domingo, 29 de septiembre de 2013

Alemania, la potencia imprevisible

Ángela Merkel busca compañía

Año 6. Edición número 280. Domingo 29 de Septiembre de 2013
Seducción. Merkel busca aliados para formar gobierno.
 
Alemania. El triunfo de la canciller no evitó que el oficialismo tenga dificultades para formar gobierno. Por un lado, los tradicionales aliados sufrieron un retroceso y, además, los socialdemócratas exige modificar la economía a cambio de su apoyo.

Después del abrumador triunfo de Ángela Merkel en las elecciones parlamentarias del domingo pasado, Alemania ha entrado en un período de inestabilidad que hace imprevisible la política europea. La Canciller salió victoriosa de la compulsa, pero perdió a su aliado preferido: el Partido Liberal Democrático (FDP), expulsado del Bundestag por primera vez desde 1949. Dado que la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, socio regional de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la jefa de gobierno, rechaza formar coalición con Alianza 90 más Los Verdes y todos rechazan negociar con La Izquierda, una gran coalición entre la CDU, la CSU y el Partido Socialdemócrata (SPD) es la alternativa más probable. Sin embargo, al decidir la convención socialdemócrata el pasado viernes someter los resultados de las negociaciones con Merkel a un referendo interno, es difícil que se forme gobierno en el corto plazo. La votación se realizará antes de la reunión del congreso partidario en Leipzig, el próximo 14 de noviembre, y será vinculante.
De acuerdo con los resultados oficiales provisorios, la Unión alcanzó en conjunto el 41,5% por ciento de los votos, el SPD obtuvo el 25,7%, tercera salió La Izquierda (Die Linke) con el 8,6% y cuartos Los Verdes con el 8,4%. Afuera del Bundestag quedaron el FDP con el 4,8% de los votos, la Alternativa por Alemania (AfD) con el 4,7% y los Piratas con el 2,2%. La cámara baja del parlamento federal tendrá en los próximos cuatro años 630 diputados. CDU y CSU juntas ocuparán 311 bancas, el SPD, 192 bancas, La Izquierda, 64 y Los Verdes, 63. En un cálculo aritmético SPD, Verdes e Izquierda podrían coaligarse, pero los primeros no quieren compromisos con la izquierda y los verdes no están entusiasmados. Sólo queda como opción la gran coalición de la CDU, más la CSU con el SPD, pero Ángela Merkel deberá atender además a la oposición extraparlamentaria. El sensacional triunfo de la Alternativa por Alemania, el partido euroescéptico fundado apenas en enero pasado, obligará a la Canciller a una retórica de dureza en la política europea, rechazando el tercer paquete de rescate para Grecia y los eurobonos con los que el SPD quiere “europeizar” la deuda pública de los países en mayores dificultades.
Las negociaciones para la formación de gobierno serán duras. Como la Canciller tiene apenas cinco votos menos de la mayoría parlamentaria absoluta, en una gran coalición el SPD perdería perfil y para recuperar imagen, subrayará las diferencias, por ejemplo, en la política impositiva. La CDU y la CSU rechazan cualquier aumento de impuestos, mientras que el SPD quiere subir la tasa más alta del impuesto a los ingresos brutos y reintroducir el impuesto a la riqueza. Sin embargo, no se descarta que CDU/CSU y SPD se pongan de acuerdo en este campo. Del mismo modo podrían introducir el salario mínimo, que en Alemania no existe, para mejorar la situación de los casi dos millones de asalariados cuyos sueldos no cubren el mes. La Unión pretende lograrlo mediante contratos colectivos de trabajo por ramas y zonas, en tanto El SPD y Los Verdes quieren hacerlo por ley. Sin el lastre de la alianza con los liberales, Merkel negociará más cómodamente en esta cuestión.
Más complicadas, en cambio, van a ser las negociaciones sobre política familiar. El SPD está contra el subsidio a la crianza impuesto por la presión de la católica CSU, porque –argumenta– condena a la mujer a quedarse en casa para criar a los niños, y reclama la creación de un subsidio universal para jardines maternales e infantiles. Por el contrario, el primer ministro bávaro Horst Seehofer, que obtuvo casi el 50% de los votos en la elección regional del mismo domingo 22, se opone para resaltar su perfil conservador.
También en la equiparación de las uniones homosexuales con las heterosexuales y la regulación de la cuota femenina por ley chocan conservadores y socialdemócratas. Al contrario, podrían acordar la suba progresiva de la edad jubilatoria hasta los 67 años. Lo contrario sucederá en la política de salud, en la que los socialdemócratas y los verdes quieren sustituir las cajas de seguros públicas y privadas por un seguro universal que pagarían todos los habitantes. Asimismo chocan en la política energética y climática, ya que, aunque todos coinciden en el abandono de la energía atómica, Los Verdes exigen también que se deje de usar el carbón como combustible hasta 2020.
Según encuestas de la semana pasada, la mitad de los alemanes desea una gran coalición, pero, como los desacuerdos entre la CDU/CSU y el SPD son más que los acuerdos, será difícil que alcancen un compromiso. Ante la actual polarización de la sociedad alemana el Partido Socialdemócrata (SPD) no puede retroceder más. La insistencia de la nueva conducción verde en una reforma impositiva progresiva dificulta también la formación de gobierno. Ángela Merkel puede presionar a los socialdemócratas hasta que cedan, pero no puede hacerles concesiones en la política europea por temor a la Alternativa por Alemania (AfD). A su vez, si el SPD se rinde y asegura la gobernabilidad, su espacio político será ocupado a la vez por La Izquierda y por los nacionalistas de AfD. La Canciller puede entonces hacer fracasar las negociaciones y especular con alcanzar la mayoría absoluta en nuevas elecciones, pero dejaría al país sin gobierno representativo por tres meses más y a Europa sin poder tomar decisiones para manejar la crisis.
Alemania se ha hecho imprevisible. La crisis parlamentaria puede resolverse en pocos días o durar meses. El futuro próximo pondrá a prueba la solidez de las instituciones, pero también la habilidad de sus líderes para recrear el consenso republicano. Rara vez tanto dependió en Europa y el mundo de la destreza y serenidad de tan pocos.

domingo, 22 de septiembre de 2013

México profundiza las reformas neoliberales

Un pacto maleducado

Año 6. Edición número 279. Domingo 22 de Septiembre de 2013
 
Con la Reforma Educativa, Enrique Peña Nieto afecta la capacidad movilizadora
de uno de los pocos focos de resistencia sindical.

La devastación que dejaron los huracanes que atravesaron México hace una semana acalló momentáneamente los clamores de maestros y profesores que en todo el país protestan contra la llamada Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto avalada por los principales partidos en el Pacto por México. Sin dudas, la movilización volverá con bríos la semana próxima, poniendo a prueba la fuerza de los contendientes en esta batalla nodal para el futuro del neoliberalismo y de la estrategia norteamericana en la cuenca del Pacífico.
Doce mil profesores de distintos niveles escolares marcharon este miércoles, convocados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de México, hacia la plaza de Las Tres Culturas, en la ciudad de México. Previamente, la CNTE convocó a una suspensión de clases en todas las escuelas del sistema público entre el miércoles y el viernes. La manifestación se realizó en protesta a la reforma educativa aprobada en diciembre de 2012 que ha incrementado la inconformidad dentro del magisterio por la aprobación de tres reglas reglamentarias que, al decir de representantes sindicales, “modifican sustancialmente las relaciones laborales” entre los maestros y el Gobierno.
El dirigente Pedro Hernández explicó que “junto a académicos, investigadores y legisladores hemos analizado a detalle esta llamada reforma educativa y sus leyes reglamentarias y no encontramos una sola línea en los textos de la reforma que hable de como transformar la educación en nuestro país”. Dice que “se esperaría que hablar de una reforma educativa es pensar de un cambio hacia adelante que va a beneficiar a la escuela pública, a la educación, a los trabajadores, al pueblo y lo que estamos viendo en esa reforma es que sustenta la responsabilidad exclusiva del fracaso educativo en los docentes”.
Asegura que más de la mitad de las escuelas públicas en México son unidocentes o bidocentes, lo que quiere decir que uno o dos maestros se encargan de los seis grados de la educación primaria en comunidades bastante alejadas, donde sufren carencia de infraestructura, internet, agua potable y luz. Hernández dice que con esta nueva reforma los profesores están bajo evaluación constante, por lo que en caso de que el docente repruebe dicha evaluación queda fuera del sistema de docencia. “Ésta en una constante amenaza”. Agregó que “no estamos en contra de la evaluación, pero no puede ser una evaluación para correr docentes”.
En un volante a los padres solicitándoles su solidaridad la CNTE vincula la lucha docente con la resistencia de distintos sectores contra las “reformas estructurales” previstas en el Pacto por México. Allí se pone: “actualmente nuestro México se encuentra agraviado por las reformas estructurales (entre ellas la Reforma Educativa) que acaban con los derechos y conquistas históricas de nuestro pueblo; motivo por el cual seguimos impulsando con mayor fuerza la lucha social en todos los sectores de nuestra comunidad. La tarea no será fácil, en ocasiones remaremos contra corriente; pero unidos como sociedad venceremos. ¡Unidos y organizados venceremos!”
Sin embargo, ante el consenso interpartidario y la energía puesta por el gobierno para imponer sus reformas neoliberales, el sindicato docente debe repensar sus métodos de lucha. Con desigual éxito se realizó el paro nacional docente por 72 horas dispuesto por la CNTE. Especialmente en los estados del sur se cumplió ampliamente, en otras partes de la Federación menos y en algunos estados hasta se enfrentó con “marchas de niños” contra la suspensión de actividades. El paro se dirigió puntualmente contra la decisión de dar de baja al docente si falta tres días injustificadamente a las aulas, como lo marca Ley General del Servicio Profesional Docente, según declaró Víctor Manuel Agustín Reyes, integrante de la sección política de la Sección 22 de Oaxaca. Sin embargo, la CNTE canceló previamente la megamarcha que tenían contemplada para el lunes, para evitar choques con el desfile de las Fuerzas Armadas en conmemoración del inicio de la Independencia de México en 1810.
La llamada Reforma Educativa es uno de los componentes más importantes del Pacto por México. Éste es un acuerdo político nacional firmado el 2 de diciembre de 2012 en el Distrito Federal por el Presidente de la República y los líderes del Partido Acción Nacional (PAN), el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El Pacto tiene como acuerdo principal “profundizar el proceso democrático” con base en tres ejes rectores: el fortalecimiento del Estado mexicano, la democratización de la economía y la política, así como la ampliación y aplicación eficaz de los derechos sociales y la participación de los ciudadanos como actores fundamentales en las políticas públicas. En su voluminosa redacción incluye capítulos sobre diferentes reformas de cuño neoliberal morigeradas por algunas cláusulas democráticas que impuso el PRD.
La Reforma Educativa, a su vez, es una reforma constitucional que fue aprobada por el Congreso Nacional en diciembre pasado. En febrero de 2013, la reforma fue declarada constitucional por el Poder Legislativo Federal y promulgada por el Ejecutivo. El 10 de septiembre de 2013 el presidente Peña Nieto promulgó la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente. De acuerdo a la información oficial “la Reforma está estructurada para buscar el mejoramiento constante y el máximo logro educativo de los estudiantes, siendo el Estado quien garantizará los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de docentes y directivos para el cumplimiento de tal precepto constitucional en un marco de inclusión y diversidad. Se eleva a rango constitucional la posibilidad para que los padres de familia puedan expresar su opinión sobre los planes y programas educativos.”
Se adiciona al artículo 3 de la Constitución Federal la fracción IX para crear el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, coordinado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y se le da a este último el carácter de organismo público autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propios. La labor del instituto será evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del sistema educativo nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior.
Sin embargo, los múltiples críticos de la Reforma señalan que ésta se queda en la recuperación del control del magisterio por el Estado mediante la evaluación. Los cambios a la ley regulan el ingreso y la permanencia en la carrera docente, pero no la definen. Los opositores acusan que se trata, en realidad, de una reforma laboral en materia educativa y es justamente ahí donde se inscribe la protesta magisterial. Hace décadas el Estado había cedido ese control al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), hasta que esa fuerza gremial se convirtió en un factor más que contribuyó a destartalar al sistema educativo por obra de caciques sindicales del priísmo como Carlos Jongitud Barrios y Elba Esther Gordillo. Ésta fue detenida y procesada por enriquecimiento ilícito y corrupción en 2012. Contra ellos surgió la CNTE hace 30 años con reivindicaciones de democracia sindical, hasta convertirse –como dice el antropólogo de izquierda Roger Batra— en una excrecencia del SNTE, dogmática y “sobreideologizada”, con algunas reivindicaciones aceptables y otras francamente anacrónicas.
México está cansado. Como todos los países que acaban de salir de la barbarie de una guerra civil encubierta con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico que costó 120.000 vidas en un decenio y medio, primero quiere paz y está dispuesto a aceptar cualquier solución que la garantice. Con su Pacto por México y gestos decididos de gobierno, como su asistencia a las víctimas de las tormentas “Manuel” e “Ingrid” que asolaron el país la semana pasada, Enrique Peña Nieto tiene una importante cuota de consenso popular para poner en ejecución su política. Las reformas neoliberales previstas en el Pacto por México son determinantes también para el éxito de la Iniciativa del Pacífico pergeñada por los EE.UU. para rodear a China. Peña Nieto ha comenzado por las más estratégicas: con la del petróleo abrió Pemex al ingreso de capitales norteamericanos; con la de la educación golpea con fuerza sobre uno de los pocos sindicatos mexicanos que aún tienen capacidad de movilización a nivel nacional. El Pacto por México ha generado la impresión de que existe un amplio consenso interpartidario y eso llega bien después de los catastróficos doce años del PAN. La educación no es lo importante, sino dar vuelta el país sin demasiadas protestas.

Si querés la paz en internet, preparate para la guerra cibernética

Rousseff contraataca en Nueva York

Año 6. Edición número 279. Domingo 22 de Septiembre de 2013
Otros tiempos. Barack Obama y Dilma Rousseff antes del replanteo de la relación bilateral.
 
La presidenta brasileña dio un golpe de efecto. Aprovechó la crisis provocada por el espionaje norteamericano a Petrobras para demostrar que no tira la toalla. Canceló la visita oficial a Estados Unidos y va a la ONU a defender un Internet democrático, neutro y al servicio de la paz. 
 
Las Naciones Unidas no parecen servir para compensar el unilateralismo de los Estados Unidos, pero las reuniones anuales de su Asamblea General siguen ofreciendo buenas cámaras para enviar mensajes al mundo. Herida por la invasión electrónica norteamericana, la presidenta Dilma Rousseff está aprovechando por estos días su doble rol de disparadora de los debates y oradora para marcar distancias y proponer una estrategia alternativa para el orden mundial.
Por primera vez en la historia de la ONU una mujer abrió el miércoles el período de sesiones plenarias de la Asamblea General. Con un discurso programático, la representante brasileña retomó el rol que su país tuvo ya en 1947, cuando su presidente fue el primer orador del debate general. En su discurso, Rousseff abordó la grave crisis financiera mundial, la reforma de la ONU, el cambio climático y el desarrollo sostenible, entre otros temas. “Hoy, más que nunca, el destino del mundo está en las manos de todos sus líderes, sin excepción. Hoy es menos importante decir quién causó los problemas, lo que importa es hallar soluciones colectivas y verdaderas. O nos unimos todos y salimos juntos vencedores o todos seremos derrotados”, subrayó.
“Esta crisis es demasiado seria, como para que sea administrada sólo por unos pocos países”, continuó. Sus gobiernos y bancos centrales se han arrogado la responsabilidad mayor en la conducción del proceso, pero como todos sufrimos las consecuencias de la crisis, todos tenemos el derecho a participar en la búsqueda de soluciones”, continuó. “No es por falta de recursos financieros que los líderes de los países desarrollados aún no hallaron una solución a la crisis, sino por falta de recursos políticos y algunas veces por carecer de ideas claras”, remató.
“Brasil está listo para asumir sus responsabilidades como miembro permanente del Consejo de Seguridad”, anunció. Afirmó, además, que para que no surja el terrorismo donde no existe y para que no comiencen nuevos ciclos de violencia y se multipliquen las víctimas civiles en los conflictos, son esenciales las actuaciones del Consejo de Seguridad que serán más acertadas cuanto más legítimas. En ese sentido, la presidenta brasileña sostuvo que la legitimidad de ese órgano depende cada día más de su reforma.
Con este discurso, la presidenta brasileña abrió el período de sesiones de la Asamblea General. Seguramente, cuando hable el martes próximo en nombre de su propio país como primera oradora del período, no será tan delicada. Después de las denuncias de E. Snowden publicadas por O Globo sobre el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) a las comunicaciones privadas de la presidenta y a la conducción de Petrobras, el Planalto y el Alto Mando militar brasileño asumen que Brasil fue atacado por una potencia extranjera y se encuentra en una guerra de nuevo tipo, cibernético, como señaló su ministro de Defensa Celso Amorim en una reciente entrevista con Página12.
Para preparar el contraataque y ampliar su apoyo civil, la presidenta reunió el pasado lunes 16 al Comité Gestor de Internet (CGI), entidad mixta para el gobierno de la red que reúne representantes del gobierno, el sector empresarial, la sociedad organizada y la comunidad académica. Aún antes del encuentro, Dilma afirmó ante periodistas que en su discurso ante la ONU denunciará el espionaje norteamericano. Dilma destacó que su discurso va a destacar la necesidad de mantener la neutralidad de la red mundial y la prohibición de usarla para acciones de espionaje. Según declaró, el presidente de los Estados Unidos ya fue informado sobre el tenor del discurso.
La presidenta dio un golpe de efecto. Aprovechó la crisis provocada por el espionaje norteamericano a Petrobras para demostrar que no tira la toalla. Canceló la visita oficial a Estados Unidos planeada para octubre próximo y va a la ONU a defender un internet democrático, neutro y al servicio de la paz. Al cancelar la visita a Obama, ganó autoridad para hablar en el podio de la Asamblea General y plantear una agenda de discusión que seguramente encontrará adeptos entre sus colegas.
Un beneficio secundario, pero importante del enérgico posicionamiento de la presidenta brasileña va a ser el desarrollo de sistemas criptográficos propios para defender la seguridad de las redes. En la época de Lula, los servicios de la presidencia descubrieron que todos los sistemas de seguridad informática usados en el núcleo central del Estado eran norteamericanos. Para protegerse, se desarrolló entonces un sistema propio dentro del proyecto “João de Barro” con la participación de varias entidades gubernamentales (civiles y militares) y universidades. Este proyecto creó una plataforma genuinamente brasileña a la que la NSA no tendría acceso. El desafío, hoy, dicen especialistas que participaron de aquel proyecto, es saber hasta qué punto el “João de Barro” efectivamente se está utilizando y si sigue siendo seguro.
Según estos mismos técnicos, el ministro de Defensa, Celso Amorim, se reveló en la reunión como el más interesado en el tema y se va a reunir nuevamente con el Comité Gestor cuyos especialistas ofrecieron al gobierno propuestas para enfrentar las intromisiones norteamericanas. Así, Dilma transformó una grave afrenta política en un instrumento para reequipar la seguridad del gobierno federal, recuperar legitimidad interna y presentarse mundialmente como la adalid de la defensa de la seguridad informática de las naciones emergentes.
Roberto Amaral, vicepresidente del Partido Socialista Brasileño (PSB) que acaba de abandonar la coalición de gobierno y ex-ministro de Ciencia y Tecnología de Lula (2003-04), constató el pasado miércoles 18 en su blog lo siguiente: “El hecho objetivo es que la guerra ya comenzó y que no estamos preparados para ella, como no lo estábamos en 1914 y 1942, cuando entramos en las guerras mundiales. De acuerdo con testimonios del general Alberto Cardoso, que estuvo a cargo de la inteligencia nacional bajo la presidencia de F. H. Cardoso, ya somos blanco de esta guerra desde 2001. El entonces responsable de la inteligencia brasileña se refería al proyecto ‘Echelon’ –comandado por los Estados Unidos y con la participación del Reino Unido, Canadá y Alemania– que en aquella época ya podía interceptar comunicaciones por e-mail, voz y fax. Por su parte, en declaraciones ante el Congreso brasileño en 2008 el ingeniero electrónico Otávio Carlos Cunha, director del Cepec (Centro de Investigaciones y Desarrollo para la Seguridad de las Informaciones de la Agencia Brasileña de Inteligencia, ABIN), ‘el Echelon intercepta todas las comunicaciones (…), todo lo que está en el aire, en satélites, enlaces de microondas y torres’.”
“Cada vez más, la diplomacia de los Estados Unidos es ejercida por el Departamento de Defensa que conduce una permanente guerra no declarada en la que destacan el papel de las agencias de inteligencia y los ataques cibernéticos a blancos civiles o militares y el asesinato de adversarios seleccionados, sean líderes políticos o científicos. Tampoco existe ninguna razón objetiva para no sospechar que por lo menos China y Rusia, además de la OTAN, estén trabajando con los mismos objetivos y las mismas armas.”
Dilma Rousseff sabe que por ahora es imposible alcanzar la regulación internacional de internet mediante negociaciones multilaterales, pero el que avisa no traiciona. Ante el unilateralismo de las grandes potencias occidentales, Brasil se proclama libre para cooperar bilateralmente con quien quiera para defender sus redes estratégicas. Aceptar que los países emergentes debemos rechazar un nuevo intento conquistador cerrando filas dentro y fuera de las fronteras fortalece el liderazgo de Dilma y la coloca en la primera fila de los países emergentes. Este período de sesiones de la Asamblea General marca el inicio de una nueva confrontación mundial y la presidenta brasileña es la encargada de proclamarlo.

domingo, 15 de septiembre de 2013

"She needs a little help from her friends"

Mami Merkel sola no puede

Año 6. Edición número 278. Domingo 15 de Septiembre de 2013
Una semana antes de las elecciones generales en Alemania nadie duda que Angela Merkel será la próxima Canciller federal, pero la orientación de su política dependerá de la coalición que logre formar.

Sesenta millones de votantes están convocados a las urnas el próximo 22 de setiembre para elegir el 18° Bundestag desde 1949. Previsiblemente, Angela Merkel seguirá siendo Canciller federal. No obstante, las pequeñas grandes sorpresas que puede deparar el resultado electoral cambiarían la coalición con la que la vieja/nueva Canciller gobernará hasta 2017 y su política interior y exterior. El futuro de Alemania y el de buena parte de la política europea y mundial dependen del humor del dos por ciento de los electores alemanes.
Cada elector tiene dos votos distritales: con el primero elige a su candidato, con el segundo opta entre listas partidarias. La mitad de las bancas del Bundestag se ocupa por el voto directo y la otra, por las listas partidarias. Aprovechando este doble voto los partidos pequeños suelen hacer campaña por el segundo voto, para moderar al socio mayor imponiéndole una coalición. El Partido Liberal Democrático (FDP) usa habitualmente esta opción, para seguir en el parlamento gracias a sufragios democratacristianos prestados, pero a veces lo hace también la Unión Democratacristiana (CDU) de Merkel, para asegurarse el FDP como socio y evitarse coaligar con el Partido Socialdemócrata (SPD). Sin embargo, como el número de bancas a repartir por el segundo voto está fijo, el tamaño de los bloques parlamentarios depende también del número de partidos en el Bundestag. Si entran más, los bloques serán más pequeños. Sólo conociendo estas fintas del sistema político alemán puede entenderse que todos los analistas estén hoy mirando qué pasa con el FDP y con la recién fundada Alternativa por Alemania (AfD).
Una semana antes de las elecciones, todos los institutos de estudios de opinión coinciden en ubicar a la CDU junto con su réplica bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), en torno al 40% de la intención de voto. El SPD oscila entre el 25 y el 27%; Los Verdes, entre el 9 y el 12,5%; La Izquierda, entre el 8 y el 10% y el FDP, entre el 5 y el 6,8%. La conservadora y nacionalista AfD, a su vez, varía entre el 3 y el 4% y no entraría al parlamento, pero muchos entrevistados temen manifestarse públicamente por este partido antieuropeo fundado en enero pasado y es incierto cuántos votos obtendrá.
Aparentemente, el centroizquierda y la izquierda (SPD+Verdes+Izquierda) sumados estarían en paridad técnica con la coalición hoy gobernante de CDU/CSU y FDP, pero el SPD y Los Verdes tienen demasiadas diferencias con La Izquierda. Por otra parte, la mala imagen del candidato socialdemócrata Peer Steinbrück impide crecer al SPD. Además, la Canciller le ha quitado la bandera de la justicia social y el SPD tampoco logra ofrecer alternativas a la política europea de Merkel.
No obstante, como la Canciller tiene la reelección asegurada, muchos votantes democratacristianos piensan que su voto ya no es necesario. Merkel teme que esta actitud provoque una alta abstención de votantes de centro y potencie la capacidad movilizadora de los pequeños partidos en ambas márgenes del espectro político. Si el FDP cae debajo del cinco por ciento y la AfD entra al parlamento, Merkel deberá formar gobierno con el SPD y hallará enérgicas oposiciones por izquierda y derecha. Por otra parte, todavía hay un importante número de indecisos.
Al mismo tiempo, el advenimiento de un partido conservador y nacionalista, pero democrático, como la AfD, hizo más imprevisible la política alemana interior y exterior. El rescate que ésta hace de la política de equilibrio europeo de Otto von Bismarck puede alejar a Alemania de la OTAN, poner en cuestión los rescates para el Sur europeo y acercar a Berlín y Moscú. En lo interno, si los votantes democratacristianos decepcionados por la Canciller votan a la AfD, el sistema partidario alemán tendría seis partidos minoritarios con coaliciones potencialmente cambiantes y perdería su estabilidad habitual.
Angela Merkel gobierna ya desde hace ocho años. Su pueblo y sus interlocutores externos están habituados a ella. El 54% del electorado la votaría, si se eligiera directamente al jefe de gobierno, porque la ve confiable, enérgica, simpática y competente, aunque indecisa cuando surgen problemas, hasta que sigue la preferencia de la mayoría de la población. Ella y la CDU van a mantener la política centrista con la que se adaptaron a los enormes cambios recientes en la sociedad alemana y superaron la crisis. A la economía alemana y a la mayoría de sus habitantes les va bastante bien, la deuda pública disminuye, la zona euro sobrevive y las empresas alemanas exportan cada vez más. Claro que la desigualdad social ha aumentado, por el exorbitante aumento de la riqueza concentrada. Pero la mayoría rechaza los impuestos a los altos ingresos y el salario mínimo propuestos por la oposición, aunque se manifiesta apolítica. Por eso, con Merkel siente que “mami se encarga de los problemas”.
La elección del parlamento regional de Baviera que se realiza hoy es un test para la elección federal. El gran estado del Sureste, agrario e hiperindustrial y católico conservador es gobernado desde 1948 por una versión propia de la democracia cristiana, la Unión Socialcristiana (CSU). Su líder actual, Horst Seehofer, ha conducido una enérgica campaña contra los rescates de las economías sureuropeas y por la introducción del peaje en las autopistas alemanas hasta ahora gratuitas. Si la CSU alcanza nuevamente la mayoría absoluta que tuvo hasta 2008 y el FDP no supera la barrera del cinco por ciento, Angela Merkel tendrá problemas para formar gobierno en Berlín.
Si en la elección federal el FDP queda afuera del parlamento y la AfD entra, la CDU/CSU tendrá que coaligar con el SPD repitiendo la “gran coalición” que gobernó entre 2005 y 2009, pero ahora con posiciones encontradas en varios ámbitos.
Después de las elecciones, Alemania seguirá pesando mucho en el mundo, pero quizá con otras prioridades. Muchos electores en todos los partidos están cansados de la UE, del euro y de las intervenciones de la Bundeswehr en escenarios lejanos, pero también muy preocupados por la situación del país. Angela Merkel será la próxima Canciller de Alemania, pero su política dependerá de la coalición que pueda formar y, para mantener la iniciativa, necesita votos. “Mami” sola no puede. Por eso los últimos días de la campaña serán decisivos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

La "autocrítica" del segundo mayor conglomerado mediático del mundo

Se pinchó el globo

Año 6. Edición número 277. Domingo 8 de Septiembre de 2013
Brasil. El principal diario de Brasil, entre las revelaciones del espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad sobre los presidentes brasileño y mexicano, las disculpas por haber apoyado el golpe de Estado de 1964 y la forma de tratar el conflicto con el senador boliviano. 
 
“Sí, yo soy el poder.” (Roberto Marinho, 1904-2003, director de O Globo desde 1925 hasta su muerte, fundador en 1965 de la Red Globo, hoy parte principal de Organizaciones Globo, la segunda red de medios del mundo).
“La verdad es dura: la Globo apoyó la dictadura” y “El pueblo no es bobo: abajo la Red Globo” (cientos de miles de manifestantes en Rio de Janeiro y San Pablo en junio de 2013)

Barack Obama declaró en San Petersburgo que los vínculos de su país con México y Brasil son más importantes que la cuestión del espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad a los presidentes de Brasil y México, revelado el domingo 1º por nuevos documentos publicados en O Globo, y esbozó la posibilidad de dar “un paso atrás” para analizar la forma en que fueron usadas las tecnologías de espionaje. Después de reunirse con Dilma Rousseff y Enrique Peña Nieto, se refirió a las quejas por el espionaje que sufrieron.
Dilma Rousseff ya había informado el mismo viernes en una rueda de prensa antes de partir de regreso hacia Brasil que Obama se había comprometido a brindar explicaciones formales sobre las denuncias de espionaje. También declaró que su viaje a Washington en octubre próximo va a depender de las “condiciones políticas” y afirmó que va a “proponer en la ONU la adopción de nuevos métodos para gobernar internet y proteger la privacidad de las personas”.
Asestando otro golpe a la credibilidad del gobierno de Dilma Rousseff, el diario carioca O Globo publicó el domingo 1º una nueva serie de documentos de la NSA provistos por Edward Snowden a su interlocutor preferido, el columnista de The Guardian y O Globo Glenn Greenwald, en los que se revela que la agencia norteamericana espió las comunicaciones electrónicas y telefónicas de la presidenta brasileña hasta en su esfera íntima. Con precisión milimétrica, la publicación salió tres días antes del viaje presidencial a la cumbre del G-20 en San Petersburgo, cuando el gobierno afronta serias dificultades económicas y en medio de la crisis de la coalición parlamentaria de apoyo al gobierno por la fuga del senador boliviano Roger Pinto de la embajada brasileña en La Paz a Brasil con ayuda de dirigentes del PMDB.
No es la primera vez que O Globo desnuda al Planalto. Ya hace dos meses la publicación de la primera serie de documentos aportados por Snowden reveló la omnipresencia del espionaje norteamericano que actúa en el subcontinente desde su base en Brasilia. Las reiteradas revelaciones también golpean al gobierno de Obama, que a cada rato debe explicar por qué espían a todo el mundo y declarar que lo seguirán haciendo, pero más debilitan el prestigio del gobierno brasileño, incapaz de proteger la seguridad de sus comunicaciones. También afectan la capacidad regulatoria del gobierno sobre el mercado de las telecomunicaciones en el que las principales empresas (Microsoft, Google, Facebook, Skype, Yahoo, etc.) le muestran cuán estrechamente trabajan con el espionaje norteamericano y lo seguirán haciendo. La amenaza implícita en las publicaciones de los documentos se extiende también a las próximas licitaciones para los suministros y la logística de la explotación petrolera en aguas profundas (el llamado “presal”), un negocio estimado en los 15.000 millones de dólares anuales en el que aspiran a participar importantes empresas norteamericanas.
Un día antes de la publicación de los documentos de Snowden O Globo difundió su “autocrítica” por el apoyo dado en 1964 al golpe de estado que derrocó al presidente João Goulart, reconociendo que fue “un error”. La publicación tuvo gran repercusión, particularmente en el continente, porque es la primera vez que uno de los pulpos de la información (el más grande) se disculpa por haber apoyado la dictadura que gobernó Brasil durante 21 años, hasta la transición en 1985.
O Globo es un diario de Rio de Janeiro fundado en 1925 por Irineu Marinho. A los pocos meses éste murió y su hijo Roberto, entonces de veinte años, debió hacerse cargo del periódico y de otros dos ya existentes. Roberto Marinho continuó dirigiendo personalmente el diario y todos los medios que se fueron sumando hasta su muerte en 2003. Durante toda su vida apoyó a la derecha conservadora y se opuso a los movimientos populares, al laborismo de Getúlio Vargas, João Goulart y Leonel Brizola primero y al PT de Lula después. Entre 1945 y 1964 acompañó todos los intentos de golpe de estado contra los laboristas, hasta que tuvo éxito. Cuando el golpe triunfó, con apoyo oficial fundó el canal de TV Globo que en 1965 incorporó a la Rede Globo. Gracias al acuerdo con Time-Life (hoy Time Warner) y a la ayuda de la dictadura, a partir de 1966 pudo usar las instalaciones de Embratel (empresa estatal de comunicaciones), para extender sus trasmisiones al país.
En 1969 aplaudió el Acta Institucional N° 5 que limitó extremadamente las libertades civiles y políticas y quitó los mandatos a numerosos parlamentarios. Sostuvo la brutal represión de las guerrillas urbanas y rurales en los años ’70, apoyó la ley de amnistía en 1978 que también perdonó a los culpables por actos de terrorismo de Estado, en 1984 intentó silenciar hasta el final la campaña por las elecciones directas, en 1989 manipuló el debate preelectoral entre Lula y Collor de Melo, ocultó los negociados por las privatizaciones de empresas estatales durante el gobierno de Fernando Cardoso e hizo campaña contra Lula en 2002. Entre tanto, con la formación de las Organizaciones Globo (multimedios), Roberto Marinho erigió el segundo grupo multimedios del mundo, con inversiones en numerosos países de América latina, Europa y África. Las Organizaciones Globo todavía marcan gran parte de la agenda política de Brasil y siguen recibiendo más del 30% de la pauta publicitaria federal.
Una “autocrítica” selectiva y tramposa. En su columna para Sul 21 (portal del PT de Rio Grande do Sul) el periodista Marco A. Weissheimer comentó el pasado lunes 2 que “el diario O Globo publicó el día 31 de agosto un editorial admitiendo que ‘el apoyo editorial al golpe del ’64 fue un error. La decisión de publicar esa evaluación’, dice además el editorial, ‘surgió de discusiones internas de años en las que las Organizaciones Globo llegaron a la conclusión de que, a la luz de la historia, el apoyo al golpe fue un equívoco’”. “Casi 50 años después del golpe cívico-militar que derrocó el gobierno de Goulart, continúa Weissheimer, la Globo habla por primera vez en público de ese ‘equívoco’ y admite que las protestas recientes en la calles que afirman que ‘la Globo apoyó la dictadura’ son incuestionables.” Sin embargo, lo que podía parecer una autocrítica acabó convirtiéndose en un ejercicio autojustificatorio y de ocultamiento de los beneficios que la empresa obtuvo por su apoyo a los golpistas. En resumen, el argumento del editorial de O Globo del sábado 31 fue que “mirándolo 50 años más tarde, fue un error, pero en aquel momento fue imprescindible para salvar la democracia”.
“La memoria rescatada por las Organizaciones Globo es extremadamente selectiva”, sigue el comentario. “Omite, por ejemplo, los beneficios que sus empresas obtuvieron por el apoyo al golpe. Omite también los crímenes encubiertos por sus medios que durante años vendieron en sentido literal un supuesto Brasil gigante que estaría siendo construido por la dictadura. Para restaurar esa memoria sería necesaria otra Comisión de la Verdad que investigase en serio las relaciones de los medios con la dictadura”, finaliza.
Por su parte, el Centro de Estudios de Medios Alternativos de Barón de Itararé en Río de Janeiro afirmó en la crítica que publicó en su página web el pasado martes 3 que “lo que el diario O Globo hizo durante la dictadura militar no fue sólo un apoyo, sino una sociedad simbiótica, un crimen. Un crimen que hizo que tres de los herederos de Roberto Marinho estén entre los diez hombres más ricos de Brasil.”
En el Observatorio de la Prensa del pasado viernes 6, en tanto, se publicó un calificado análisis de la “autocrítica”, escrito por Sylvia Debossan Moretzsohn, periodista y profesora de la Universidad Federal Fluminense en Niteroi. La comunicadora contesta la manida excusa de la Globo de que ellos habrían refugiado y protegido en la empresa a periodistas comunistas perseguidos por la dictadura: “Es verdad, pero faltó decir de qué modo actuaban esos periodistas: ocupaban cargos de jefatura, conocían las reglas del juego y estaban más alertas que nadie a las tácticas que sus ex-compañeros pudiesen utilizar para gambetear la censura. Fueron perfectos perros guardianes de los intereses patronales”.
Muchos críticos de la Globo recuerdan hoy el libro A história secreta da Rede Globo (La historia secreta de la Red Globo) escrito por Daniel Herz y publicado originalmente en 1986. El libro expone detallada y documentadamente las relaciones entre Roberto Marinho y la dictadura militar, así como los procedimientos ilegales que le permitieron construir su imperio. Este libro, reeditado catorce veces por dos editoriales, fue una de las fuentes del documental británico Beyond Citizen Kane (Más allá del ciudadano Kane), un film televisivo de Simon Hartog exhibido en 1993 por el Channel 4 en Londres. Aunque el documental fue censurado por la Justicia a pedido de Roberto Marinho, la Rede Record (perteneciente a la Iglesia Universal del Reino de Dios) compró los derechos de transmisión para Brasil y años más tarde lo trasmitió.
El documental compara a Marinho con Charles Foster Kane, el personaje creado en 1941 por Orson Welles para el film El ciudadano, un drama de ficción basado en la trayectoria de William Randolph Hearst, el primer gran magnate de la comunicación en los Estados Unidos.
Éste es el tono que impera en la escena bloguera brasileña. Una clara excepción a esta regla fue el comentario de Alberto Dines en la página de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), titulado “Por fin, la primavera de los medios brasileños”, publicado el mismo lunes 2. Entre otros juicios laudatorios, comenta que “tres meses después de las protestas, la reverberación de las calles puede convertirse en cambios efectivos. Un indicio concreto lo da el comunicado de la Infoglobo Comunicação e Participações (Infoglobo Comunicación y Participaciones), el holding de los periódicos Globo, Extra y Expresso, en el que promete revisar su política de venta de espacios publicitarios. En otras palabras: abandonará las prácticas de dúmping que impiden la supervivencia de cualquier otro diario en Río de Janeiro. Se trata de un compromiso formal firmado con el CADE (Consejo Administrativo de Defensa Económica, organismo oficial de control de la competencia). El comunicado fue publicado ese mismo domingo 1º en la sección de Economía, pero pocos lo leyeron. Significa que el poderoso Grupo Globo admite la supervisión de una entidad reguladora de la competencia. Es un avance extraordinario”, comenta, “porque abre el camino para que el mismo CADE examine otras disfunciones de la competencia entre los medios, como la propiedad cruzada de medios electrónicos e impresos en una misma región”.
Sin embargo, Emir Sader es completamente radical en su crítica y en su comentario publicado en Carta Maior del lunes 2 acaba preguntando: “Por qué ahora ese ‘arrepentimiento’? No fue arrepentimiento, si no, no tendría el cinismo de restringir el error a un ‘apoyo editorial’. Habría hecho la autocrítica de su participación activa en el régimen más odioso que Brasil tuvo. En parte, como confiesan, es ‘vergüenza’, porque la gente les echa en cara el haber participado del golpe y de la dictadura. Intentan limpiarse de la acusación diciendo que ‘hicieron autocrítica’, pero, ¿por qué no la hicieron durante la dictadura, al comienzo de la democratización o en algún otro momento? La hacen ahora porque están cansados de ser derrotados y execrados, de tener manifestaciones constantes delante de sus oficinas, de que sus periodistas sean repudiados por las manifestaciones de los jóvenes, de saber que está consagrado el grito ‘El pueblo no es bobo / Abajo la Rede Globo’.”
“El editorial –continúa Emir Sader– expresa la conveniencia de una nueva reconversión de la empresa que se encuentra en crisis económica, de audiencia y con una credibilidad igual a cero. No por acaso al mismo tiempo los hijos del fundador fueron a visitar a Lula, después de atacarlo durante más de diez años”. Y finaliza: “Es por conveniencia, sin convencimiento alguno, que Globo hace como si fuese a enmendar su rumbo a partir del editorial. Se dan cuenta de que no eligen al presidente de la República desde hace más de diez años y de que corren el serio riesgo de seguir así por al menos otra década más. Perciben que ni siquiera en Río de Janeiro, su sede, consiguen elegir gobernador, senador o alcalde desde hace mucho tiempo. No es arrepentimiento, si no, cambiarían radicalmente su línea editorial e informativa. Tampoco sienten vergüenza, si no, cambiarían los equipos que les hacen pasar vergüenza. Es conveniencia, para tratar de romper el aislamiento, la desmoralización, la falta de credibilidad, la crisis económica y la pérdida acelerada de audiencia”, finaliza el director de Carta Maior.
Las manifestaciones populares de junio pasado no sólo pusieron a la clase política en la picota, sino que también revelaron el desprestigio de los grandes medios que controlan la comunicación en Brasil desde 1964. La presidenta Dilma Rousseff perdió entre marzo y junio la mitad del apoyo popular, pero ningún candidato opositor se benefició, mientras que la jefa de Estado recupera lentamente los puntos perdidos. Ante el riesgo de que en octubre de 2014 sea reelecta y las persistentes discusiones sobre la necesidad de una nueva Ley de Medios, O Globo contraataca proponiéndose nuevamente como gran electora.
Para ello encontró dos buenos pretextos: las colaboraciones de Glenn Greenwald, difundiendo los documentos que recibiera de Edward Snowden y la “autocrítica”. Con la segunda, la Globo trató de lavar sus culpas, con la primera golpea a discreción sobre el gobierno. Cada revelación de los archivos de la NSA recibidos del tránsfuga refugiado en Rusia desequilibra las relaciones Estados Unidos-Brasil muy al gusto de los conservadores de ambos lados y desnuda la debilidad del gobierno del PT, incapaz después de diez años de cuidar siquiera la intimidad de la Presidenta. No es cierto que “la Globo apoyó la dictadura”: la puso en marcha y le da nueva vigencia, cada vez que es necesario. Es cierto, como dice Sader, que se encuentra a la defensiva, pero lejos de estar muerta. Nunca hay que confiarse de una fiera herida.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La lucha por el poder en China

El príncipe rojo se sacrifica para salvar al Partido

Año 6. Edición número 276. Domingo 1 de Septiembre de 2013
Bo Xilai. Ascenso y descenso de un político chino.
Una historia de pasiones encontradas con final heroico conmueve a la sociedad y a la privilegiada clase política chinas. 
 
 
Como en los mejores melodramas de la ópera china, las audiencias del juicio a Bo Xilai que terminó el pasado martes 27 ofrecieron al público una historia de pasiones encontradas con final heroico: el “príncipe rojo” descastado se hundió, pero protegió a sus compañeros del Buró Político del escándalo. Sin embargo, tanta publicidad no basta para satisfacer las expectativas populares.
Bo Xilai hizo una carrera brillante en el Partido Comunista hasta alcanzar el secretariado en Chongqing (sobre el Río Amarillo) en 2007 y ser elegido como miembro del Buró Político, el centro del poder en China. En su gestión se destacó por la represión del crimen organizado y la renovada introducción de las consignas revolucionarias de la época maoísta (1949-76). Su desgracia comenzó empero en abril de 2012, cuando su esposa, Gu Kailai, fue acusada de haber envenenado poco antes al empresario británico Neil Heywood, y Bo fue depuesto. Gu fue condenada a 15 años de prisión en agosto de 2012 y él, expulsado del Partido y juzgado ahora. Su sentencia será dictada en septiembre.
La historia tiene detalles curiosos: Bo fue acusado por haber aceptado sobornos en otro cargo hace veinte años y porque su esposa recibió regalos de un millonario amigo, pero contra él no hay pruebas, el proceso se transmitió en vivo, aunque parcialmente censurado, por primera vez el juez actuó profesionalmente, dejando hablar al acusado, y los defensores de oficio trabajaron decorosamente.
La declaración final de Bo puso emoción, al acusarse de “no haber gobernado bien” su propia casa. Su esposa y el jefe de policía local, Wang Lijun, a quien él mismo había nombrado, habrían tenido un “affaire” que desató la desgracia. Entonces Bo rechazó todos los cargos, porque se basaban en testimonios de su esposa y del ex jefe policial.
El escándalo estalló en febrero de 2012, cuando Wang se refugió en un consulado norteamericano, pero Washington denegó el asilo y lo entregó al gobierno chino. Esta imbricación extranjera explica en parte la publicidad del juicio.
El proceso fue cuidadosamente manejado por el PCCh, para concentrarlo en los cargos criminales contra el ex secretario y soslayar la lucha por el poder que entorna esta purga. Ni Bo ni el fiscal mencionaron los ríspidos conflictos en el Buró Político en el trasfondo. Activistas por los derechos humanos celebran la mayor transparencia del proceso y el recurso a testigos en vivo, pero muchos analistas aseguran que, en realidad, Bo pagó por su política revolucionaria más que por sus delitos. No obstante, la dirigencia aprobó la publicidad del proceso, para no malquistar a la facción de Bo y propagandizar la lucha anticorrupción. Hay también un costado populista: Bo y Gu son hijos de históricos dirigentes del PCCh, miembros de la “aristocracia roja”. Todo golpe contra ellos es vivido popularmente como una revancha contra “los de arriba”. En un país que bulle en cientos de protestas populares por los bajos salarios, los servicios deficientes y la corrupción de los funcionarios, el proceso fue una válvula de escape.
Según un editorial del New York Times del pasado miércoles 27, “el modo en que el gobierno chino manejó el juicio contra Bo Xilai, junto con el llamado “memorándum N° 9” del presidente Xi, refleja su miedo a perder el control y advierte que el futuro depende de una sociedad más democrática”. El Documento N° 9 del presidente Xi Jinping circula discretamente desde abril pasado. En él se listan siete peligros que amenazan la autoridad del Partido Comunista, entre ellos “la democracia constitucional occidental”, “los valores universales de los derechos humanos”, la prensa independiente, la participación cívica, el neoliberalismo y la crítica “nihilista” del pasado partidario. Sin embargo, la información occidental sobre el proceso contra Bo Xilai (la única disponible) es también partidista. El juicio contra el ex miembro del Buró Político expresa el triunfo de la línea de ajustes progresivos sobre la ruptura revolucionaria que el dirigente caído proponía, pero la actitud mesurada de acusadores y acusado revela también su común reticencia a dejarse provocar por la propaganda occidental y su cuidado de la unidad de la conducción.
La mayor transparencia va a repercutir en futuros procesos por corrupción, pero no legitimará sola a la conducción, si no se toman medidas efectivas para mejorar el nivel de vida de la población.