viernes, 29 de septiembre de 2017

Alemania aprovecha a Francia para conducir a Europa


Europa y el avance de la derecha más dura
Angela Merkel está utilizando internamente las propuestas de Emmanuel Macron para la reforma de la UE  
por Eduardo J. Vior
Agencia Paco Urondo
28 de septiembre de 2017
  


En el discurso programático que pronunció el martes 26 en la Universidad de la Sorbona, el presidente francés Emmanuel Macron propuso un plan de ruta para relanzar la Unión Europea y la zona euro en los próximos diez años. No fue casual que lo hiciera dos días después de la elección parlamentaria del pasado domingo 24 que puso a la canciller alemana Angela Merkel ante una complicadísima formación de gobierno. De la composición y el programa de éste dependerá el entendimiento germano-francés que lidera Europa y –para nosotros, los argentinos, muy importante- la estrategia que la Unión Europea seguirá en las actuales negociaciones sobre el Acuerdo de Libre Comercio UE-Mercosur. Por eso hay que estar muy atentos a lo que pasa en Europa.

Macron instó a enfrentar a los partidos ultraderechistas que han ingresado a muchos parlamentos europeos. El Presidente propuso también aceptar una “Europa de varias velocidades”, o sea con distintos grados de integración según las capacidades económicas y financieras. Las medidas propuestas por el mandatario se realizarían en cinco campos claves: la digitalización, el clima, la seguridad y defensa, la migración y cuestiones económicas y comerciales.

En el ámbito de la Seguridad y Defensa, Macron promueve la creación de una fuerza común de intervención para 2020, un presupuesto común de Defensa y una doctrina común de actuación. Además, entre sus planes figura crear una academia de inteligencia europea y una fiscalía europea contra el terrorismo. En lo económico, en tanto, sugirió crear un impuesto sobre las transacciones financieras, para 2020 una banda tarifaria común del impuesto de sociedades y adaptar el salario mínimo a las posibilidades de cada país. Aconsejó asimismo elaborar un presupuesto común de la zona euro y nombrar a un superministro de finanzas que la gobierne.

Cuando el recién elegido presidente francés visitó Berlín el pasado 15 de mayo, Merkel le prometió acompañarlo en sus planes de reforma. Sin embargo, cuatro meses después, y elecciones en Alemania mediante, la situación cambió. En efecto, los partidos que integraron desde 2013 la gran coalición, la CDU/CSU, de la Canciller Angela Merkel, y el SPD, sufrieron el domingo fuertes pérdidas, mientras que los liberales del FDP y la derecha extrema aumentaron sensiblemente su votación. Ante la magnitud de la derrota (el peor resultado desde 1949), el SPD pasó a la oposición. Podría haberse pensado entonces en un gobierno de minoría de los demócrata cristianos (CDU) y socialcristianos de Baviera (CSU) en solitario o en otro –también sin mayoría- con el FDP, pero como Alemania ama la estabilidad, el lunes a la tarde ya se decidió que el próximo gobierno lo formará una coalición de la CDU/CSU con el FDP y Alianza 90/Los Verdes.

Sin embargo, las diferencias entre los futuros miembros son muy grandes y harán falta fuertes compromisos para mantener el nuevo gobierno a flote. La participación del FDP endurecerá la posición alemana respecto a las reformas en la eurozona. Su líder, Christian Lindner, ha dejado en claro varias veces su rechazo a un presupuesto común para la zona euro, porque los liberales lo ven como un intento de cargar al contribuyente germano con la deuda ajena.

De reflejos rápidos, al día siguiente de las elecciones la canciller ya empezó a poner condiciones. “Mi opinión es que podemos tener más Europa, pero eso tiene que con­ducir a más competitividad, más empleo y más influencia de la UE en el exterior”, declaró a la prensa. En cambio, el martes dispuso que el durísimo ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, de 75 años, pase a presidir el Bundestag. De ese modo quitó un escollo a las negociaciones con los liberales que tradicionalmente han ocupado esa cartera, dio a Macron una señal de flexibilidad y puso al frente del parlamento a un dirigente avezado capaz de parar las provocaciones de los neonazis.

En esa tarea será secundado por el SPD, que se retiró a la oposición, primero, para recuperar fuerzas, pero también para evitar que el líder de la derechista Alternativa por Alemania (AfD, por su sigla en alemán), Alexander Gauland, aproveche que ésta se ha convertido en tercera fuerza para presentarse como jefe de la oposición. El 80% de sus votantes están sólo insatisfechos con la situación del país, pero pueden ser manipulados por los (neo)nazis que sólo piensan en provocar y desgastar al futuro gobierno hasta que caiga.

A pesar de que la absoluta mayoría de los alemanes ve positivamente la situación económica general y la propia y que la mayoría piensa asimismo que la democracia funciona bien, muchos califican negativamente el trabajo de la gran coalición, dos tercios temen el aumento de la criminalidad, casi la mitad piensa que el Islam tiene demasiado poder en Alemania y más de un tercio de la población opina que en Alemania viven demasiados extranjeros.

La culpa por esta percepción la tienen, indudablemente, los resabios xenófobos y racistas que nunca desaparecieron de la sociedad alemana, pero principalmente las dificultades y los errores cometidos por el gobierno federal y los estaduales en la integración del más de un millón de refugiados que llegaron desde 2015. Angela Merkel abrió las puertas a la integración masiva para rejuvenecer la población alemana y poder seguir financiando el caro sistema social y previsional, pero las dificultades políticas y administrativas surgidas en la incorporación de los nuevos habitantes dieron pie a la prensa sensacionalista y la AfD para realizar masivas campañas racistas y xenófobas que les dieron este triunfo electoral.

También los Liberales se beneficiaron de su dureza en la política de refugio y, después de haber perdido status parlamentario en 2013, ahora se convirtieron en el cuarto bloque parlamentario.
A partir de la experiencia histórica de la República Federal, la canciller espera fracturar a la derecha populista apenas se la confronte con decisiones parlamentarias complejas, pero, para robarle votos, al mismo tiempo va a derechizar las políticas de refugio y de seguridad y a cooptar a dirigentes. En tanto, para contener a los liberales, adoptará un curso rígido frente a la UE y a Gran Bretaña. Todavía, para contentar a los verdes, deberá, aunque sólo sea en el papel, comprometerse a cerrar las usinas en base a carbón y a imponer el auto eléctrico hasta 2030.

Formar una coalición tan amplia como la que se anuncia será muy difícil y, seguramente, será un gobierno plagado de contradicciones y conflictos. Conociendo a Angela Merkel, puede predecirse que seguirá la corriente y gobernará a los bandazos, hasta tomar una decisión repentina que la deje como única ganadora. En estas condiciones, el coliderazgo franco-alemán sobre Europa será muy complicado. Sería una gran oportunidad para que los países del Mercosur aprovecharan sus contradicciones en las negociaciones sobre el acuerdo comercial, si estuvieran gobernados por presidentes que cuidan el interés nacional, pero no lo están.

Resultado provisorio de la elección parlamentaria alemana del 24-09-17
CDU/CSU (Demócrata Cristianos y Socialcristianos de Baviera)                                 33,0%  -8,5%
SPD (Socialdemócratas)                                                                                                   20,5%  -5,5%
AfD (Alternativa por Alemania, extremistas de derecha)                                             12,6%  +7,9%
FDP (Liberales)                                                                                                               10,7%  +6,0%
La Izquierda                                                                                                                       9,2%  +0,6%
Alianza 90/Los Verdes                                                                                                       8,9%  +0,5%
Otros                                                                                                                                    5,1%  -1,2%

jueves, 28 de septiembre de 2017

Entrevista con la televisión rusa

Vean en "Detrás de la noticia" por la televisión rusa (RT) la entrevista que hoy me hizo Eva Golinger: https://actualidad.rt.com/programas/detras_de_la_noticia/251404-lenguaje-extremista-detras-noticia

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Muchas decisiones se toman pensando en Argentina

El mundo en el que también estamos

Por Eduardo J. Vior
especial para Infobaires24

Argentina no es central en el tablero político internacional, pero muchas decisiones se toman pensando en nuestro país. Por esto es importante entender qué pasa en el planeta

Nuestro país no es una potencia central en los asuntos internacionales actuales. Sin embargo, por su tamaño, su posición geoestratégica, por sus riquezas naturales y el talento de sus habitantes muchas decisiones que se toman en los centros de poder mundiales se hacen pensando en nuestra tierra o nos afectan directa o indirectamente. Por eso la retórica macrista habla de “volver al mundo”, como si alguna vez hubiéramos estado fuera de él.Esta columna semanal, por el contrario, se propone informar sobre hechos, procesos y personas de la política mundial en tanto partes de nuestro país.

El oro argentino en Londres
En 1997 el Banco Central de la República Argentina cambió en Nueva York todas sus reservas en oro por dólares atados a la convertibilidad que se diluyeron en el aire, cuando se acabó ésta.
Veinte años después el gobierno de Mauricio Macri repite el desfalco. El pasado 23 de septiembre el Banco Central informó que enviará a Londres 462 millones de dólares en lingotes de oro. Se trata de 11.000 mil kilos del metal precioso adquiridos en 2012 durante la gestión de Mercedes Marcó Del Pont en el Banco Central para fortalecer las reservas.

En un sentido totalmente contrario, China ha comenzado a firmar sus futuros contratos de compra de petróleo en yuanes con respaldo en oro. Actualmente, este país asiático es el mayor importador de petróleo del mundo y está preparándose para prescindir por completo del uso de dólares en estas operaciones. La medida argentina se corresponde, en realidad, con la necesidad de Estados Unidos, Gran Bretaña y los Países Bajos de acumular oro ante el abandono del dólar como divisa por un creciente número de países.

Esto sin contar que Argentina y Gran Bretaña tienen un grave conflicto de soberanía sobre las Islas Malvinas y que el gobierno de Londres ha militarizado la administración malvinense. Además, el dinero corre el riesgo de ser embargado por fondos buitre y el Banco Central se queda sin reservas para el caso (muy probable) de que se dispare una nueva crisis de la deuda externa que no cesa de subir.

El referendo de independencia de los kurdos en Irak y los compromisos entre Macri y Netanjahu
Este lunes 25 el 90% de los votantes en el Kurdistán iraquí optó por la independencia. Aproximadamente 40 millones de kurdos viven repartidos entre Irak, Siria, Irán y Turquía, estados que rechazaron la consulta por temor a la fragmentación de sus territorios. Teherán y Ankara, incluso, desplazaron tropas a sus áreas limítrofes con el Kurdistán iraquí como advertencia.

El único miembro de la comunidad internacional que impulsa la independencia y la creación de un gran Estado kurdo es Israel. Para ello, Tel Aviv aduce la comunidad histórica de intereses entre judíos y kurdos. En la época del cautiverio en Babilonia (s. VI ANE) los judíos fueron confinados en las regiones del norte y muchos permanecieron en la zona. Todavía, cuando se creó el Estado de Israel en 1948, muchos judíos kurdos inmigraron a la nueva nación y hoy hay en Israel unos 200.000 ciudadanos de ese origen.
 
Desde la década de los 60 Israel ha entrenado a los milicianos kurdos en el norte de Irak. Si Kurdistán se independiza y une, será su gran aliado en la retaguardia árabe. Además, en las regiones kurdas de Irak e Irán hay enormes yacimientos de petróleo, comparables a los de Nigeria. Por esta razón, durante su reciente gira latinoamericana, el primer ministro israelí Benjamin Netanjahu recabó el apoyo argentino y paraguayo contra la minoría siriolibanesa que habita en las fronteras entre Argentina, Brasil y Paraguay. Si en Medio Oriente estalla una nueva guerra, Israel pretende que nuestros países eviten que desde la confluencia del Paraná y el Iguazú se apoye a los árabes con dinero y armas. Como a principios de la década de 1990, nuevamente quedamos involucrados en un conflicto internacional ajeno.

Merkel afirma el timón en la tormenta
La composición del gobierno de coalición que se forme como resultado de la elección parlamentaria alemana del pasado domingo 24 influirá en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Por eso nos interesa analizarla atentamente.

A pesar de que los demócrata cristianos (CDU/CSU) de la Canciller Angela Merkel, se mantuvieron con el 34% de los votos como primera minoría, perdieron el 8,5% de los sufragios que permitieron a los liberales (FDP) regresar al parlamento después de cuatro años y a la derechista Alternativa por Alemania (AfD) ingresar como primer partido liderado por (neo)nazis desde 1949. Los socialdemócratas (SPD), que habían cogobernado desde 2013, se hundieron en el 20%, su peor marca histórica. Por eso y, para evitar que AfD encabece a la oposición, decidieron abandonar el gobierno. La Izquierda (9,2%) y Los Verdes (8,6%) van últimos como quinta y sexta fuerza respectivamente.
Indudablemente, la recepción de más de un millón de refugiados –que deberían contribuir a financiar las pensiones- ha derivado votos hacia la derecha, aunque probablemente con una pequeña ayuda de hackers y tuiteros rusos.

La mayoría de los votantes prefiere una coalición de gobierno entre la CDU/CSU, el FDP y Los Verdes. Sin embargo, las diferencias entre estos partidos son enormes y las tratativas serán muy difíciles. La muñeca de la Canciller y la consciencia de todos de que no hay alternativas van a impulsar un compromiso. No obstante, será un gobierno propenso a sufrir frecuentes crisis. Alemania dejará de ser tan predecible como hasta ahora y cambiará de rumbo a menudo.

Desde hace diez años Merkel se ha convertido en líder de la Unión Europea cuya economía ha saneado a costa de los más débiles. La ha mantenido en el campo liberal, pero con un creciente distanciamiento de EE.UU. Por el otro lado, aunque tiene conflictos con Rusia, no es rusófoba. La Canciller aspira a afirmar la cooperación con la Francia liberal de Emmanuel Macron, para conquistar los mercados africanos y suramericanos y afirmar el poder europeo en el mundo multipolar, pero, para lograrlo, deberá imponer nuevamente su liderazgo en el gobierno y en la calle.

El pueblo argentino tiene interés en el fortalecimiento de la Unión Europea como interlocutor en el escenario internacional, pero sin perder soberanía ni entregar su futuro. También en este caso lo que allá pase nos atañe.

martes, 26 de septiembre de 2017

Después de la elección Alemania se torna impredecible

Un fantasma recorre el Bundestag

Tras el crecimiento de la extrema derecha, Merkel diseñó una coalición inédita que deberá sostener el liderazgo alemán y neutralizar a la vez la amenaza xenófoba y euroescéptica.


Ya es un lugar común decir que la elección parlamentaria alemana del domingo fue “histórica”. En efecto, los co-gobernantes de la CDU/CSU, de la canciller Angela Merkel, y el SPD sufrieron fuertes pérdidas, mientras que los liberales del FDP y la derecha extrema aumentaron sensiblemente su votación. Los primeros volvieron al parlamento y los segundos ingresaron ingresó por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. La jefa de gobierno se prepara a organizar el próximo gabinete con una inédita alianza de cuatro partidos. Con un equipo tan diverso, las crisis serán frecuentes, pero la líder demócrata cristiana espera fortalecerse con ellas y quebrar a la ultraderecha. Alemania mantendrá el timón de Europa y afirmará el lugar de ésta en el mundo, pero habrá perdido su previsibilidad.

Ante la magnitud de la derrota (el peor resultado desde 1949), ya el domingo a las 18 horas el candidato del SPD, Martin Schultz, anunció que su partido pasaba a la oposición. Podría haberse pensado entonces en un gobierno de minoría de la CDU/CSU en solitario o en otro –también sin mayoría– con el FDP, pero como la opinión popular alemana ama la estabilidad, el lunes a la tarde ya el 54% de los encuestados se definía por una coalición de la CDU/CSU con el FDP y Alianza 90/Los Verdes, llamada “Jamaica”, porque reúne el negro de la CDU con el amarillo del FDP y el verde de los ecologistas, igual que la bandera de ese país antillano.

El SPD se retiró a la oposición, primero, porque Angela Merkel se apropió de todas las propuestas socialdemócratas y la gran coalición (2005-09 y 2013-17) no les redituó, pero también, segundo, para evitar que el líder de la derechista Alternativa por Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), Alexander Gauland, aproveche que ésta se ha convertido en tercera fuerza para presentarse como jefe de la oposición en el parlamento. El 80% de sus votantes están sólo insatisfechos con la situación del país, pero pueden ser manipulados por este espacio de extrema derecha.
 
Curiosamente, el 84% de los habitantes ve positivamente la situación económica nacional y la propia. La mayoría también piensa que la democracia funciona bien. Sin embargo, sólo el 51% aprueba el trabajo de la gran coalición, el 70% teme que se profundice la fractura de la sociedad en ricos y pobres, dos tercios temen el aumento de la criminalidad, casi la mitad piensa que el Islam tiene demasiado poder en Alemania y más de un tercio de la población opina que en Alemania viven demasiados extranjeros.
La mayoría de estas preocupaciones tiene que ver con el más de un millón de refugiados que Alemania recibió entre 2015 y 2016 y con las dificultades para incorporarlos a la mayoría social. Surgido en 2013 como partido antieuropeo, AfD se montó sobre la ola antiinmigrante y asumió banderas racistas y xenófobas que le dieron este triunfo electoral.

También los liberales se beneficiaron de su dureza en la política de refugio. Después de haber perdido status parlamentario en 2013, ahora se convirtieron en el cuarto bloque parlamentario.

 

La Canciller sigue teniendo un poder de convocatoria sin par. De todos modos, casi la mitad piensa que 12 años de gobierno Merkel son suficientes y la acusan de ambivalente. Sin embargo, ella valora esa cualidad como reflexividad y no tiene miedo de formar una coalición tan heterogénea como la que se anuncia.

A partir de la experiencia de décadas pasadas, la Canciller confía en que la derecha populista se fracture apenas confrontada con decisiones parlamentarias complejas. Por ejemplo, la todavía presidenta del partido, Frauke Petry, anunció en la conferencia de prensa del lunes a la mañana que formará un bloque unipersonal extrapartidario. Petry aboga por construir una derecha “civilizada” dentro del arco constitucional, en tanto el electo jefe del bloque parlamentario, Alexander Gauland, es un provocador a quien sólo interesa la banca como tribuna de agitación. Para aprovechar estas contradicciones, la Canciller va a derechizar las políticas de refugio y de seguridad y a cooptar a dirigentes.

Nadie se imaginaba la coalición que ahora se anuncia y las negociaciones van a ser largas y duras, ya que en algunos temas las diferencias son enormes. Por ejemplo, los verdes exigen que hasta 2030 se cierren todas las usinas eléctricas alimentadas con carbón y que, a partir de entonces, no se patenten más coches con motor de combustión, lo que los liberales rechazan. Sin embargo, aunque la CDU también está en contra, Merkel ratificó el objetivo de, en el mismo lapso, reducir sustancialmente la emisión de gases de efecto invernadero.

En tanto, ante el rechazo de los futuros socios, los ecologistas deberán guardar en el cajón su propuesta de universalización de la protección médica, que quitaría a las cajas de seguros un negocio muy lucrativo.
 
No obstante, liberales y verdes coinciden en acelerar la digitalización del país y en proteger los derechos civiles y la privacidad de los datos, un ámbito en el que chocarán con los demócrata cristianos afectos al control policial. De todos modos, los cuatro partidos quieren más policías en las calles.

Tanto la política europea como las intervenciones militares fuera de Europa van a ser temas de controversia. Mientras que los liberales rechazan la propuesta del presidente francés Emmanuel Macron para dotar a la zona del euro con una política presupuestaria común, los verdes y partes de la CDU podrían aceptarla. Por su parte, la Bundeswehr (el ejército federal alemán) realiza misiones antiterroristas en Mali y en Afganistán que los verdes cuestionan contra la opinión de liberales y demócrata cristianos.

La discusión sobre la política de refugio, finalmente, se va a concentrar sobre el número máximo de personas que el futuro gobierno estaría dispuesto a recibir por año. Sólo los ecologistas se niegan a fijar dicho límite. Los demás partidos, en tanto, no piensan ni pueden ceder en esta cuestión, si quieren parar a AfD.

Formar una coalición tan amplia como la “Jamaica” será una tarea de titanes y, seguramente, su gobierno estará plagado de contradicciones y conflictos. Conociendo a Angela Merkel, puede predecirse que la Canciller gobernará a los bandazos, dejando que las crisis maduren durante un tiempo, hasta tomar una decisión repentina que la deja como única ganadora. Europa y el mundo deberán acostumbrarse a una Alemania cambiante e inconstante. Es el precio que todos tendrán que pagar para seguir dialogando con Angela Merkel a quien todos conocen, muchos estiman y pocos fuera del país aman.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Rajoy pone en riesgo la unidad española

Dos trenes pueden chocar frontalmente en Cataluña

Por Eduardo J. Vior
especial para Infobaires24


Después de que el miércoles 20 la Guardia Civil y los Mossosd’Esquadra (policía autónoma catalana) detuvieron a los 14 principales funcionarios de Hacienda de la comunidad y secuestraron nueve millones de boletas electorales, la organización del referendo independentista convocado para el próximo 1º de octubre quedó desarticulada. La polarización ente Madrid y Barcelona fortalece, por un lado, la unidad de los partidos centralistas (PP, PSOE y Ciudadanos) y, por el otro, rescata a los catalanistas de su grave crisis de legitimidad, pero amenaza la unidad de España y la continuidad de la monarquía.

El viernes 22 por la tarde la Justicia dejó en libertad a los detenidos del miércoles, aunque quedaron imputados por sedición. Al mismo tiempo, la delegación del gobierno central en Cataluña advertía a los directores de escuelas que el próximo día 1 no debían abrirlas a personas ajenas. Por su parte, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, publicaba en una página web los lugares de votación para consulta de los electores. Mientras tanto, miles de manifestantes continuaban en las calles protestando contra la represión del gobierno central.

En tanto, numerosos funcionarios electorales de la autonomía renunciaron a sus cargos, para no tener que pagar la multa de 12.000 euros diarios por desacato impuesta por el Tribunal Constitucional. Sin administración de hacienda ni justicia electoral, con las boletas incautadas y las escuelas cerradas, persistir en la convocatoria al referendo es un acto simbólico sin efectos legales. Sin embargo, los tres principales partidos catalanistas (PDdeC, ERC y CUP) no tienen otra alternativa, ya que el gobierno de Mariano Rajoy, los partidos españolistas y la Justicia no les dejan margen.

Sólo Unidos Podemos, que ha convocado para este domingo en Zaragoza a una gran asamblea de cargos electos de distintas fuerzas mediadoras de toda España, trata de construir un puente de diálogo. Su propuesta es que el Estado permita realizar el referendo, pero que el mismo no sea vinculante y, si triunfa el separatismo, abrir un proceso de reforma constitucional que permita una mayor autonomía de la región o su separación en paz.

Por el contrario, el ministro de Economía Luis de Guindos ofreció en una entrevista que le hizo el Financial Times más autonomía económica y un mejor sistema de financiación para Cataluña, si desiste del referendo independentista. Una propuesta tardía y miope.

El temido choque de trenes estaba cantado desde que el Parlament, el 7 de septiembre pasado aprobó las llamadas leyes de desconexión (de convocatoria al referendo y de transición jurídica hacia la República Catalana), aboliendo de hecho la Constitución española de 1978 y el Estatuto de Autonomía. Esa decisión desató la metódica reacción en cadena de Mariano Rajoy. Sin embargo, la espectacular escenificación de la operación policial ha sido acogida por muchos catalanes como una grave afrenta. La indignación social ha rebasado el independentismo, para extenderse a sindicatos, rectores, estudiantes, colegios profesionales e instituciones emblemáticas como el Fútbol Club Barcelona.

El actual proceso tiene su origen directo en la impugnación en 2010 por el Tribunal Constitucional del Estatuto de Cataluña de 2006, aprobado por los parlamentos catalán y español y refrendado por el 74% de los votantes. Esta sentencia desautorizó a ambos parlamentos y quitó todo valor a la manifestación democrática del pueblo catalán. Con este antecedente se consideró delito la consulta popular del 29 de noviembre de 2014 en la que 1.800.000 personas votaron a favor de la independencia. Así la máxima autoridad judicial del país adquirió un carácter partidista y perdió autoridad.

El conflicto de fondo, empero, se remite al principio constitucional de la “indisoluble unidad de la nación española” (Artículo 2 de la Constitución de 1978), continuamente invocado por los centralistas, para condenar el referendo. Sin embargo, de acuerdo al testimonio de Jordi Solé Tura, uno de los “padres” de la Constitución, en 1985, la actual redacción del artículo no resultó de la Asamblea Constituyente, sino de una imposición militar y, por consiguiente, su legitimidad es dudosa. En realidad, el artículo fue el resultado del triunfo del nacionalismo conservador español, para el que la nación española es independiente de la voluntad popular, sobre el “nacionalismo cívico”, que la concibe como la asociación libre de los habitantes en ejercicio de sus derechos.

En suma, el proceso actual ha surgido de una amplia demanda social del pueblo de la región. Acudir a la retórica de la amenaza a la integridad de España para neutralizar este impulso sólo puede entenderse como el intento de la monarquía, las grandes corporaciones, la cúspide de la Justicia y el conservadurismo desacreditado para mantener sus privilegios a costa de la democracia. Esta tozudez veta la posibilidad de ejercer el derecho a decidir sobre la autodeterminación por otra vía que no sea la de la insumisión o la reforma constitucional y agudiza la confrontación. No hay nación más sólida que la que se basa en el consenso cívico y la justicia social. Rajoy ha cambiado el debate: ya no es “independencia, sí o no”, sino la defensa de los derechos civiles y políticos de todos los españoles. Los catalanistas pueden haber extremado el reclamo por razones tácticas, pero el Presidente del Gobierno está arriesgando la continuidad de la monarquía española y de España misma.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Shelle vende ecología para inocentes

La petrolera holandesa presentó su informe sobre el consumo energético para los próximos años con un panorama incierto. El rol de las nuevas energías y el lugar precario de la Argentina.


Hace dos semanas Royal Dutch Shell presentó a los inversores en Londres y Nueva York su pronóstico sobre la producción y demanda de energía para las próximas décadas.  La primera conclusión del complejo estudio es que antes de 2030 difícilmente se alcance el pico de demanda de petróleo. A pesar del barullo actual de los medios sobre los coches eléctricos, Shell calcula que para 2025 recién el diez por ciento de los automotores del mundo funcionarán con electricidad. Por eso el mamut del Mar del Norte está invirtiendo masivamente en la producción de gas natural licuado (GNL) y ha puesto el pie en la comercialización de electricidad. No obstante esta previsión de largo plazo, expertos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtieron el lunes 18 que la generalizada falta de inversión por los bajos precios actuales llevará hasta 2020 a la escasez de hidrocarburos y, consecuentemente, al alza brusca de los precios, con el consecuente perjuicio para los países y regiones castigados por la desinversión, como Argentina.

Por su parte, otras previsiones, como la que publicó la noruega DNV GL, ligada a la empresa estatal Statoil, sugieren que el consumo de petróleo continuará aumentando hasta más o menos 2028, para luego descender sostenidamente. Si se tiene en cuenta el largo plazo que requieren las inversiones en el sector, esta prognosis puede influir fuertemente sobre el mercado de capitales.

El bajo nivel de los precios del petróleo desde hace más de tres años preocupa doblemente a las empresas del sector: por un lado, porque todas han reducido sus inversiones, no saben cuándo la demanda superará nuevamente a la oferta y temen no estar preparadas para aumentar la producción. Al mismo tiempo, por el otro lado, necesitan saber en qué momento dejará definitivamente de crecer el consumo de petróleo, para no meterse en inversiones a muy largo plazo que, quizás, no reditúen. Ante este panorama incierto, las mayores corporaciones –como Shell– buscan apropiarse de reservas existentes, no invertir en su desarrollo, pero tenerlas disponibles para cuando crezca la demanda. Esto es lo que todas las empresas petroleras hacen actualmente con Brasil y Argentina, entre otros países. Entre tanto, comienzan a diversificar sus inversiones, para preparar la transición de modelo energético.

El mayor ejemplo de esta doble estrategia lo ha dado hace dos semanas la propia Royal Dutch Shell, cuando después de un siglo ha decidido poner a la venta sus acciones sobre los yacimientos petroleros de Irak, para concentrarse en el gas natural. Al mismo tiempo, como su competidora francesa Total está desplazando sus inversiones hacia la producción y comercialización de electricidad, también Shell ha aprovechado los recursos de British Gas (que compró a principios de 2016) para invertir en el mercado eléctrico británico.
Las preocupaciones por el cambio climático, el crecimiento más lento de la población mundial, la sofisticación de la demanda, las nuevas tecnologías que han desvinculado el aumento de la producción industrial del de la energía y el desarrollo de nuevas fuentes energéticas han contribuido juntos a disminuir el papel del petróleo y a marginar el carbón.

El informe de Shell señala que muchos esperaban que durante 2016 el crecimiento de la oferta de GNL superaría el de la demanda, pero sucedió al contrario. China e India siguieron aumentando sus compras en el mercado mundial y seis nuevos importadores se añadieron al mercado: Colombia, Egipto, Jamaica, Paquistán y Polonia. Los mayores ganadores fueron Australia y Estados Unidos, quienes aumentaron sustancialmente sus exportaciones.

Mientras tanto, la producción argentina de petróleo y gas sigue bajando por segundo año consecutivo y ya se encuentra al nivel de 1981, o sea un 40% por debajo del máximo alcanzado en 1998. Antes de ser Ministro de Energía, además de Presidente de Shell Argentina, José Luis Aranguren era su Gerente de Distribución y Comercialización para América del Sur. La empresa tiene su principal centro regional de licuefacción de gas en Trinidad-Tobago. Por eso le interesa más ampliar en Argentina sus plantas de regasificación que invertir en la producción. Si, cuando aumenten los precios, la oferta mundial de la empresa no basta, recurrirá también a los yacimientos existentes en el país, mientras gastamos preciosas divisas en importar el fluido que podríamos producir. En estas condiciones Argentina no podrá dar el paso hacia nuevas energías, sino que deberá salir a comprarlas, aumentando así su dependencia. La transición “ecológica” de Shell sólo servirá a sus dueños, habitantes del Palacio Real de Amsterdam.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Netanjahu y Macri quieren llevarnos a la guerra

Eduardo J. Vior: Medio Oriente, nueva guerra y Argentina involucrada


Si el próximo 25 de septiembre los kurdos que habitan el norte de Irak hacen el referendo convocado por el gobierno regional para separarse de Bagdad, puede comenzar una nueva guerra internacional. Durante su reciente visita a Argentina el primer ministro israelí Benjamin Netanjahu ya proclamó su apoyo a la fractura de Irak, mientras firmaba acuerdos con Mauricio Macri y su par paraguayo Horacio Cartes que pueden extender el conflicto al Cono Sur de América.

Desde que Donald Trump es presidente se ha hecho habitual la bifurcación de la política exterior norteamericana: mientras que el mandatario cumple seriamente su promesa de combatir al terrorismo, el “Estado profundo” (la comunidad de inteligencia y el Pentágono) insiste en recurrir al terrorismo, al tráfico de armas y de drogas, para desestabilizar gobiernos y justificar guerras. La historia se está repitiendo en torno al referendo kurdo.

Ante un grupo de enviados de la ONU, Estados Unidos y el Reino Unido el presidente regional kurdo, Masud Barzani, se comprometió este jueves 14 a postergar eventualmente el referendo independentista, aunque advirtió luego que el mismo es irrenunciable.La delegación internacional propuso a Barzani un plan de concesiones mutuas entre Bagdad y Erbil, pero el mandatario kurdo adujo que primero debía consultar a otros líderes de la región autónoma.

La Casa Blanca teme que la separación de Kurdistán provoque una guerra con el gobierno central de Irak y debilite la lucha contra el Estado Islámico (EI) que todavía controla algunas zonas en el oeste del país. Agudizando el conflicto, el mismo día 14 el parlamento central iraquí destituyó al gobernador de la norteña provincia de Kirkuk impuesto por las milicias kurdas. Kirkuk es una provincia poblada por árabes y kurdos, rica en petróleo, que, al ser expulsado el EI, fue tomada por los kurdos. La advertenciadel parlamento central fue acremente rechazada por el legislativo regional kurdo.Por su parte, Siria, Turquía e Irán están alarmados por la eventualidad del referendo kurdo en Irak, porque también tienen minorías kurdas y temen la fractura de sus territorios.

Desde hace muchos años la CIA y el Mossad financian y entrenan a los milicianos del Partido Democrático del Kurdistán en Irak, acaudillado por la dinastía Barzani, contra los gobiernos de Bagdad. Cuando en 2014 irrumpió el Estado Islámico, capturando extensas regiones del norte y centro del país, el gobierno de coalición de Haider al Abadi, con el apoyo conjunto de iraníes y norteamericanos, incorporó a los kurdos para poder vencer a los terroristas con una base amplia. Ahora, cuando Irak y Siria, con el apoyo de Irán, Rusia y el libanés Hizbulá, están alcanzando el triunfo, Benjamin Netanjahu empuja a sus aliados kurdos, para desatar un gran conflicto internacional que obligue a Estados Unidos a enfrentar a Irán.

El anuncio del primer ministro israelí desde Buenos Aires siguió en pocos días a una conferencia que el Mayor General Yair Golan, ex-subcomandante del Ejército Israelí, dio en Washington en la que apoyó la independencia de Kurdistán y dijo que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por su sigla en kurdo), que desde hace treinta años intenta separarse de Turquía, no es una “organización terrorista”, como la califica, entre otros, Estados Unidos.

Las declaraciones del militar tuvieron un gran eco internacional, primero, porque evidencian que Israel busca una nueva guerra para dividir a sus vecinos del norte y derrotar a Irán y, segundo, porque hace plausible la denuncia rusa sobre la colusión entre la CIA, el Mossad y el Estado Islámico. Según informó el portal Sputnik Internacional, el pasado 7 de septiembre helicópteros norteamericanos habrían rescatado a una veintena de jefes del EI de la ciudad oriental de Deirez-Zor, prácticamente recuperada por el Ejército Árabe Sirio. Si bien el pasado viernes 15 el mismo portal admitió que podrían haber sido informantes norteamericanos o yihadistas desertores, el hecho de que la USA F haya hecho la operación sin consulta con sirios y rusos es, por lo menos, sospechoso.

Los lazos de la inteligencia occidental e israelí con organizaciones salafistas son largamente conocidos. Lo novedoso es que “Bibi” Netanjahu haya lanzado la última operación desde Buenos Aires.

El primer ministro y su esposa Sara están imputados entres procesos por corrupción. En uno de ellos están inculpados casi todos sus amigos y colaboradores. Si la justicia no ha logrado, por el momento, inculpar a Netanyahu, sí ha demostrado que el primer ministro israelí se rodea de mafiosos.No obstante, éste es cada vez más popular. Sus electores lo describen como un tipo peligroso…, pero lo apoyan precisamente por eso. La mayoría de los israelíes no comparten su afán expansionista, pero se creen amenazados por los árabes y ven al primer ministro como el único capaz de protegerlos. “Bibi” se aprovecha de ese temor patológico, para huir de sus problemas internos y, de paso, hacer negocios.
Precisamente por sus estrechos lazos personales con la familia Trump (y todavía más con la del yerno del presidente, Jared Kushner), el jefe de gobierno israelí sabe que el presidente norteamericano no quiere guerras que desvíen esfuerzos de la reconstrucción de la economía norteamericana. Para superar esos reparos y obligar al gobierno norteamericano a apoyarlo, Netanjahu busca ampliar al máximo el alcance del conflicto venidero. En su intento encontró en la Casa Rosada un socio igualmente inescrupuloso, necesitado de apoyo para su política represiva y que ya se aprovechó de haber desviado la responsabilidad por los atentados de 1992 y 1994 hacia Irán y Hizbulá, para tomar el poder y afirmarse en él. A Mauricio Macri no le importa si, al revolver el avispero en las fronteras con Brasil y Paraguay, se despiertan eventuales células yihadistas dormidas. Al contrario, si Israel logra desatar una guerra en gran escala en Oriente Medio y Argentina y Paraguay provocan una ola de atentados en la región, será una bienvenida oportunidad para instaurar dictaduras y conquistar apoyo norteamericano.

El afán de poder y las tramas corruptas en las que se imbricó Carlos Menem llevaron a que entre 1992 y 1994 casi 120 personas perdieran la vida en los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA. Mauricio Macri tiene más deseo de poder y es más corrupto que su antecesor. ¿Cuán fuertes son sus negocios con Netanjahu, como para que esté tan dispuesto meternos en un conflicto con el que no tenemos nada que ver y que va a tener consecuencias luctuosas para nuestros pueblos?

martes, 5 de septiembre de 2017

Dos visiones chocan en torno a Corea

La cuestión coreana

Mientras Corea del Norte prueba misiles, dos estrategias políticas diferentes –y varios conflictos laterales– chocan en torno al país liderado por Kim Jong-Un.


Después de que el domingo por la mañana Corea del Norte (RDPC, por su nombre oficial) probó en una explosión subterránea una bomba de hidrógeno, un vacuo discurso belicista se apoderó de Washington. Kim Jong-un aprovechó que la semana se abriría con la cumbre de los BRICS en el sureste de China y se cierra con un foro económico en Vladivostok, para poner brutalmente la cuestión coreana en la agenda multilateral. Paradójicamente, esto puede servir para que los aliados de Estados Unidos en la región le hagan entender a éstos que existe una alternativa pacífica.

Vladímir Putin y Xi Jinping han acordado este domingo “manejar apropiadamente” la prueba nuclear norcoreana, informó la agencia china de noticias Xinhua. Los mandatarios se reunieron en Xiamen, en la costa de la suroriental provincia de Fujian, donde las naciones del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) estuvieron reunidos domingo y lunes con el objetivo originario de fortalecer la asociación que debieron modificar, cuando la prueba nuclear norcoreana se coló y dominó la agenda.

China ha expresado una “categórica protesta” sobre el ensayo y en un comunicado entregado este lunes a la embajada de la RDPC en Beijing ha reafirmado la doble propuesta ruso-china de que Pyongyang congele su programa nuclear y que, simultáneamente, EE.UU. y Surcorea (RdC, por su nombre oficial) desistan de sus maniobras militares conjuntas.
 
Dmitri Peskov, el portavoz del presidente de Rusia, explicó el lunes que Putin y Xi Jinping han coincidido en que es importante “evitar el caos” y que todas las partes involucradas “manifiesten discreción”. Después de reunirse con Xi Jinping, el presidente ruso ha mantenido un diálogo telefónico con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en el que insistió en el valor de las soluciones políticas y diplomáticas. Lo mismo dijo el lunes en la conversación telefónica con su homólogo de la RdC, Moon Yae-in. Peskov informó asimismo que Putin todavía no planea reunirse con Kim Jong-un.

La discusión sobre este tema continuará en el Foro Económico Oriental que se reúne del 6 al 8 de septiembre en la ciudad costera rusa de Vladivostok en la que está planeada una reunión cumbre entre los presidentes de Rusia y la RdC con el primer ministro japonés, quizás también con algún representante chino.

 

Por el contrario, Corea del Sur y Estados Unidos están discutiendo el despliegue de un portaviones y bombarderos estratégicos, según informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap. El ejército estadounidense instalará próximamente cuatro lanzadores del sistema de defensa antimisiles THAAD en su nueva base, 300 kilómetros al sur de Seúl, y militares surcoreanos realizarán este mes un simulacro unilateral de fuego vivo con cohetes de alcance medio Taurus. La agencia agregó que la inteligencia surcoreana había detectado “indicios” de que Pyonyang se prepara para llevar a cabo más lanzamientos de cohetes balísticos y por eso quiere demostrar “fuerza”.

Este lunes, asimismo, Donald Trump ha confirmado en una conversación telefónica con Shinzo Abe que su país “está preparado para usar armas nucleares contra Corea del Norte en caso de necesidad”. La sucesión de mensajes que ha dado el presidente desde el domingo a la mañana ha incentivado los rumores de que está en marcha una operación en gran escala. Repitiendo modelos anteriores, entonces, la embajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, pidió que el lunes se reuniera el Consejo de Seguridad, pero tras varias horas de discusión no hubo acuerdo. Mientras que EE.UU., Gran Bretaña y Japón pedían sanciones más severas contra Corea del Norte, China y Rusia advirtieron sobre la inutilidad de las mismas y abogaron por la diplomacia.

Entre tanto, para forzar a China a presionar a Corea del Norte para que abandone su programa nuclear, el presidente estadounidense declaró este domingo que su país puede poner fin al comercio “con cualquier país que haga negocios con Corea del Norte”, lo que las autoridades chinas rechazaron inmediatamente. El año pasado Pyonyang comerció por un total de 6.550 millones de dólares, un 4,7% más que en 2015, el 90% del cual se realiza con China. Un pequeño volumen para ésta, pero Beijing no quiere romper el diálogo con su vecino y menos aún por imposición de Estados Unidos.
Rusia y China quieren tratar la cuestión coreana en un marco multilateral, porque está estrechamente vinculada con el cerco que los Estados Unidos han montado desde Asia Nororiental hasta la frontera chino-india. Rusia tiene pendiente con Japón el contencioso sobre las islas Kuriles, que la antigua URSS ocupó en los días finales de la Segunda Guerra Mundial. China y Japón, en tanto, tienen permanentes roces por la posesión de islas y atolones en el Mar Oriental de China. Al ya antiguo conflicto con Taiwán se sumó desde hace pocos años la construcción por China de islas artificiales en el Mar Meridional que ha agudizado la tensión con Vietnam, Malasia y Filipinas. Para echar nafta al fuego, además, el Pentágono ha decidido realizar regularmente patrullas navales en dichas aguas que los chinos ven como flagrante provocación. Finalmente, recién el pasado 28 de agosto China e India acordaron retirar sus tropas de un paso del Himalaya, junto a la frontera con Bután, donde durante dos meses estuvieron al borde de la guerra. El apretón de manos entre el presidente Xi y el primer ministro indio Modi en el BRICS selló la reconciliación que ahora será cimentada con acuerdos económicos.

La complejidad e interrelación de estos conflictos impide resolver aisladamente la cuestión coreana. Kim lo sabe y presiona con su armamento nuclear, para obligar a China y Rusia a facilitarle negociaciones directas con Estados Unidos. Los aliados asiáticos de Washington también lo saben, pero no logran torcer el rumbo de éste, porque, desde que Donald Trump perdió el control de la política exterior a manos de los militares, la lógica diplomática ha sido remplazada por la de la zanahoria y el palo.

Corea del Norte está intentando conseguir que EE.UU. se siente a la mesa de negociaciones para poner oficialmente fin a la guerra de Corea (1948-53), mientras que Washington persiste en su negativa a dialogar con potencias más pequeñas y sigue actuando, como si todavía dominara la situación.

Los líderes norteamericanos saben que la guerra no es una solución a la crisis coreana, pero insisten en intimidar a los norcoreanos y no vislumbran que una negociación integral hoy se avizora como el único camino hacia la distensión regional. Lo contrario sería una larga noche, negra y fría.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Cesar la agresión a China traería la paz a Corea

Sin diálogo entre Xi Jinping y Donald Trump no habrá paz en Corea del Norte
El conflicto en la península en el Nordeste de Asia es sólo parte de uno más amplio
Eduardo J. Vior
Tiempo Argentino
3 de septiembre de 2017


AFP
El lanzamiento por Corea del Norte el martes pasado de un cohete de alcance medio que sobrevoló la norteña isla japonesa de Hokaido y cayó en el Pacífico, así como la gran maniobra aérea de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur sobre la península, dos días después, agudizaron nuevamente el miedo a una guerra nuclear. Muchos analistas ven en las amenazas recíprocas entre Pyongyang y Washington meras poses que anticipan futuras negociaciones, pero estas dependen de la mediación de China. Para Beijing, a su vez, la crisis coreana es sólo una parte de un conjunto de conflictos regionales que requiere una solución combinada. Esta visión holística de los chinos, precisamente, es lo que los dirigentes y militares norteamericanos no entienden.

Como respuesta a la operación norcoreana la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), la surcoreana y la japonesa realizaron el jueves pasado sobre la península coreana un ejercicio de tiro de dimensiones nunca antes vistas. Ya el miércoles el presidente Donald Trump había tuiteado que "hablar no es la respuesta" a dar a Norcorea, si bien el secretario de Defensa, Jim Mattis, posteó más tarde que "nunca nos hemos apartado de la diplomacia". Al mismo tiempo, el presidente de Corea del Norte Kim Jong-um anticipó nuevos lanzamientos "para contener la amenaza" desde la isla norteamericana de Guam.

Pocas horas después del hecho el Consejo de Seguridad de la ONU lo condenó unánimemente, aunque no adoptó nuevas sanciones contra Pyongyang.

Los líderes occidentales han exigido a Beijing que presione a Corea del Norte, para hacerla desistir de su programa nuclear, a lo que la Cancillería china les recordó que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU combinan las sanciones contra Corea del Norte con negociaciones de paz y los instó a dialogar.

China ve la crisis en Corea como vinculada a los demás focos regionales de tensión. Este sábado, por ejemplo, el canciller Wang Yi advirtió al gobierno derechista japonés de Shinzo Abe que no intente aprovechar la crisis coreana para reformar la Constitución y autorizar el aumento y la expansión del área de operaciones de sus fuerzas militares, porque China lo vería como una amenaza contra su independencia.

Al mismo tiempo el Wall Street Journal informó que el comando norteamericano del Pacífico (Pacom) fue autorizado a realizar patrullas navales regulares en el Mar Meridional de China que no harán más que elevar la tensión. Parte de la misma estrategia es también el reclamo que la Cancillería vietnamita hizo el jueves contra supuestas maniobras navales que China realizaría en el Mar Meridional.

La crisis coreana se colará seguramente en la agenda de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del BRICS que desde este domingo hasta el martes se reúne en Xiamen, en la costa de la sureña provincia china de Fujian. El grupo evaluará asimismo el estado de la relación entre India y China, que durante dos meses estuvieron al borde de la guerra por un conflicto de límites en el Himalaya y recién el pasado 28 de agosto acordaron retroceder las tropas.

También los próximos 6 y 7 de septiembre se reunirá en el puerto ruso de Vladivostok (cerca de la frontera coreana) el tercer Foro Económico Oriental. Allí estarán representantes de numerosos países y grandes corporaciones. El encuentro permitirá que el primer ministro japonés Shinzo Abe, el presidente ruso Vladimir Putin y el coreano Moon Jae-in conversen sobre Corea, quizás incluyendo a algún representante chino.

EE UU y Corea del Norte no pueden hacerse la guerra, primero, porque Seúl está a tan sólo 41 kilómetros de la frontera norcoreana y Pyonyang tiene 8000 piezas de artillería dirigidas contra la ciudad. Por su parte Norcorea tiene la experiencia de que su país fue destruido casi por completo por las bombas incendiarias estadounidenses en 1950.Las amenazas mutuas son entonces meras poses, pero si son percibidas erróneamente, igual pueden desatar una catástrofe.

Los militares norteamericanos creen que, si presionan a China, pueden obligarla a hacer concesiones, pero, sobre todo en la víspera del Congreso del Partido Comunista del próximo 18 de octubre, Xi Jinping no puede retroceder y será aún más enérgico.

Kim sabe que, mientras dure la extrema tensión en Asia Oriental, los chinos lo protegerán. Para Beijing, Corea del Norte es una carta más en su juego regional. El conflicto chino-indio se ha enfriado, pero ambas partes necesitan mejorar su relación económica, para prevenir que se recaliente y, al mismo tiempo, convencer a Vietnam y Filipinas de que es mejor hacer negocios que meterse en juegos militares de resultado dudoso. Si se distiende el conflicto en el Mar Meridional, China y Rusia podrían incluir a Corea del Norte en un sistema colectivo de cooperación económica que la ponga en diálogo con Surcorea y Japón. Con este, finalmente, es con quien China tiene los mayores problemas, pero hasta el momento de encararlos quizás el gobierno y los militares estadounidenses hayan estudiado geografía e historia y aprendido los beneficios de la cooperación e induzcan a su mayor aliado asiático al diálogo. «