lunes, 30 de junio de 2014

Perfil de la Unión Económica Euroasiática

EL BLOQUE REUNE A MÁS DE 173 MILLONES DE HABITANTES

Una potencia económica para considerar

  El pasado 29 de mayo los presidentes de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán fundaron la Unión Económica Euroasiática (UEEA), que regirá desde el próximo 1° de enero. Incluye la libre circulación de las personas, bienes, capital y servicios y tendrá políticas comunes de energía, industria, agricultura y transportes.

E. J. V.
 El pasado 29 de mayo los presidentes de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán fundaron la Unión Económica Euroasiática (UEEA), que regirá desde el próximo 1° de enero. Incluye la libre circulación de las personas, bienes, capital y servicios y tendrá políticas comunes de energía, industria, agricultura y transportes.
Los tres países comparten una unión aduanera y producen el 85% del PBI del espacio postsoviético, además controlan la quinta parte de las reservas mundiales de gas y casi el 15% de las de petróleo. Tienen también industrias complementarias y gran potencial técnico-científico. 
La Unión puede ser el nudo de los transportes y la logística entre Europa y Asia. A diferencia de proyectos anteriores, en esta ocasión Rusia aceptó la paridad absoluta de representación con sus socios. La sede de la Comisión euroasiática se fija en Moscú, el Tribunal de la Unión estará en Minsk, capital de Bielorrusia, y el regulador financiero en Almaty, la ciudad más poblada de Kazajistán.
La UEEA tiene una superficie de 20.034.839 de kilómetros cuadrados, 173,2 millones de habitantes (incluida Crimea) y un Producto Bruto Interno de 2,084 billones de dólares (Rusia, 2,1 billones; Kazajistán, 220 mil millones; Bielorrusia, 72 mil millones) que equivale a un PBI por habitante de 12.031 dólares por año. Las monedas actuales de los países miembros son el rublo ruso, el rublo bielorruso y el tengue kazajo.
Para compensar las desigualdades estructurales, en el tratado fundacional se incluyen exenciones en ramas y actividades determinadas. El más potente obstáculo al rápido avance de la integración lo constituye empero la crisis europea. Los costos de la crisis con Ucrania también lastran el desarrollo de la UEEA.
El tratado fundacional está armonizado con los criterios de la Organización Mundial del Comercio. Kirguistán ya solicitó su incorporación, pero necesitará ingentes subsidios. Por otra parte, el presidente armenio, Serzh Sarguisián, prometió a su vez la adhesión de su país para el año próximo.  «

La Unión Económica Euroasiática tendrá moneda propia


Aprender de la experiencia del euro vale oro

 La creación de la moneda común del bloque podría adelantarse si la UE y EE UU persisten en las sanciones económicas. 

Eduardo J. Vior
Aprender de la experiencia del euro vale oro
Para Tiempo Argentino

 La recién fundada Unión Económica Euroasiática (UEEA) se ha propuesto crear hasta 2025 una moneda común basada en el oro, pero, si la Unión Europea y EE UU persisten en usar las sanciones económicas como arma política, el plazo puede acortarse, lo que podría colapsar la economía mundial. La nueva unión formada por Rusia, Kazajistán y Bielorrusia el pasado 29 de mayo entrará en vigor el 1° de enero de 2015 y tendrá entre otras instituciones un Banco Central dependiente del Consejo común de presidentes y ministros. Los mandatarios signatarios prevén completar la transición de la unión aduanera actual a la UEEA hasta 2025, cuando rija la nueva moneda común, el altyn. Para asegurar la estabilidad monetaria necesaria para introducirla, la deuda pública de los países miembros no podrá superar el 50% del PBI (la UE admite el 60 por ciento). En la primera etapa funcionará un consejo asesor compuesto por los presidentes de los bancos centrales de los países miembro que regulará el cambio entre las monedas, los bancos, los seguros y el mercado de capitales.
Altyn es una palabra de las lenguas turcas de Asia Central que significa "oro". Al anunciar la moneda basada en el oro, Vladimir Putin advierte a Occidente que se orientará hacia el Este si no se respetan los intereses rusos. El anuncio sucede a la decisión rusa de crear su propio sistema universal de pagos, después de que Visa y MasterCard trataron de bloquear las transacciones del país. El nuevo sistema operará ya este año combinado con los sistemas soberanos de China y Japón que ya se aceptan en 70 países y se espera que la UEEA la adopte pronto. Siguiendo a China, con la nueva moneda la Unión conducirá el sistema monetario mundial del dólar al patrón oro.
Rusia es uno de los grandes productores mundiales de oro, pero junto con China y la India es también un gran importador del metal. Su gobierno admite guardar 1000 toneladas en sus reservas, pero se calcula que posee mucho más. China aumentó recientemente su stock oficial de 1000 a 3000 toneladas, pero también se supone que tiene el doble o triple. Kazajistán nunca fue considerado un gran tenedor de oro y no hay datos oficiales sobre sus reservas, pero se sabe que, además de petróleo, gas y ricos suelos, el país tiene grandes depósitos auríferos. 
En una entrevista dada al periódico ruso Vestnik Kavkaza el pasado 6 de junio, la ministra de Asuntos Macroeconómicos e Integración de la UEEA, Tatiana Valovaya, buscó calmar la ansiedad: "La unión monetaria es posible, pero por ahora sólo estamos discutiendo sus fundamentos. Para crear una unión monetaria, precisamos que haya una demanda real", advirtió. "Necesitamos un mercado común que funcione y medidas de integración que hagan necesaria la moneda común. De la UE aprendimos que antes de pensar en proyectos monetarios primero hay que armonizar el sector financiero. Por eso en el tratado fundacional describimos tan detalladamente el futuro mercado financiero común, y ya fundamos un organismo regulador con sede en Alma Ata, la capital financiera de la UEEA", finalizó.
La UEEA tiene un antecedente inmediato en la Unión Aduanera Euroasiática (UAEA) formada por Rusia, Bielorrusia y Kazajistán en 2009, a la que en 2013 se sumó Armenia. La UAEA abolió todas las barreras arancelarias internas y armonizó las tarifas externas. Además derogará próximamente las restricciones no arancelarias. Sobre esta base, en 2012 se creó el Espacio Económico Común (EEC) para bienes, capitales y trabajadores, y en 2015 entrará en vigor la nueva unión con criterios de estabilidad semejantes a los del Tratado de Maastricht (de la Unión Europea) de 1992. 
A diferencia de los proyectos anteriores de integración desde el fin de la Unión Soviética en 1991, esta vez se respetan los acuerdos, se implementan las regulaciones comunes y se aplican sanciones cuando se las viola. Existe también un tribunal arbitral de las diferencias cuyas decisiones son acatadas por los miembros.
Los EE UU miran con espanto la decisión de la UEEA de crear una moneda basada en el oro, porque en los últimos 40 años han vendido en el mercado libre las reservas que tenían en Fort Knox para mantener el valor del dólar. Inclusive en los últimos años echaron mano a depósitos extranjeros en la Reserva Federal de Nueva York y ahora no saben cómo devolverlos. Se sospecha que Washington indujo la crisis financiera de Chipre en 2011, para evitar que Rusia usara la isla para atesorar oro. Si la UEEA, como ya China, vuelve al patrón oro, la demanda mundial por el metal devaluará la divisa estadounidense.
Para dar fuertes fundamentos a la nueva divisa los tres países han aprendido de los errores del euro y subordinan la política financiera, monetaria y cambiaria a las prioridades macroeconómicas y a la conducción política. Pretenden avanzar prudentemente, pero si los países occidentales persisten en usar las sanciones económicas como arma política, los plazos se acortarán y la creación del altyn acelerará la vuelta de la economía mundial al patrón oro. Los tiempos en que la maquinita de fabricar papel verde aseguraba la supremacía norteamericana se están acabando rápidamente.  «
 
 

domingo, 29 de junio de 2014

Tres estrategias geopolíticas se confrontan en el Dniéper

Ucrania divide a los europeos
Año 7. Edición número 319. Domingo 29 de Junio de 2014
Después de firmar su ingreso como socio comercial a la Unión Europea, el gobierno de Kiev amenaza con erradicar a los separatistas.

Al convalidar el pasado viernes su asociación a la Unión Europea (UE), los nacionalistas ucranianos y sus aliados neoconservadores europeos y norteamericanos han alcanzado el primer objetivo del alzamiento de febrero pasado y avanzan hacia el segundo: expulsar a la minoría rusa del país. En su urgencia subestiman a sus oponentes y el impacto que la asociación con la UE tendrá en Ucrania. Vladimir Putin y sus interlocutores europeos, por su parte, buscan moderar el conflicto y cerrar un gran acuerdo gasífero en el que tienen intereses comunes. Para ello, el presidente ruso acordó el martes en Austria la construcción del gasoducto South Stream (Corriente del Sur), una alternativa a la ahora insegura traza ucraniana y una cuña en la política energética europea.
La ruta del gasoducto, de 2.300 km de largo, parte de la costa rusa del Mar Negro, atraviesa el mar territorial turco y llega a Bulgaria, para de allí por 1.500 km atravesar Grecia, Serbia, Hungría y Eslovenia hasta el norte de Italia. A partir del acuerdo con Austria se obviaría pasar por Eslovenia e Italia. Además, iniciándolo en Crimea, Rusia evitaría las aguas territoriales turcas.
Günter Oettinger, Comisario Europeo de la Energía, está furioso y exige que los países miembro involucrados renegocien sus contratos con Rusia para ajustarse al Tercer Paquete Energético de la Unión que prevé reducir el consumo de combustibles fósiles.
El consorcio constructor del tramo submarino está integrado por Gazprom, la italiana Eni, la francesa EDF y la alemana BASF a través de Wintershall, vieja socia de Gazprom. Para el trayecto en tierra la empresa rusa se asociará con firmas locales. El conflicto entre Oettinger y la BASF ilustra las contradicciones que agitan a la democracia cristiana alemana. La urgencia rusa, a su vez, se explica por el estancamiento de las negociaciones tripartitas con Ucrania y la UE por el uso de los gasoductos ucranianos.
Mientras tanto venció el viernes 27 la tregua dispuesta por el gobierno ucraniano en el Este del país, aunque Alemania y Rusia abogan por su prolongación indefinida. Fortalecido por la firma del tratado, el presidente ucraniano Poroschenko pretende retomar las hostilidades, alegando que autonomistas prorrusos derribaron el martes un helicóptero del ejército ucraniano y ordenó a sus tropas responder a futuros ataques rebeldes. De acuerdo a las milicias alzadas, sin embargo, el alto el fuego es permanentemente violado por el ejército ucraniano.
A pedido del propio Putin la Duma federal rusa retiró el miércoles los poderes otorgados al presidente en marzo pasado, para disponer tropas en la frontera ucraniana, pero el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, denunció el jueves que Rusia no está retirando sus tropas del borde, sino relevando unas unidades por otras.
Por su parte, profundizando la sublevación, los parlamentos de Donetsk y Lugansk han decidido confederar ambas regiones y formar la Nueva Rusia (Novorossyia). Al mismo tiempo, después de la firma del Tratado de Asociación Económica es de esperar que Rusia cierre sus mercados a los productos ucranianos y que el conflicto se agrave.
En Ucrania se enfrenta una estrategia ideológica contra dos realistas. Los neoconservadores norteamericanos y británicos quieren debilitar y fragmentar Rusia, al mismo tiempo que neutralizar Alemania. Como contrapartida ofrecen a los europeos el libre comercio atlántico y el GNL norteamericano, pero éste nunca llegará a Europa en cantidad y precio suficientes, el acuerdo transatlántico aún tardará y Alemania y Rusia no son presas fáciles.
Berlín, por su parte, persiste en mantener la alianza occidental, afianzar la unidad de la UE y apoyar a los conservadores ucranianos, mientras hace negocios con Rusia. Moscú, finalmente, juega a desgastar al régimen ucraniano esperando la reacción popular por los costos de la asociación a la UE, mientras que con South Stream busca una alternativa para llevar el gas hacia Europa Central.
La decisión del conflicto es una cuestión de tiempos: los nacionalistas ucranianos necesitan agudizar el conflicto con Rusia, para disimular los costos de la asociación a la UE, mientras que Putin los desgasta lentamente y Merkel los modera. El conflicto aún no está decidido, pero no tardará.

domingo, 22 de junio de 2014

El Este de Europa está entre la democracia y la guerra

Putin cocina a fuego lento al chocolatero ucraniano

Año 7. Edición número 318. Domingo 22 de Junio de 2014
Sin autoridad y tentado de evadir los compromisos que hizo con el presidente ruso, el jefe de Estado Petro Poroshenko pierde credibilidad en el inicio de su mandato.

Hoy una promesa, mañana una traición”, cantaba Carlos Gardel. Fiel a este principio el “Rey del chocolate” devenido presidente de Ucrania desde el pasado 7 de junio negocia con Rusia y acto seguido se desdice con maniobras de jugador aficionado. Profesional experimentado, Vladimir Putin lo despluma de a poco mostrándolo como un incapaz epígono de las políticas del oligarca Viktor Yushenko (2005-10). Su falta de autoridad y credibilidad anuncia el próximo colapso de su gobierno.
Después de una dura conversación telefónica con el presidente ruso a última hora del martes 17 el presidente ucraniano Petr Poroshenko anunció el miércoles un “plan de paz” para el este del país que incluía un cese del fuego unilateral y una amnistía. El documento de 14 puntos preveía el perdón para los autonomistas que depusieran las armas y un control estricto de las fronteras con Rusia. Sin embargo, excluía de la amnistía a quienes “hayan cometido crímenes de sangre” y no retiraba las tropas y milicias represoras. Según su ministro de Defensa Mijailo Koval, el alto el fuego se efectivizaría “en los próximos días”.
Putin también reclamó a Poroshenko que esclarezca las muertes por disparos de morteros de dos periodistas de la televisión estatal rusa en las afueras de Luhansk el pasado domingo.
En tanto, el ministro ruso de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov advirtió el miércoles que “Rusia espera que las autoridades ucranianas decreten el cese del fuego permanente en las regiones surorientales. Si el alto el fuego unilateral sólo va a durar un corto tiempo para que los milicianos dejen las armas, añadió, y funcionarios ucranianos los metan presos o los expulsen del país, se trata de una limpieza étnica”. Ya el lunes 16 Poroshenko había subordinado el alto el fuego al control de la frontera. Moscú, en cambio, exige el fin de las operaciones punitivas de Kiev en el este como condición para un cese de hostilidades.
Las operaciones represivas en el este del país, el corte del suministro de gas a Ucrania por falta de pago la semana pasada y un atentado contra uno de los gasoductos que llevan el fluido hacia Europa Occidental agudizaron la tensión entre ambos países. Por su parte, el Comité Federal de Investigaciones de Rusia acusó el miércoles al ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, y al gobernador de la región de Dniepropetrovsk, Ihor Kolomoisky, de cometer asesinatos y secuestros y de usar métodos de guerra ilegales en el este.
Entre tanto, mientras que la Fiscalía General ucraniana informó que 181 personas han muerto hasta ahora por la represión, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en un informe que Rusia tildó de “unilateral” eleva la cifra a 350.
Los autonomistas ya rechazaron la tregua. Mijail Verin, comandante del Ejército Ruso Ortodoxo, uno de los más poderosos del Donetsk, acusó a Poroshenko de querer ganar tiempo, para reposicionar sus fuerzas para nuevos ataques. A su vez, Alexander Jodakovsky, comandante del Batallón Vostok (la milicia más grande), denunció que el ejército ucraniano ya violó el miércoles un cese del fuego temporario acordado sólo un día antes. Para él, Poroshenko “no controla a las fuerzas involucradas en la operación antiterrorista” ni quiere la paz.
Si el cese del fuego fuera verdad, dice el comandante cosaco Roman Ivlev, las fuerzas ucranianas se habrían retirado de Donetsk y Lugansk. “Después de lo que sucedió en Odesa, Ucrania murió”, agregó, refiriéndose al incendio en aquel puerto en el que fueron asesinados en marzo 48 manifestantes prorrusos.
Mientras tanto, los mineros de la Cuenca del Don amenazaron con tomar las armas si el ejército ucraniano no se retiraba de la región hasta el fin de la semana.
Tensando la cuerda, el presidente Poroshenko prohibió también el miércoles la cooperación de las fábricas ucranianas de armas con Rusia. La decisión afectará gravemente a la propia economía ucraniana y costará decenas de miles de puestos de trabajo, porque ambas industrias son complementarias y por su extrema especialización las empresas del sector no pueden sustituir a sus clientes rusos por otros occidentales.
Entre tanto, el presidente ucraniano designó el miércoles a Irina Guerashenko como “Comisionada para la resolución pacífica del conflicto en las regiones del Donetsk y Lugansk”. Guerashenko sirvió entre 2005 y 2006 como vocera del entonces presidente Viktor Yushenko, cuando éste desató un conflicto con Rusia que le costó obtener sólo el 5,5% de los votos al querer reelegirse en 2010. También el ministro del Interior, Arsen Avakov, y el jefe del Servicio de Seguridad, Valentin Nalivaichenko, responsables por la represión en el este, se formaron bajo Yushenko. Guerashenko pertenece al partido conservador Udar (“el golpe”), del ex campeón mundial de boxeo Valery Klitchko.
Estos antiguos funcionarios de Yushenko están promoviendo la guerra en el este y el fin de la cooperación con la industria de defensa rusa. Según el politólogo ucraniano Mijail Pogrebinsky, “no sólo hay ex miembros del gobierno de Yushenko en el partido neonazi Svoboda, que tiene cuatro ministros, sino también en el Partido Patriótico (Batkivshina) de la ex oponente de Yushenko, Iulia Timoshenko, que tiene la mayoría de los ministerios”. Para el investigador, Batkivshina y Udar son más xenófobos que los neonazis “oficiales”. La rusofobia dominante en el gobierno ucraniano puede ser letal para el país, porque su economía productiva necesita la complementación con su vecino y socio de siglos. Todo intento de independencia de Rusia que no se apoye en un movimiento democrático y niegue el carácter pluriétnico de Ucrania la convertirá en rehén de las mafias y conducirá a la dictadura y la fragmentación. Petr Poro­shenko tendrá pronto que decidir entre depender de los secuaces del ex presidente Yu­shenko y cumplir sus compromisos con Putin, si pretende durar en el gobierno.

domingo, 15 de junio de 2014

EE:UU. tendrá que negociar con Bashar al Assad

Dialogando con el enemigo

Año 7. Edición número 317. Domingo 15 de Junio de 2014
Fortaleza. El presidente sirio ratificó en las urnas la relación de fuerzas favorables en el plano militar contra los rebeldes.
Los éxitos electorales de Damasco y el colapso del Estado iraquí ante la ofensiva extremista convencieron a políticos occidentales sobre la necesidad de abrir una mesa de negociaciones con el presidente Bashar al Assad.

"Después de esta elección tenemos que volver a conversar entre las partes”, declaró el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier (SPD), el 1° de junio en Doha, Qatar, mientras su interlocutor, el ministro qatarí de Relaciones Exteriores Jalid al-Attiyah, sonreía cínicamente. Qatar es el principal apoyo externo de los extremistas del Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS) que desde la última semana controla las tres provincias iraquís fronterizas con Siria, así como el Este y Nordeste de este país. Su crecimiento alarma incluso a la conducción de Al Qaida que en Siria sostiene al Frente Al Nusra. Tanto más importante aparece el triunfo electoral que el presidente Baschar Al Assad obtuvo el pasado 3 de junio.
Según la Corte Constitucional siria, 11,630 millones de votantes concurrieron a las urnas (el 73,42% de los 15,850 millones registrados). El presidente fue (por primera vez) electo para un tercer período de siete años por el 88% de los sufragios. Claro que la compulsa se realizó exclusivamente en los territorios controlados por el ejército sirio y que no se la puede considerar mínimamente libre. Sin embargo, la alta tasa de participación la convierte en un plebiscito sobre la continuidad del Estado unificado.
“El resultado de la elección es un gran cero”, fustigó el Secretario de Estado norteamericano John Kerry de visita en Beirut. “Los occidentales no pueden seguir exigiendo la renuncia del presidente como precondición para entablar negociaciones de paz”, le respondió desde la misma ciudad Hassan Nasralá, el líder de Hezbolá.
Menos de una semana después del triunfo, el pasado lunes Assad anunció una amplia amnistía, conmutando sentencias a muerte en condenas a perpetuidad, reduciendo las penas para muchos detenidos y liberando a otros. Ofreció incluso el perdón a extranjeros que hayan entrado ilegalmente al país, si se entregan con sus armas. Aunque hay antecedentes de amnistías incumplidas, los observadores menos partidistas ven la medida como una señal hacia la oposición laica y sus apoyos occidentales para llegar a una negociación y combatir juntos el extremismo islámico.
Que en la región los frentes cambian rápidamente lo demostró, una vez más, el encuentro reciente entre el presidente Vladimir Putin y el ministro saudita de Relaciones Exteriores, Saud al-Feisal, confirmado por el vocero del Kremlin Dmitry Peskov a la agencia AFP el pasado martes, sin informar, empero, cuándo y dónde se produjo la reunión. La ratificación llegó un día después de que el ministro ruso de Asuntos Exteriores Serguei Lavrov mantuviera una conversación telefónica con su colega de Ryad. Según el ministro, “en la conversación se trató la resolución política y diplomática de la crisis en Siria y de otros conflictos en la región”. Ambos funcionarios subrayaron también su interés en “activar la cooperación económica y energética”, un tema cada vez más candente ante el potencial de los yacimientos en el Mediterráneo Oriental y las descendientes compras norteamericanas de crudo saudí.
La nueva ofensiva de EIIS en Irak y la masiva participación en la votación en Siria desnudan la falta de estrategia norteamericana para la región que alienta la polémica dentro de la propia diplomacia norteamericana. Por disciplina sólo discuten entre sí ex embajadores, pero que representan corrientes internas del gobierno.
Así, Robert Ford, quien renunció en febrero a la conducción del grupo responsable por Siria dentro de la Casa Blanca, urgió el pasado martes desde el New York Times a aumentar las entregas de armas a la “oposición moderada”. En las últimas semanas, Ford dio varias entrevistas para criticar la política de Obama hacia Siria insistiendo en que Washington apoye militarmente a la oposición laica y oponiéndose a un entendimiento con el gobierno de Assad. “Algunos han sugerido que hay que aceptar que Assad está atrincherado en la capital y trabajar con el régimen para eliminar los grupos terroristas en Siria”, escribió. Sin embargo, “esto no mejoraría la seguridad de los Estados Unidos”, criticó y recordó que, cuando Estados Unidos invadió Irak, el régimen sirio apoyó a al Qaida.
Como contendiente de Ford aparece Ryan Crocker, quien sirvió en Afganistán entre 2002 y 2007 y luego en Irak hasta 2012. En un artículo también publicado en el matutino neoyorquino en diciembre pasado, Crocker abogó por el entendimiento con Assad como “el mal menor”, para combatir el terrorismo y ya en enero pasado advirtió junto con el general John Petraeus que el gobierno iraquí podría perder el control de las provincias orientales, fronterizas con Siria. El presidente Obama propuso a Crocker, en mayo pasado, para integrar la Oficina de Control de todas las operaciones no militares en el exterior. La polémica de los embajadores refleja la inconsistencia de la política norteamericana hacia Siria: se embarcó en una intervención encubierta contra un régimen dictatorial, pero que aseguraba la integridad territorial de un país multiétnico y plurirreligioso y un aceptable nivel de vida. Una vez estallada la guerra civil se encontró con que su intervención alentaba el crecimiento de facciones radicales apoyadas por sus socios qatarís y que ni siquiera al Qaida controla. Asustado por el asalto islamista al depósito de armas del ESL en diciembre pasado, el gobierno de Obama parece pasmado: si abastece al anárquico y mal conducido ESL, las armas pueden caer en manos de los extremistas. Si las entrega directamente a los jefes locales, fomenta una anarquía incontrolable. Si no entrega nada, los islamistas de al Nusra (con apoyo saudí) y los de EIIS arrollarán a los laicos. Como corolario de tantas indecisiones, con el apoyo militar de Hezbolá y el abastecimiento iraní y ruso el gobierno de Assad continúa reconquistando territorio. Es lógico que Obama no quiera pasar papelones buscando el encuentro con Assad, pero nada lo librará de conversar con el demonio.

domingo, 8 de junio de 2014

Eurasia reacciona ante el cerco de las potencias marítimas

El oso, el águila, el dragón y el Gran Juego

Año 7. Edición número 316. Domingo 8 de Junio de 2014
Apretón. Los líderes de Rusia y China sellan el pacto económico.
Mientras Washington y Londres buscan cercar a Rusia y China, la UEEA, el acuerdo gasífero ruso-chino, la “Nueva Ruta de la Seda” y el BRICS mudan las reglas del conflicto.

Durante el siglo XIX se llamó el “Gran Juego” a la competencia ruso-británica por la hegemonía en Asia. Con esta lógica, los medios occidentales vieron en la creación de la Unión Económica Euroasiática (UEEA) el pasado 29 de mayo sólo la respuesta rusa al avance occidental, olvidando el simultáneo acuerdo gasífero ruso-chino, la iniciativa ferroviaria germano-china y la próxima ampliación del BRICS, iniciativas con las que el águila alemana, el oso ruso y el dragón chino rompen el marco del “Gran Juego”.
La UEEA, que regirá desde el 1º de enero de 2015, tendrá libre flujo de mercancías, servicios, capitales y trabajadores, así como políticas comunes en los sectores económicos centrales. El nuevo mercado común tiene 170 millones de habitantes, el 20% del gas y el 15% del petróleo mundiales. En el acto fundacional, Vladimir Putin adelantó que la nueva Unión impulsará el comercio libre con Vietnam y la cooperación con China. También buscará acuerdos comerciales con Israel e India y crear una moneda común, aunque sin plazo determinado. Armenia, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán ya presentaron sus solicitudes de adhesión.
Poco antes, a mediados de mayo, el viceprimer ministro Dmitry Rogosin visitó Damasco, donde sesionó la Comisión Intergubernamental Ruso-Siria que habría tomado tres grandes decisiones: 1) incorporar a Siria a la UEEA; 2) mantener la entrega a Damasco de las armas autorizadas por la ONU y firmar en Moscú en agosto un Tratado de Cooperación Militar para ampliar la base naval rusa de Tartus y entregar a Siria las fotografías satelitales rusas; y 3) que Rusia financie la reconstrucción de Siria, para que ésta conserve sus derechos de tránsito sobre el gasoducto saudí-qatarí que atraviesa su territorio.
Cuando el presidente Xi Jinping estuvo en Alemania a fin de marzo pasado, viajó a Duisburg, un tradicional nudo comercial y siderúrgico en la confluencia de los ríos Ruhr y Rin donde está el mayor puerto de aguas interiores del mundo que enlaza toda Europa Occidental, por lo que China lo eligió como terminal del nuevo ferrocarril desde Chongqing, sobre el río Yangtsé. Con la “Nueva Ruta de la Seda“ Beijing y Berlín aseguran su comercio y bajan los costos. Desde 2011 la ferrovía “Yu-Nueva Europa” redujo la duración del transporte de mercancías de cinco semanas (por mar) a doce días, igual que la conexión entre Chengdu, en el centro-oeste de China, y Lodz, en Polonia, inaugurada en 2013. Para eludir el cerco marítimo y abaratar sus mercancías, China está construyendo una gigantesca red para trenes de alta velocidad que atraviesan su territorio, equilibrando el desarrollo regional, y toda Asia. Ya tiene conexiones con Vietnam, Laos y Tailandia. Otras se construyen hacia puertos propios en Myanmar y Pakistán. Está renovando el ferrocarril transiberiano junto con Rusia y construyendo otro por Kazajistán, Rusia, Bielorrusia y Polonia. También se prevé una línea que, por Kirguistán, Tayikistán, Afganistán, Irán, Armenia y Turquía, llegue a Europa por el nuevo túnel bajo el Bósforo. Otros ramales secundarios irán al sur de Vietnam, Singapur e India. Antes de viajar a Europa, Xi Jinping recibió en Beijing al príncipe Bin Abdulaziz Al Saud, heredero del trono saudí, y obtuvo la participación árabe en la construcción de la infraestructura logística y de servicios de la nueva red ferroviaria.
Al mismo tiempo que fundaba la UEEA, durante una visita a Shanghai Putin acordó con Xi Jinping la venta de gas ruso por 30 años por un total de 400 mil millones de dólares, aunque sin trascender a qué precio. Ambos países invertirán 70 mil millones de dólares en los poliductos y la infraestructura conexa. El acuerdo da a Putin un gran poder de presión, porque si Europa reduce sus compras de gas ruso, Gazprom puede vender el excedente a China, mientras que EE.UU. nunca podrá entregar a la UE gas natural licuado (GNL) en cantidad y precio suficientes.
Llevando la competencia hegemónica a otros continentes, en la próxima cumbre del BRICS en Fortaleza (Brasil), el 16 de julio próximo, se fundarán un Banco y un fondo de estabilización financiera y cambiaria. También se propone crear un consejo con presidencia y mandato, incorporar nuevos países (entre ellos, Argentina) y formar subcomités en cada uno de los cuatro continentes de la organización. Brasil, Rusia e India contribuirán al fondo con 18 mil millones de dólares cada uno; Sudáfrica pondrá cinco mil millones y China, 41 mil millones, o sea un total de cien mil millones. Probablemente el Banco y el fondo tengan sus sedes en Shanghai. En Fortaleza también se tomarán medidas contra el espionaje en Internet.
EE.UU. pivotó en Ucrania para cercar a Rusia, desestabilizarla y fragmentarla, mientras China mantuvo el buen trato a la vez con Moscú y Berlín. Al fundar la UEEA, Rusia recuperó su cinturón de seguridad y con Siria rompió el cerco occidental, mientras que el acuerdo gasífero con China independiza a ambas del chantaje norteamericano. La “Nueva Ruta de la Seda” asegura a Alemania, Rusia y China su conectividad, aumentando la seguridad de su comercio y dándoles acceso al mercado centroasiático con proyecciones hacia el sur. Finalmente, el Banco y el fondo financiero del BRICS junto con los nuevos miembros permiten a las potencias euroasiáticas desbordar los límites del “Gran Juego” y contraatacar en todos los continentes. A casi cien años de la Primera Guerra Mundial, mayo de 2014 ha sido el punto de inflexión de la Segunda Guerra Fría en el que Eurasia contraatacó para restablecer el equilibrio estratégico. La paz todavía es posible.

domingo, 1 de junio de 2014

Syriza demuestra cuán efectiva es la solidaridad

La izquierda europea vuelve a hacer política

Año 7. Edición número 315. Domingo 1 de Junio de 2014
ASCENSO. LA IZQUIERDA GRIEGA CONFIRMÓ LA LEGITIMIDAD DE SUS DEMANDAS Y CRÍTICAS.
Elecciones en el viejo continente. Mientras que en el centro y norte del continente la protesta contra Bruselas se orientó hacia la derecha, en el sur tomó la dirección opuesta, potenciando una alternativa estratégica.

Sólo 24 horas después de que su coalición Syriza se convirtiera en el primer partido de Grecia en las elecciones europeas, regionales y municipales del pasado 25 de mayo, el candidato de la Izquierda Unitaria Europea (IUE) a la Presidencia de la Unión Europea (UE), Alexis Tsipras, reclamó al presidente de la República, Karolos Papoulias, la convocatoria a elecciones parlamentarias anticipadas. Probablemente el presidente heleno rechace el pedido de Tsipras, pero la reunión entre ambos demuestra que la izquierda europea está volviendo a hacer política, aunque sólo sea en el sur del continente.
La coalición de la izquierda radical Syriza obtuvo el domingo pasado el 26,6% de los votos, mientras que el gobernante ND sacó el 22,71% y los neonazis de Amanecer Dorado (AD), un 9,4% y tres eurodiputados. Por primera vez un partido a la izquierda de la socialdemocracia gana elecciones en Grecia, sextuplicando sus resultados de 2009. En igual período ND perdió 10 puntos, mientras que el Partido Socialista Panhelénico (Pasok) sólo alcanzó un 8%. ND se impuso en la simultánea segunda vuelta de las elecciones locales y regionales. Logró el gobierno de 6 de las 13 regiones, pero Syriza le quitó Ática, donde vive el 40% de la población, e Islas Jónicas.
El secreto de Syriza está en su política de la solidaridad. Luego de las elecciones generales de 2012, Alexis Tsipras, buen conocedor de Argentina, declaró que “en esta época de crisis se necesitan la resistencia y la solidaridad, pero la solidaridad es más importante”. Con esta línea, los militantes de la alianza de izquierdas y ecologistas organizaron en todo el país ollas populares, ambulatorios y albergues de emergencia, anclando la alianza en la base popular. En busca de los votos de las nuevas clases medias, Syriza exige también moratorias para los créditos hipotecarios, apoya la permanencia del país en la zona del euro y critica algunas huelgas radicales, mientras lucha contra la política de austeridad de la Troika y propone coaligarse con el Pasok, otras fuerzas de centroizquierda e incluso los nacionalistas moderados de Griegos Independientes para formar gobierno sin los conservadores. Ante quienes lo acusan por su “argentinismo” de querer que Grecia declare la moratoria de la deuda externa, Tsipras responde viajando a EE.UU. y reuniéndose con el ministro de Finanzas alemán, el democristiano Wolfgang Schäuble. Cada vez más su alianza precisa su plataforma de unidad nacional con base popular.
También en España avanzó la izquierda. Además de en Grecia, la izquierda radical sólo avanzó en España, donde sobre todo Izquierda Unida se benefició de las pérdidas del Partido Popular (PP), y especialmente de los socialistas (PSOE), multiplicando por tres sus euromandatos (llegó a seis). No obstante, la gran sorpresa de las elecciones europeas la dio Podemos. Con su joven líder de 35 años, Pablo Iglesias Turrión (lleva ese nombre en homenaje al fundador del PSOE), ganó cinco escaños y se integrará a la Izquierda Unitaria Europea. El dirigente declaró el domingo 25 por la noche que “nuestro desafío es construir una alternativa política de gobierno y trabajar con otros compañeros del sur de Europa para decir en el Europarlamento que no queremos ser una colonia de Alemania ni de la Troika”.
Sumados a los seis escaños de Izquierda Unida, en total son 11 los eurodiputados españoles que se sumarán a la Izquierda Unitaria Europea. Podemos, un partido surgido del movimiento de los “Indignados”, salió de las elecciones europeas como cuarta fuerza política nacional. Fue inscripto como partido hace tres meses y ahora debe organizarse y elegir su dirección. Sobre todo porque, si repite el resultado en las municipales y autonómicas de 2015, influiría en la formación de gobiernos locales y regionales. Hasta ahora el partido ha funcionado mediante “círculos”, unos 300 grupos de trabajo, diseminados por barrios y pueblos, en los que miles de personas han lanzado ideas para un partido de nuevo tipo. Podemos se propone construir un frente amplio como el de Uruguay, “para reinventar la democracia y crear un proceso constituyente como en Bolivia, Venezuela y Ecuador”.
En Portugal, en tanto, ganó el renovado Partido Socialista (PSP), con 31,4% de los votos, cinco puntos más que en 2009. La coalición de derechas gobernante sólo llegó al 27%. En tercer lugar, con el 12,7%, quedó la Coalición Democrática Unitaria (PCP-PEV) que subió de dos a tres eurodiputados. Una de las desilusiones fue el Bloque de Izquierda (BE, por sus siglas en portugués) que, de tres diputados que obtuvo en 2009, con el 4,6% bajó a una sola. Fue su tercera derrota electoral consecutiva desde 2011.
En Italia, el gran triunfador fue el primer ministro Matteo Renzi, quien con su Partido Democrático (PD) alcanzó el 40% de los votos y legitimó su política de reformas modernizantes. El Movimiento 5 Estrellas (M5S, por las siglas en italiano) se consolidó como segunda fuerza con el 21% de los sufragios. Forza Italia, de Silvio Berlusconi, en tanto, se quedó en el 15%, su peor resultado electoral. En tanto, la Lista Tsipras, formada en enero pasado para apoyar la candidatura del líder griego a la presidencia comunitaria, obtuvo el 4% y entró al Parlamento de Estrasburgo con tres diputados.
El Frente de Izquierdas francés (FG, por sus siglas en francés), que reúne al Partido Comunista (PCF), el Partido de la Izquierda (PG) y la Izquierda Unida (GU), junto con pequeños grupos de izquierda y ecologistas, igual que en 2009 quedó sexto, con el 6,61% de los sufragios y cuatro diputados.
En Alemania, a su vez, La Izquierda (Die Linke) sigue estancada en el 7% a nivel federal, con la consabida partición entre el este ex comunista y el oeste liberal.
La lucha se traslada ahora al seno del Parlamento a constituirse a principios de julio, donde los bloques deben elegir al Presidente y sus 14 vicepresidentes y repartir los puestos en las comisiones, motor del trabajo parlamentario. Con 42 bancas y el 5,57% de los votos la Izquierda Unitaria Europea/Nueva Izquierda Nórdica creció en un 1% y siete escaños respecto a 2009. Aunque aumentó poco su bancada, se espera que el mayor peso de los miembros del sur del continente le permita pasar de la declamación a la política práctica a favor de los perdedores de la crisis, negociando sin abandonar la oposición y recuperando la iniciativa en la calle y en los medios, donde se la disputan los nacionalistas. El éxito de Syriza y Podemos puede devolver la izquierda europea a la política.