domingo, 18 de noviembre de 2012

El Supremo Tribunal Federal disputa el poder a Dilma

Dirceu, el pato de la boda

Año 5. Edición número 235. Domingo 18 de noviembre de 2012
Sorprendido. El ex mano derecha de Lula ingresa a un acto partidario del oficialismo.
El ex hombre fuerte del líder brasileño Lula da Silva fue condenado sospechosamente a diez años y diez meses de prisión y a una multa de 360 mil dólares. El lulismo advierte que la sentencia tiene un claro trasfondo político.
En la sesión del Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño del pasado lunes 12, en la que José Dirceu fue condenado a diez años y diez meses de prisión y a una multa de 360 mil dólares y José Genoino recibió seis años y once meses y una multa de 190 mil dólares, se convalidó la superioridad del máximo tribunal del país sobre los otros dos poderes del Estado y la idea de democracia limitada sostenida por los medios concentrados.
Según argumentó ese día el ministro informante Joaquim Barbosa, la democracia es la posibilidad de que se expresen sensibilidades diferentes. Al comprar votos de partidos y parlamentarios aliados para impulsar los proyectos del gobierno federal en el Congreso, los sentenciados habrían intentado, entonces, callar las diferencias y, así, atentado contra la democracia.
Sometido a un intenso bombardeo mediático, como el STF carecía de pruebas condenatorias, introdujo irreflexivamente el concepto de “dominio del hecho”, que el penalista alemán Claus Roxin formuló en su tesis de habilitación “Täterschaft und Tatherrschaft” de 1962, para responsabilizar a los jerarcas nazis. Sin embargo, el propio autor desautorizó a los supremos en una entrevista al conservador Folha de São Paulo el domingo 11: “¿Es posible usar su teoría para fundamentar la condena de un acusado por un hecho criminal, sólo por su posición jerárquica?”, preguntó el periodista. “No, en absoluto”, respondió Roxin. “La persona que ocupa una posición al frente de una organización tiene también que haber comandado ese hecho y emitido una orden, para que se lo pueda considerar responsable. Lo contrario sería un mal uso de mi teoría.” “¿El deber de conocer los actos de un subordinado no implica corresponsabilidad?”, insistió el entrevistador. “La posición jerárquica no fundamenta el dominio del hecho. El mero ‘tener que saber’ no basta. Esa construcción pertenece al Derecho anglosajón y no es correcta. En el caso de Videla tuvimos pruebas claras de que controlaba los secuestros y homicidios realizados”, cerró el penalista.
Todavía el pasado viernes 16, Joaquim Barbosa intentó cambiar el orden del día del Tribunal, para desaforar a los diputados condenados, a pesar de la firme advertencia del presidente de la Cámara de Diputados, el petista Marco Maia, de que ésa es una prerrogativa del Congreso. El revisor del informe en el STF, Ricardo Lewandowski, reaccionó inmediatamente y, por primera vez desde el inicio del juicio, consiguió una mayoría contraria a la postura de Barbosa.
“¿No teníamos que continuar votando [las penas] relativas al núcleo financiero del proceso?”, preguntó Lewandowski. “Aquí no hay orden. El orden lo defino yo”, respondió Barbosa. “Su orden es el desorden. Aquí, el orden es el caos”, rebatió el revisor. Finalmente, la mayoría acompaño su opinión.
Lewandowski está pagando muy caro su coraje. Los medios están en campaña contra él y sugieren que el pueblo lo repudia. Por cierto, debió sufrir algunas agresiones verbales por la calle, pero en los últimos días cuatro mil personas rebalsaron el blog y seis mil más la página de Facebook del periodista Eduardo Guimarães que había convocado a una campaña de solidaridad con el juez.
Las manifestaciones encontradas se suceden. Por un lado, la Comisión Ejecutiva Nacional del PT acusó a la Corte en un documento el miércoles 14 de haber hecho un juicio político, no garantizar el derecho de defensa de los acusados y dar valor de prueba a indicios.
Por el otro lado, Sergio Guerra, Presidente del PSDB declaró que “el PSDB reconoce el papel del STF y lo apoya en el cumplimiento de su papel institucional”.
En entrevista concedida a la radio del grupo conservador O Estado de São Paulo el pasado jueves 15, Joaquim Barbosa justificó su actuación: “(Este juicio) va dar un marco no solamente a la política brasileña. Para la política tal vez signifique un freno ordenador, pero para la sociedad es un episodio espectacular, porque la Justicia está penetrando en los hogares”, afirmó el ministro que a fin de mes asumirá como presidente de la Corte.
Recordando que las decisiones del Supremo son soberanas, Barbosa volvió a criticar a algunos abogados defensores de los condenados que quieren recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es que en Brasil los tratados internacionales de derechos humanos ratificados sólo tienen jerarquía constitucional y, si coliden con normas constitucionales, el STF debe decidir cuál prevalece. Por consiguiente, el recurso de los abogados defensores de los condenados en este proceso a la Corte de San José de Costa Rica puede o no tener efectos sobre la Justicia brasileña, según la composición que tenga el máximo tribunal.
Después de la condena a los implicados, la mayoría de los jueces especula con negociar una reducción de penas con el publicitario Marco Valerio, condenado a un total de 40 años de prisión, si amplía sus declaraciones. Ellos quieren que implique a Lula da Silva. Por eso, golpearon tan alto en la estructura del PT.
El concepto de democracia adoptado por el STF, como mera oportunidad para la expresión de puntos de vista divergentes, repite el lugar común de los medios y desestima las demandas socioeconómicas y culturales de la ciudadanía. La democratización de la democracia desaparece de la agenda pública. José Dirceu y sus compañeros fueron castigados con exceso de rigor y escenificación para amedrentar a la izquierda, amenazar a Lula y alterar radicalmente el equilibrio de los poderes a favor del Judicial.

domingo, 11 de noviembre de 2012

EE.UU. perdó el timón en el Sur

América Latina un diálogo de iguales con Washington

Año 5. Edición número 234. Domingo 11 de noviembre de 2012
Las reacciones latinoamericanas a la reelección de Barack Obama son expresivas del estado del subcontinente. Sus líderes combinaron, en una amplia gama de posiciones, las felicitaciones con sus reclamos y consejos a Estados Unidos. El colombiano Juan Manuel Santos se entusiasmó, porque Obama lo llamó este jueves para proponerle “estrechar” las relaciones con Colombia. En el filo de la navaja entre la derecha uribista y las concesiones a las FARC, Santos necesita el apoyo de Obama como el aire. Más servicial aún, el peruano Ollanta Humala escribió el miércoles que “estoy convencido de que ambos países vamos a continuar fortaleciendo nuestra cooperación en base a valores compartidos”. Por su parte, en Chile, la esposa del presidente y la vocera de prensa de la presidencia se adelantaron al propio Sebastián Piñera en enviar felicitaciones a Obama.
Después de día y medio de esfuerzos Dilma Rousseff finalmente pudo felicitar el jueves al presidente reelecto y compartir con él la preocupación por las negociaciones con los republicanos en el Congreso, para evitar la cesación de pagos. Ambos mandatarios prometieron intensificar el comercio y las inversiones en ambos sentidos. Brasilia defiende las fuertes inversiones que empresas brasileñas tienen en Estados Unidos y Washington presiona para que sus empresas participen en la explotación del petróleo off shore. Más preocupante resulta a Brasilia el despliegue de bases norteamericanas en los países vecinos. En Paraguay chocan las tendencias pro-Washington del franquismo con la presión que Brasil ejerce a través de sus 250.000 connacionales que allí viven. Aunque siempre desmentida, la amenaza de internacionalización de la Amazonia pesa sobre el nacionalismo brasileño. Dilma es más callada que Lula, pero tal vez más dura. Fortaleció la presencia internacional y regional de Brasil y quiere negociar con EUA en igualdad de condiciones.
También en el centro del espectro se ubicó la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien envió una carta felicitando al reelecto presidente. Más picante fue en Twitter: “En el Colegio Electoral obtuvo más de 100 electores de diferencia. Encuestadores y cadenas de noticias, definitivamente OUT (sic). Cualquier similitud con estas latitudes es mera casualidad. Le espera un gran desafío (a Obama)”, avanzó. “Ya ingresó al Guiness: primer ciudadano de origen afroamericano presidente de USA, además reelecto. Ahora es el turno para ingresar en la historia de su pueblo y del mundo. El rol de líder global para superar la crisis política-económica y la de Medio Oriente”, concluyó. Así, la Presidenta advirtió al inquilino de la Casa Blanca sobre el rumbo futuro.
Parecido fue el tono de Hugo Chávez. “Que reflexione y se olvide de estar invadiendo pueblos. Ése es un país dividido –expresó–, con una fractura social, económica, una pobreza que crece cada día, miseria, y una súper élite explotando ese país y envenenándolo a través de la guerra mediática”. Después de derrotar al mejor candidato que Washington tuvo allí, Henrique Capriles, la atomización de la coalición que éste lideraba es el mejor auspicio para las venideras elecciones regionales del 16 de diciembre. Desde esa posición de fuerza Chávez advierte, pero extiende la mano, aunque Washington sigue sin saber cómo convivir con él, Correa y Evo.
El gobierno y los medios de Cuba, en tanto, no comentaron la reelección, pero para Rafael Hernández, director de la revista Temas de Ciencias Sociales, la extrema derecha cubana ya no controla los votos de Florida. “Ahora, Obama puede avanzar en los contactos con Cuba. Sería interesante ver en qué medida responde a los cambios políticos en la isla, que hasta ahora no registró”, agregó.
Por su parte, el economista mexicano Orlando Delgado Selley explica la elección norteamericana en clave latinoamericana. “Los procesos electorales resuelven para cada período presidencial la combinación entre mercados privados e intervención estatal. En la elección estadounidense se discutía la política monetaria. Si Romney ganaba, en 2014 no renovaría el mandato de Bernanke, presidente de la Fed, el banco central. Éste intervino en la economía comprando deuda, para salvar empresas y Obama lo apoya”. Éste también es un consejo para el electo presidente Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que asume en México a fin de este mes. Aunque volcado al neoliberalismo, el PRI es una fuerza anclada en lo profundo de la sociedad mexicana que intentará terminar la guerra contra el narcotráfico, abrirse a América latina y relanzar la economía. Para ello necesita mucho consejo y consenso.
La militarización de la lucha contra el narcotráfico ha fracasado. El replanteo continental de las políticas de drogas desafía a los Estados Unidos, principales consumidores. Retirar los drones que operan en distintos países sería un paso adelante.
Los líderes y los expertos latinoamericanos han asumido la interrelación entre sus políticas y las internas de Estados Unidos y dan consejos de igual a igual a la Casa Blanca. Durante el neoliberalismo, Washington dominó ampliamente a América latina, unificándola. Así, desde que surgieron los actuales gobiernos reformistas y progresistas, la concertación debería ser más fácil. También para Washington existe la chance de entenderse más paritariamente con sus vecinos del Sur. Es que América latina ha llegado a la madurez.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Hay alternativas a la polarización de Brasil?

 Eduardo Campos, una estrella en ascenso
 
 Año 5. Edición número 233. Domingo 4 de noviembre de 2012
Ahora hay que mirar para adelante y cuidar a Brasil.” La frase del presidente nacional del Partido Socialista Brasileño (PSB) y gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, dio el tono de la primera entrevista colectiva a la prensa realizada el pasado jueves 1°, al evaluar el magnífico desempeño del partido en las últimas elecciones comunales. Con esa frase trató de enfriar las expectativas sobre su posible candidatura presidencial en 2014, sin lograrlo plenamente.
“El PSB está muy feliz con los resultados que obtuvimos –añadió el gobernador–. Ahora es el momento de desmontar los estrados y deselectoralizar el debate. Tenemos que ayudar a Dilma a enfrentar los desafíos que están en el horizonte internacional y nacional. Este año, tenemos todavía una agenda bastante densa en el Congreso Nacional. Podemos citar aquí el marco regulador del petróleo y el debate sobre los royalties a pagar a los estados por su explotación, que los divide en productores y no productores. También está el marco regulador para el sector eléctrico, para reducir el precio de la energía. Yo puedo afirmar que tenemos una relación de gran respeto con la presidente Dilma. Somos parte de la base de sustento de su gobierno.”
“El PSB venció junto con Haddad y el PT en San Pablo capital y junto con el gobernador Alckmim, del PSDB, en Campinas”, continuó Campos. “Estoy seguro de que Jonas [Donizette, el alcalde electo de Campinas] va a entenderse bien con el gobernador Alckmin y con la presidente Dilma al mismo tiempo.”
El Partido Socialista Brasileño obtuvo el mayor crecimiento en las elecciones municipales pasadas, casi el 40% comparado con 2008, y desde 2000 pasó de apenas 133 alcaldes a 433. Se trata de un partido con una larga historia, fundado en 1947, disuelto por el régimen militar (1964-85) y su líder más destacado fue Miguel Arraes, gobernador de Pernambuco, antes y después de la dictadura. Sin embargo, hasta hace pocos años estaba reducido al Nordeste. Fue a partir de las elecciones presidenciales de 2010 cuando amplió sus bases a otras regiones. A pesar de su pertenencia a la Internacional Socialista y de su identificación con los socialistas argentinos, chilenos y uruguayos, este partido hace gala de un notable pragmatismo. Todos los analistas consideran que va a cumplir un papel determinante en las elecciones presidenciales de 2014, sea apoyando a Dilma Rousseff, su actual aliada, o a Aécio Neves (gobernador de Minas Gerais), el probable candidato del PSDB. Otros se atreven a ver a Eduardo Campos como opción frente al PT en 2018.
Eduardo Henrique Accioli Campos (Recife, 10 de agosto de 1965), nieto de Miguel Arraes, fue diputado estatal de Pernambuco de 1991 a 1995 y diputado federal desde 1999 hasta 2007. Entre 2003 y 2006 fue ministro de Ciencia y Tecnología de Lula. Entonces, ganó las elecciones en su Estado natal en la segunda vuelta con el 65% de los votos. El 3 de octubre de 2010 fue reelecto en la primera vuelta con el 82,8% de los votos.
Uno de los principales dirigentes del PSB, el ex ministro Ciro Gomes –hermano del gobernador de Ceará, Cid Gomes– asocia el crecimiento de su partido a una crisis de valores del PT. Para él, el avance socialista es “natural”, ya que el PT “frustró mucho a Brasil en determinados valores”. “Parte del PT también se hizo clientelista”, dijo Gomes, para quien no será la “derecha, y mucho menos el PSDB, quien se va a apropiar de la representación de esos valores de decencia, competencia y verdadero compromiso de izquierda, no retórico”.
Sin embargo, al PSB le va a resultar difícil mantener su imagen de honestidad y eficiencia, si sigue su actual curso oscilante entre el PT y el PSDB. Un caso ejemplar se da en el estado de San Pablo, donde en la capital el partido apoyó al vencedor Fernando Haddad (PT), mientras que en la tercera ciudad del estado, Campinas, el gobernador Geraldo Alckmim (PSDB) alentó al candidato socialista contra el PT. El electo alcalde Jonas Donizette (PSB) apuesta a que su partido pueda seguir una “tercera vía” en la política, reduciendo la polarización entre el PT y el PSDB. No obstante, como acota Ciro Gomes, ganar elecciones municipales todavía no define posiciones en el ranking nacional. Para las próximas elecciones faltan 24 meses y en la política nacional la polarización es real.