en toda la región para atenderlos), ha dejado
expedito el camino hacia Odessa y la frontera moldava. Aunque se sabe
que Ucrania prepara una nueva arremetida en la norteña región de Járkov,
Rusia ya tiene prontas en las fronteras del norte y este grandes
contingentes de reservistas frescos y adiestrados.
Por otra
parte, se acerca el otoño boreal, que en esa región es lluvioso y
produce grandes lodazales. Después sigue el invierno con su frío, nieve y
hielo. Ante este cuadro de situación, es probable que Rusia pronto pase
del modo ahorro a la ofensiva masiva. Aunque los ucranianos se resisten
bravamente, no tiene sentido que el país se siga desangrando
inútilmente al costo de su existencia futura. Cualquier liderazgo
racional buscaría la negociación. Sin embargo, Zelensky no puede
negociar aunque quisiera, porque sus tutores británicos se lo prohíben.
En medio de una pavorosa crisis económica y social, con alzamientos por
doquier, el Reino Unido amenaza al mundo con provocar una catástrofe
nuclear en medio de Europa. ¿No hay nadie que lo detenga?
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