domingo, 27 de enero de 2013

Sin alternativas al conservadurismo

Angela Merkel, victoriosa en la derrota

Año 6. Edición número 245. Domingo 27 de enero de 2013
Elecciones legislativas en Alemania.
A pesar de la sorprendente derrota electoral del pasado domingo en el estado de Baja Sajonia, Angela Merkel confía en vencer en las elecciones generales del 22 de setiembre gracias a la simpatía del electorado, a la debilidad de su contrincante, Peer Steinbrück, y a su adversario externo, David Cameron.
Aunque obtuvo el 36% de los votos contra el 32% de los socialdemócratas (SDP) y el 13,7% de los verdes, el oficialismo perdió las elecciones regionales del domingo pasado. En tanto, el liberal FDP desmintió con el 9,9% de los votos, los pronósticos que lo ponían debajo del 5% y fuera del parlamento, mientras que La Izquierda (3,1%) y Los Piratas (2,1%) quedaron sin representación. De esta manera, La CDU (Merkel) obtiene 54 bancas; el SPD, 49; el FDP, 14 y Los Verdes, 20. La alianza negro-amarilla (CDU/FDP) alcanza 68 mandatos y los rojiverdes (SPD/Verdes) forman con 69 el nuevo gobierno estadual. En la Cámara Alta del Parlamento Federal (representativa de los estados) la oposición tendrá mayoría con 36 representantes contra 15 de la coalición gubernamental sobre un total de 69. Las restantes 18 bancas son de estados gobernados por coaliciones CDU/SPD que se abstienen en votaciones conflictivas. Con esa mayoría, SPD y Verdes pueden convocar a la Comisión de Mediación entre ambas cámaras, presentar proyectos propios y/o bloquear los oficialistas.
Igualmente, al día siguiente de la derrota, la Canciller anunció que “cada uno de los coaligados hará campaña por su cuenta”. Así advirtió al aliado liberal que no se repetirá el préstamo de 100 mil votos dado en Baja Sajonia. En el sistema alemán cada elector tiene dos votos: con uno, elige candidatos y con el otro, partidos. Como los partidos grandes tienen candidatos más conocidos, ganan con el primer voto. Los pequeños, en cambio, dependen del segundo. Como las encuestas daban al FDP por debajo del 5%, la CDU pidió que el segundo voto fuera a los aliados. Tuvo éxito, pero perdió la mayoría por decimales. Dado que a nivel federal las alianzas no están definidas, porque La Izquierda obtendría cerca del 7% y ni rojiverdes ni negroamarillos tendrían mayoría propia, Merkel hará campaña por la CDU y su socio bávaro CSU. Si el FDP se mantiene en el Parlamento y los números cierran, pueden repetir la coalición actual. Si no, replicarían la gran coalición con el SPD de 2005-09. Éste prefiere a Los Verdes y rechaza a La Izquierda, pero si así no tiene mayoría, se aliaría con la CDU. Los liberales, por su parte, sueñan con una “coalición semáforo” (roja, verde y amarilla). La Izquierda, finalmente, quiere coaligar con el SPD y Los Verdes, pero debe mejorar mucho en el oeste del país y convencer a los socialdemócratas.
Por otro lado, el triunfo en Hannover salvó la candidatura del socialdemócrata Peer Steinbrück, cuyo perfil tecnocrático y boca incontrolada dañaron mucho al SPD, pero necesitará control, para aumentar su 28% de simpatía y bajar a la Canciller Merkel del 65% actual. A pesar del bajo crecimiento (el 0,4% en 2013), el electorado aprueba la política monetaria y cambiaria de Merkel y la reducción del gasto público, en tanto Steinbrück debe justificar su cambio de opinión respecto a cuando era Ministro de Finanzas de la Gran Coalición. Para ella, él es el mejor oponente.
Por último, durante el encuentro anual en Davos (Suiza), David Cameron insistió el jueves 24 en que, si Bruselas no devuelve al Reino Unido una serie de facultades soberanas, en 2017 habrá un referendo sobre la pertenencia a la Unión. Aunque la líder alemana coincide en las críticas de su colega, la amenaza inglesa le permite perfilarse como adalid de la idea europea. Así, aun sin mayoría parlamentaria, Angela Merkel va a las elecciones de setiembre con optimismo y energía y como jefa indiscutida del conservadurismo.

Asegurando a Dilma

Lula avanza con confianza y conocimiento

Año 6. Edición número 245. Domingo 27 de enero de 2013
La ocupación del Instituto Lula en el sur de la ciudad de San Pablo por un grupo de los Sin Tierra que acabó en la tarde del jueves 24 mostró la complejidad del proceso político-social en el que se inserta la vuelta del expresidente al centro del escenario político. La acción –iniciada el miércoles 23, pocas horas después de que terminara en el Instituto la reunión de intelectuales del Mercosur convocada por Lula para discutir sobre el proceso de integración regional– fue realizada por militantes del Movimiento de los Sin Tierra (MST), que reclamaban de la presidenta Dilma Rousseff la promulgación de un decreto suspendiendo el desalojo de un asentamiento en el norte del Estado de San Pablo. Luego de varias horas de discusiones, los militantes decidieron dejar el Instituto y mantener la ocupación de la sede del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) en la capital paulista.
Este conflicto materializó las discusiones mantenidas durante los dos días anteriores en el “Encuentro con intelectuales sudamericanos” en el Instituto Lula. La reunión sobre el desarrollo y la integración de América latina congregó a 30 intelectuales de distintos países. El expresidente Lula abrió las discusiones el lunes por la mañana. Según resumió especialmente el domingo pasado en Miradas al Sur el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, participante en la reunión, “el encuentro contó en primer lugar con una atenta participación de Lula, que realizó en sus dos exposiciones una meditación de gran alcance sobre el oficio del político. La fuerza sale de la confianza y el conocimiento, no de la disuasión armada. Las burocracias estatales son el resumen de las inhabilitaciones a las que están sometidos gobiernos y pueblos, pues a veces salen más caros los viajes que hacen los funcionarios para construir un puente, que el puente mismo. Latinoamérica debe estar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y Brasil pretende tener un asiento efectivo, pero coordinando con los demás gobiernos de la región, sabiendo de los dilemas válidos que proponen México y la Argentina, aunque es necesaria esta participación, para evitar decisiones unilaterales, como la de Francia sobre Malí a la que no aludió más que implícitamente. La tarea política es un largo aprendizaje que comienza con el desconocimiento de las complejidades del mundo y concluye cuando se comprenden las exigencias mayúsculas que suponen mantener la igualdad social y la paz. Cuando eso se comprende, el político debe llegar a inspirarse en la confianza y no en la fuerza, sin olvidar sus orígenes”.
“La arena internacional es dificultosa –continuó reseñando González–, al punto que las convicciones originarias deben estar atentas siempre, como cuando en una reunión internacional Brasil acercó un documento divergente al grupo de los 7 y Merkel dijo ‘muy bien, lo agregaremos al documento oficial’. Y Lula debió responderle: ‘No es un mero agregado, nuestro documento implica divergencias específicas que deben ser discutidas’”. El expresidente Lula recordó que antiguamente los países de la región veían a los Estados Unidos y a Europa como socios preferenciales y se daban la espalda mutuamente, porque no creían poder mantener una relación fructífera. “Queremos aprender con ustedes –culminó Lula–, saber qué están pensando sobre este tema en la Academia (…) para crear los instrumentos para avanzar en la integración”. Las intervenciones de los participantes resaltaron que América latina vive un momento de avances, con gobiernos reformistas, democracias que avanzan y mejoras sociales. “Nunca tuvimos un momento tan propicio para este debate”, destacó Aldo Ferrer, quien subrayó tres cambios fundamentales que ya se dieron: la mejora en la calidad de las conducciones, el fracaso del neoliberalismo y la consolidación de la democracia.
Por su parte, Marco Aurélio Garcia, asesor de la Presidencia para Asuntos Internacionales, alertó que no se puede tratar este momento como “un paréntesis progresista en una historia conservadora”. Resumiendo las intervenciones restantes, Horacio González señaló que “las demás fueron todas de alto nivel, rondando una suerte de neodesarrollismo con muchos horizontes de inclusión social y combate a la inflación, punto en que todos los economistas del gobierno fueron enfáticos. La filósofa de la Universidad de San Pablo (USP) Marilena Chauí, por su parte, hizo una gran intervención con incisivas preguntas que de hecho implicaban postular que no se retornara a los esquemas desarrollistas de las décadas pasadas, que no se olvidara que el sujeto de la historia deben ser los trabajadores y que las clases medias, aceptables cuando son efectos culturales del crecimiento de los trabajadores, no pueden ser partícipes privilegiadas de un ámbito emancipador, cuando se hallan en situaciones de asfixia ideológica, como el caso de la clase media de Brasil”. Para pensar los próximos pasos, afirmó Chauí, hay que concentrarse en la cuestión de la desindustrialización y en el riesgo de establecer con China una relación de metrópolis-colonia. Se agrega a esto la necesidad de pensar sobre los actores políticos que protagonizarían esa integración y sobre cómo lidiar con la llamada “sociedad de la información” que, para Marilena, no es capaz de generar nuevos sujetos políticos por trabajar con nociones de espacio y tiempo fragmentadas.
El evento se inserta dentro de un conjunto de acciones que Lula está emprendiendo para retomar la iniciativa. La gira que se prepara para hacer próximamente por varias ciudades ayudará a fortalecer al PT en regiones estratégicas y permitirá contrarrestar la campaña presidencial anticipada del senador Aécio Neves (PSDB/Minas Gerais). No obstante, el objetivo más importante es responder efectivamente a quienes quieren implicarlo en los casos de corrupción que se dieron en la oficina de la Presidencia en San Pablo (el affaire “Puerto Seguro”) y en el esquema del “mensalão”. También aprovechando el festejo por el 459° aniversario de la fundación de San Pablo, el viernes 25 de enero, Lula saludó en Facebook a los paulistas y a su nuevo alcalde, Fernando Haddad, quien ese mismo día cumplió 50 años.
Corroborando la importancia que los dirigentes petistas dan a San Pablo, la presidenta Dilma Rousseff y Lula se encontraron allí el 25. Dilma también se reunió con Haddad (PT) y con el gobernador del Estado, Geraldo Alckmin (PSDB). Asistentes de la presidenta afirmaron que “la acción política de Lula tiene por objetivo mantener la alianza con el PMDB y el PSB, asegurando la continuidad del arco de apoyo al gobierno en un momento en el que la economía no reluce como antes”. Lula estaría intentando garantizar la “seguridad política” del gobierno, manteniendo al PSB del gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, dentro del arco de alianzas petista. Se trata de un fuerte líder del nordeste, región que ayuda a asegurar la votación y la popularidad de la presidenta. Un segundo frente de acción está en el Congreso Nacional. La ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti, declaró el miércoles 23 que la presidenta sigue teniendo como objetivo central de su gobierno reducir el llamado “Costo Brasil”, o sea el conjunto de factores que limitan la competitividad y la eficiencia de la industria brasileña. Para alcanzar esta meta, se promoverán en 2013 votaciones impositivas y tributarias centrales. En una segunda línea de trabajo, Lula también va a impulsar la tan postergada reforma política. Dos proyectos de ley de iniciativa popular van a proponer el fin del actual modelo de financiamiento de las campañas electorales ya para las elecciones de 2014.
Con esta batería de acciones el ex-presidente retorna al centro del escenario, sin inmiscuirse en la labor del gobierno y quitándole a la derecha la bandera de la lucha contra la corrupción. Trata de pavimentar el camino de Dilma hacia la reelección en 2014, mientras él asegura los frentes internos y externos. Su objetivo parece ser que Dilma se encargue del gobierno, él del poder.

domingo, 20 de enero de 2013

La batalla por las mentes y los corazones

El PT retoma la palabra

Año 6. Edición número 244. Domingo 20 de enero de 2013
Desde hace meses las campañas se suceden sin pausa en la prensa conservadora hegemónica en Brasil. Sus medios pasan de un tema a otro fomentando la sensación de que el PT está agotado, es incapaz de gobernar y que está lleno de corruptos. El mutis de la oposición, la vuelta de Lula al escenario y el silencio mediático del gobierno, el PT y sus aliados inducen a los conservadores a redoblar los tambores.
El escritor y periodista Wladimir Pomar comentó el pasado día 16 en la propia página web del PT que “en las semanas recientes, en la expectativa de un apagón por la caída del nivel de las represas por las fuertes sequías en el Nordeste, la prensa hegemónica se concentró en las deficiencias del sector eléctrico. Obviamente omitieron los enormes avances en la materia en la última década. A pesar de la masividad de dichas campañas –continúa–, el sistema de comunicación del gobierno y de los partidos que lo apoyan es de una blandura inexplicable. Todo indica –sigue Pomar– que a los responsables de comunicación del gobierno y de los partidos de izquierda todavía no les cayó la ficha de que están en una batalla política de envergadura”.
Por su parte, en la misma página, Emiliano José, diputado federal del PT por Bahía, publicó el 14 de enero el texto de una conferencia sobre “Ética de la gestión” que pronunció en noviembre pasado en el que advierte que “el moralismo ‘udenista’ vuelve a asolar el país”. La UDN (Unión Democrática Nacional) fue el partido con el que la derecha combatió entre 1946 y 1964 las reformas de los gobiernos laboristas de Getúlio Vargas (1950-54) y João Goulart (1961-64) así como al desarrollismo de Juscelino Kubitschek (1956-61). Sus armas principales eran las campañas contra la supuesta corrupción de estos gobiernos y el golpe de Estado. De hecho empujaron a Vargas al suicidio en 1954 y promovieron el golpe de 1964 que deparó a Brasil una dictadura de 21 años.
Ante el anuncio de que Lula retomará en febrero las “Caravanas de la Ciudadanía” iniciadas en los años ’90, Saúl Leblon señalaba el pasado día 16 en Carta Maior que “si bien entonces los conservadores fueron sorprendidos, ahora la ‘caravana preventiva’ de los medios muestra la actualidad de la batalla comunicativa. Por fortuna la corriente mayoritaria del PT, Construyendo un Nuevo Brasil (CNB), se reúne el 25 y 26 de enero, para proponer a los nuevos vicepresidente y secretario de Comunicación del partido. Para Comunicación se piensa precisamente en Emiliano José. Paulista de nacimiento, se fogueó en la lucha estudiantil contra la dictadura militar en San Pablo. Vivió en la clandestinidad en Bahía en los años ’70, fue preso, torturado y condenado a cuatro años de prisión con suspensión de los derechos políticos. Durante la democracia enseñó durante 25 años Teoría de la Comunicación en la Universidad de Bahía y trabajó como periodista en diarios de la derecha así como en medios alternativos. Sin duda tiene fuste suficiente para respaldar mediáticamente la caravana de Lula.
El PT parece alzarse de su letargo y lanzarse a la batalla por las cabezas y los corazones del pueblo brasileño. La presidenta Dilma Rousseff sancionó a fin de diciembre también la ley que crea el Vale Cultura por un valor de 25 dólares por mes para aquellos trabajadores que reciben hasta cinco salarios mínimos. Se trata de una tarjeta con la que se podrán comprar artículos y consumir servicios culturales. Las empresas que se adhieran al programa tendrán una exención de impuestos y el trabajador contribuirá con dos dólares. El vale no es obligatorio, pero se espera que tenga una gran adhesión.
Acompañado con estas medidas el expresidente Lula vuelve al escenario. El miércoles pasado se reunió con el alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, y secretarios municipales y les ordenó que se concentren en la participación popular. La Municipalidad debe organizar grandes conferencias de la ciudadanía para que la población discuta sus urgencias y se organice para resolverlas. El próximo lunes Lula reúne en el Instituto que lleva su nombre en San Pablo una conferencia sudamericana para debatir sobre el estado de la integración regional. Todavía en enero irá a Brasilia para discutir con Dilma y sus ministros principales sobre la aceleración de los planes de inversiones en infraestructura. A fin de mes estará en Cuba para una conferencia y a partir de febrerero iniciará sus “Caravanas de la Ciudadanía”, recorriendo miles de kilómetros por todo el país. Para que esta contraofensiva sea exitosa, el gobierno y el PT deben triunfar en la batalla comunicativa y cultural. De ella depende que el mayor proyecto reformista del continente no sucumba como sus antecesores de hace medio siglo.

miércoles, 16 de enero de 2013

Aspectos políticos de la lucha contra el crimen organizado

En San Pablo fracasó la “tolerancia cero”

Año 6. Edición número 243. Domingo 13 de enero de 2013
En promedio, la PM paulista mata a una persona cada 16 horas. “Evidentemente existe una política institucionalizada para matar. (...) Hay que verificar qué pasó con las investigaciones sobre esas muertes”, dice el presidente del Consejo de Defensa de los Derechos de la Persona Humana de San Pablo, Iván Seixas.
Muchos turistas que visitan las Cataratas del Iguazú suelen pasar a la paraguaya Ciudad del Este, para comprar todo tipo de artículos importados con bajísimos aranceles por el vecino aeropuerto de Minga Guazú, una de las estaciones de cargas aéreas más grandes del continente. En las abarrotadas tiendas conviven en las vitrinas todo tipo de mercaderías, también armas e inclusive de guerra. Quien compra allí una ametralladora o un fusil de asalto puede encargar su envío a domicilio en cualquiera de los países vecinos. Discretamente, pero con seguridad, la recibirá a los pocos días sin costos adicionales.
El paulista Primer Comando de la Capital (PCC) y el carioca Comando Vermelho (CV, Comando Rojo), las mayores bandas criminales de Brasil, no se abastecen en esos shoppings, sino que importan las armas directamente desde Paraguay y Colombia hasta San Pablo y Río de Janeiro. La extensión de estas rutas expresa el tamaño de las redes criminales que cubren Brasil y se anudan en sus dos principales Estados. Del mismo modo el choque entre las estrategias para combatirlas tiene implicaciones para el conjunto de la política brasileña.
El Comando Vermelho fue fundado por Cândido Mendes en 1979 en la prisión de la Ilha Grande, para luchar contra la dictadura e incluía a convictos comunes y militantes de la Falange Roja. En los años ’90 fue la banda más poderosa de Río de Janeiro, pero se debilitó por la competencia de otros grupos, la muerte o la cárcel de sus dirigentes. No obstante, sigue controlando partes de la ciudad y ver las calles etiquetadas con un “CV” es común en muchas favelas de Río de Janeiro. Sus principales rivales son la banda Terceiro Comando Puro (TCP, Tercer Comando Puro) y Amigos dos Amigos (ADA, Amigos de los Amigos). El TCP surgió de la lucha de poder entre los líderes del Comando Vermelho durante la década de 1980.
El Primer Comando de la Capital (PCC), en tanto, surgió en 1993 en el Centro de Rehabilitación Penitenciaria de Taubaté, para defender los derechos de los presos. Sus líderes, Marcos Camacho y Vulgo Marcola, purgan hoy largas condenas. A diferencia del CV, se organiza fundamentalmente desde las prisiones estaduales, donde sus miembros tienen gran libertad de movimientos y de comunicación para conectarse con el exterior. Además, los paulistas no tienen competidores.
Desde 2001, en el Estado de San Pablo (gobernado por el derechista Gerardo Alkmin) alternan épocas de calma con momentos de gran violencia en los que la Policía Militar rompe las treguas negociadas por las autoridades. Con esta política, entre enero y noviembre de 2012 policías militares paulistas mataron a 506 personas en encuentros clasificados como “resistencia seguida de muerte”. En promedio, la PM paulista mata a una persona cada 16 horas. “Evidentemente existe una política institucionalizada para matar. Es imposible que haya tantas personas dispuestas a morir en confrontaciones con la PM. Hay que verificar qué pasó con las investigaciones sobre esas muertes”, dice el presidente del Consejo de Defensa de los Derechos de la Persona Humana de San Pablo, Iván Seixas. Esta conducta de la policía generó la reacción de mandos menores del PCC, que en junio pasado lanzaron una ofensiva matando selectivamente a los responsables por las muertes de 2006, con lo que evidenciaron contar con información policial para identificarlos.
La situación se tranquilizó desde que en noviembre pasado (atendiendo a la alarma generalizada por los efectos de su política, inclusive entre los medios conservadores) Alkmin relevó al secretario de Seguridad Ferreira Pinto, responsable por la política de “tolerancia cero” aplicada desde 2009. No obstante, el pasado 28 de diciembre el exjefe del cuerpo de choque de la PM paulista, Paulo Telhada (electo en la capital del Estado concejal municipal por el PSDB con la quinta mayor votación) declaró que “en tres años el crimen organizado fue desestructurado. Entonces pasaron al todo o nada. Tengo miedo de que el PCC se convierta ahora en un partido político como las FARC”. El fantasma “narcoterrorista” sirve para asustar e inmovilizar a sus oponentes.
Según el especialista en seguridad pública Guaracy Mingardi, durante la gestión del exsecretario Ferreira Pinto se produjo un descontrol de la policía. El sociólogo Thadeu Brandão, en tanto, pone el acento sobre la política penitenciaria, en particular la paulista. “La prisión en Brasil siempre estuvo marcada por el color y el estrato social. La disminución de la criminalidad –añade– fue motorizada en San Pablo por una ola de encarcelamientos masivos.” “En 2000 –complementa su colega José Claudio Alves–, había en el Estado cerca de 92 mil presos. En 2010 ya eran 168 mil.” “Infelizmente –sigue Brandão–, el aumento de encarcelamientos genera a largo plazo un aumento de la criminalidad. Cuando el preso retorna a la sociedad es más ‘peligroso’ y en San Pablo, además, se asocia al PCC.”
“Si las prisiones no son efectivas –continúa–, ¿cuál es el razonamiento del policía? Ejecutar al ‘enemigo’. Esa lógica militar sustituye a la lógica investigativa y de aprehensión/prisión. Al mismo tiempo, los enfrentamientos recrudecen en años electorales. No es casual.”
El especialista señala algunas soluciones posibles: traslado de los cabecillas a prisiones federales, que tienen buenas condiciones edilicias y personal profesionalizado; atender los reclamos de los presos por mejores condiciones de habitabilidad; prestar más atención a las tareas de inteligencia; sustituir en la calle a la Policía Militar por la Civil; dar mejor atención a las familias de los presos, y, finalmente, modificar la administración de Justicia, disminuyendo la cantidad de delitos sancionados con prisión, facilitando el acceso a defensa, haciendo más transparentes los procesos penales y combatiendo el racismo del personal judicial. Se trata de un proyecto de reformas amplias para subsanar el desastre causado por la política del Estado paulista.

domingo, 6 de enero de 2013

Dilma empieza 2013 mirando a 2014

Brasil, entre la popularidad presidencial y los desafíos

Año 6. Edición número 242. Domingo 6 de enero de 2013
El nuevo año encuentra a la presidenta brasileña en la cresta de la aceptación popular y en la línea de largada para nuevos emprendimientos.
La presidenta Dilma Rousseff completó la mitad de su mandato con el 78% de popularidad, pero comienza 2013 con el desafío de relanzar el crecimiento económico, aplicar el paquete de mejoras en infraestructura y logística, además de ampliar el alcance de los programas para sacar a seis millones de brasileños de la indigencia. Pero su mayor reto será contrarrestar la “Operación 2014” con la que los conservadores intentan maniatarla desde la Justicia, los medios y el propio Congreso, para evitar su reelección.
En 2012 Brasil tuvo el menor índice de desempleo de la historia, el 5%. Y eso a pesar de la desaceleración de la economía que, después de crecer el 2,7% en 2011, bajó al 1% en 2012. Para recuperar el ímpetu, se implementaron importantes exenciones impositivas y se liberó a las empresas del pago de las contribuciones jubilatorias. Sin embargo, los empresarios ahora se quejan por la baja de las tasas de interés bancarias. Como comentó Mino Carta –editor de la revista Carta Capital– el pasado viernes 4, “en el caso de las tasas de interés, las medidas del gobierno Dilma revelaron que muchos brasileños que se dicen empresarios son en verdad apenas especuladores”.
En el área de infraestructura, en el segundo semestre el gobierno lanzó un paquete de concesiones para el sector de logística y para el sector eléctrico que van a traer la baja de las tarifas eléctricas hogareñas. También se impulsó la modernización de puertos y aeropuertos. Al mismo tiempo, se concluyó el 38,5% de las obras previstas en la segunda etapa del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC 2). Por el contrario, no se terminaron en el plazo previsto los estadios para la Copa del Mundo de 2014 y la producción industrial brasileña en la comparación interanual mostró en noviembre una caída del 2,5%. En cambio, en el combate a la pobreza (principal meta de su gobierno) los números fueron positivos, aunque todavía queda un 3,4% de indigentes.
En la columna antes citada, Mino Carta hace un balance de la primera mitad del mandato: “En sus primeros dos años de mandato Dilma puso una marca personal a la obra de su antecesor. Se libró de ministros incómodos, siguió por los caminos trazados por Lula en la política social y exterior y lanzó, en fin, las bases de una política económica digna de un gobierno socialdemócrata adaptado a la época”. Sin embargo, advierte que “las dificultades se presentan más allá de la economía, aunque ésta sea importante. De cierta manera ya comenzó la campaña para las elecciones del año próximo y se definieron los temas a tratar. Claro que los portavoces del poder real no convencen más a la mayoría de la Nación. Sobran, empero, los problemas dentro del PT, de la coalición que apoya al gobierno en el Congreso y dentro del mismo gobierno. Asustan –añade– un Supremo Tribunal Federal y un procurador general de la República claramente comprometidos con la ‘Operación 2014’. El gobierno también debe reestructurar el Partido de los Trabajadores, hoy dividido y confundido. La intervención del fundador es indispensable. Lula es el único líder en condiciones de conducir el partido de vuelta hacia sus fuentes y a la energía con que ganó las elecciones en 2002, 2006 y 2010”.
Después de haber sufrido una gran derrota en la votación del Código Forestal, minado por el grupo transversal ruralista, la primera tarea del gobierno este año será aprobar el Presupuesto 2013, que fue frenado por la intervención extemporánea de un juez del STF. A su vez, las inundaciones que enero tras enero afectan la región serrana del estado de Río de Janeiro, destruyendo bienes y vidas, reavivaron en la primera semana del año la discusión sobre las intervenciones gubernamentales de emergencia. Con el pretexto de combatir la corrupción los conservadores han montado una maraña de controles múltiples sobre la ejecución de los planes presupuestados que muchas veces frena completamente la acción estatal. Consecuentemente, el Ministro de Integración Nacional, Francisco Bezerra, reclamó el viernes 4 una modificación de la legislación para intervenciones de emergencia.
Entre tanto, además de la crisis económica internacional y las barreras proteccionistas en EE.UU., los economistas brasileños se preocupan por la desaceleración de la economía argentina. Argentina es el tercer socio comercial de Brasil, después de China y de Estados Unidos, y cada punto de menos de crecimiento argentino significa muchos millones de dólares de menos en el comercio exterior.
Para mantener la economía en funcionamiento, el superávit primario (disponible para pagar las obligaciones de la deuda pública) fue la principal víctima de la política de reducción de impuestos y de aumento de los gastos federales. Para los especialistas, este movimiento esconde un cambio en la política fiscal. En vez de ceñirse a las metas del superávit primario, el gobierno cada vez más se aboca a controlar el déficit en las cuentas después del pago de los intereses de la deuda pública. Para esto el equipo económico confía en la caída de las tasas de interés. Sin embargo, para arreglar las cuentas y conformar a los inversores, el secretario del Tesoro, Arno Augustin, confirmó este viernes 4 que se transfirieron seis mil millones de dólares del Fondo Soberano de Brasil (FSB) al Tesoro, para ayudar a cumplir la meta de superávit primario de 2012. El FSB es un fondo de inversiones del Estado brasileño creado en 2009 para operar contracíclicamente en el contexto de la crisis mundial.
Claro que la maniobra generó la reacción de los conservadores. En la vereda de enfrente, Folha de São Paulo tituló el pasado viernes 4 que “Dilma usa una maniobra contable inédita para engordar el superávit”.
Sin oposición a la vista, el gobierno encuentra hoy sus peores adversarios en la Justicia y en los medios. No pueden derrotarlo, pero sí paralizarlo. Por eso es tanto más importante la renovación del PT. Lula y Dilma tienen diferentes estilos, pero están indisolublemente unidos. Mientras moviliza a sus bases para la nueva batalla, el jefe histórico confía en la Presidenta para un nuevo período. Como dice el repetidamente mencionado Mino Carta: “Hablo de Dilma Rousseff. Siento en ella la fe, la energía, la determinación, la capacidad y el porte de los escogidos por el destino”.