Sin diálogo entre Xi Jinping y Donald Trump no habrá paz en Corea del Norte
El conflicto en la península en el Nordeste de Asia es sólo parte de uno más amplio
Eduardo J. Vior
Tiempo Argentino
3 de septiembre de 2017
Tiempo Argentino
3 de septiembre de 2017
El lanzamiento por Corea del Norte el martes pasado de un cohete
de alcance medio que sobrevoló la norteña isla japonesa de Hokaido y
cayó en el Pacífico, así como la gran maniobra aérea de Estados Unidos,
Japón y Corea del Sur sobre la península, dos días después, agudizaron
nuevamente el miedo a una guerra nuclear. Muchos analistas ven en las
amenazas recíprocas entre Pyongyang y Washington meras poses que
anticipan futuras negociaciones, pero estas dependen de la mediación de
China. Para Beijing, a su vez, la crisis coreana es sólo una parte de un
conjunto de conflictos regionales que requiere una solución combinada.
Esta visión holística de los chinos, precisamente, es lo que los
dirigentes y militares norteamericanos no entienden.
Como
respuesta a la operación norcoreana la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos (USAF), la surcoreana y la japonesa realizaron el jueves pasado
sobre la península coreana un ejercicio de tiro de dimensiones nunca
antes vistas. Ya el miércoles el presidente Donald Trump había tuiteado
que "hablar no es la respuesta" a dar a Norcorea, si bien el secretario
de Defensa, Jim Mattis, posteó más tarde que "nunca nos hemos apartado
de la diplomacia". Al mismo tiempo, el presidente de Corea del Norte Kim
Jong-um anticipó nuevos lanzamientos "para contener la amenaza" desde
la isla norteamericana de Guam.
Pocas horas después del hecho el
Consejo de Seguridad de la ONU lo condenó unánimemente, aunque no adoptó
nuevas sanciones contra Pyongyang.
Los líderes occidentales han
exigido a Beijing que presione a Corea del Norte, para hacerla desistir
de su programa nuclear, a lo que la Cancillería china les recordó que
las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU combinan las
sanciones contra Corea del Norte con negociaciones de paz y los instó a
dialogar.
China ve la crisis en Corea como vinculada a los demás
focos regionales de tensión. Este sábado, por ejemplo, el canciller Wang
Yi advirtió al gobierno derechista japonés de Shinzo Abe que no intente
aprovechar la crisis coreana para reformar la Constitución y autorizar
el aumento y la expansión del área de operaciones de sus fuerzas
militares, porque China lo vería como una amenaza contra su
independencia.
Al mismo tiempo el Wall Street Journal informó que
el comando norteamericano del Pacífico (Pacom) fue autorizado a realizar
patrullas navales regulares en el Mar Meridional de China que no harán
más que elevar la tensión. Parte de la misma estrategia es también el
reclamo que la Cancillería vietnamita hizo el jueves contra supuestas
maniobras navales que China realizaría en el Mar Meridional.
La
crisis coreana se colará seguramente en la agenda de la cumbre de jefes
de Estado y de gobierno del BRICS que desde este domingo hasta el martes
se reúne en Xiamen, en la costa de la sureña provincia china de Fujian.
El grupo evaluará asimismo el estado de la relación entre India y
China, que durante dos meses estuvieron al borde de la guerra por un
conflicto de límites en el Himalaya y recién el pasado 28 de agosto
acordaron retroceder las tropas.
También los próximos 6 y 7 de
septiembre se reunirá en el puerto ruso de Vladivostok (cerca de la
frontera coreana) el tercer Foro Económico Oriental. Allí estarán
representantes de numerosos países y grandes corporaciones. El encuentro
permitirá que el primer ministro japonés Shinzo Abe, el presidente ruso
Vladimir Putin y el coreano Moon Jae-in conversen sobre Corea, quizás
incluyendo a algún representante chino.
EE UU y Corea del Norte no
pueden hacerse la guerra, primero, porque Seúl está a tan sólo 41
kilómetros de la frontera norcoreana y Pyonyang tiene 8000 piezas de
artillería dirigidas contra la ciudad. Por su parte Norcorea tiene la
experiencia de que su país fue destruido casi por completo por las
bombas incendiarias estadounidenses en 1950.Las amenazas mutuas son
entonces meras poses, pero si son percibidas erróneamente, igual pueden
desatar una catástrofe.
Los militares norteamericanos creen que,
si presionan a China, pueden obligarla a hacer concesiones, pero, sobre
todo en la víspera del Congreso del Partido Comunista del próximo 18 de
octubre, Xi Jinping no puede retroceder y será aún más enérgico.
Kim
sabe que, mientras dure la extrema tensión en Asia Oriental, los chinos
lo protegerán. Para Beijing, Corea del Norte es una carta más en su
juego regional. El conflicto chino-indio se ha enfriado, pero ambas
partes necesitan mejorar su relación económica, para prevenir que se
recaliente y, al mismo tiempo, convencer a Vietnam y Filipinas de que es
mejor hacer negocios que meterse en juegos militares de resultado
dudoso. Si se distiende el conflicto en el Mar Meridional, China y Rusia
podrían incluir a Corea del Norte en un sistema colectivo de
cooperación económica que la ponga en diálogo con Surcorea y Japón. Con
este, finalmente, es con quien China tiene los mayores problemas, pero
hasta el momento de encararlos quizás el gobierno y los militares
estadounidenses hayan estudiado geografía e historia y aprendido los
beneficios de la cooperación e induzcan a su mayor aliado asiático al
diálogo. «
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estimad@s lector@s:
Este es un blog moderado. Sus comentarios serán evaluados antes de la publicación, para evitar spam.
Agradezco su atención.
Eduardo J. Vior