jueves, 31 de diciembre de 2015

Rusia y EE.UU. sacan ventajas antes de hablar de paz

LA CUADRATURA DE LA MESA REDONDA SIRIA

Eduardo J. Vior 31 de Diciembre de 2015 | 12:00
El pasado viernes 25, el mediador de Naciones Unidas para el conflicto sirio, Staffan de Mistura, anunció que los representantes del gobierno de Damasco se reunirán el 25 de enero en Ginebra con "el más amplio espectro posible de la oposición siria" para negociar un acuerdo de paz. De Mistura puso así en marcha la resolución unánime del Consejo de Seguridad de la ONU del pasado día 18 que implementa un plan negociado por las grandes potencias en Viena en noviembre. Entre tanto, ambas alianzas en lucha contra el Estado Islámico (EI) avanzan militarmente, para mejorar sus posiciones en la negociación, poniendo por momentos en riesgo los acuerdos alcanzados.
Por una parte, al matar a ZahranAllush y a otros cinco líderes del Jaish al-Islam (Ejército del Islam) al oeste de Damasco, la aviación rusa logró este domingo un gran triunfo. Este grupo estuvo hasta hace poco tiempo estrechamente aliado con el Frente al Nusra(Al Qaeda), pero también ha luchado contra el EI y (bajo presión saudita)se ha sumado a la iniciativa de paz. Con esta muerte Rusia apoyó la decisión del presidente Assad de no negociar con los grupos islamistas.
Al noroeste de Alepo, en tanto, el ejército sirio rechazó tres ofensivas de al Nusra contra la ciudad de Bashkoy, una posición clave sobre una de las rutas que llevan a la frontera turca y que el gobierno conquistó en febrero pasado. Al mismo tiempo, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, una alianza entre kurdos y árabes suníes apoyada por Estados Unidos) arrebataron el viernes 25 al Estado Islámico (EI) la estratégica presa de Tishrin, sobre el río Éufrates, a apenas 22 kilómetros aguas arriba de Rakka, la capital del "Califato". El lunes 28 siguieron avanzando sobre Manbí, importante nudo carretero al nordeste de Alepo. Como en simultáneo desde el suroeste y el oeste se acercan respectivamente el ejército sirio y otros grupos rebeldes, al converger las tres ofensivas aislarían la zona ocupada por el EI de la frontera turca e introducirían en Siria un desconocido experimento de convivencia entre fuerzas hasta hace poco enfrentadas.
Mientras tanto, en la sureña provincia de Dera’a el ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, recuperó el estratégico cruce carretero de Shaij Maskin y avanza hacia la frontera jordana. La suma de estas operaciones, más los intercambios confesionales organizados por la ONU y la conquista de la central ciudad de Homs, devuelven a Damasco el control de la faja occidental del territorio. Le bastaría con negociar con las FDS en el norte para formar una sólida coalición anti EI y acabar la guerra.Bashar al Assad marcó el terreno el jueves 24, al manifestar su disposición a cesar el fuego y a negociar con todos los grupos “no terroristas”, pero como hasta ahora el mandatario aplicó esta definición a todos los alzados en armas, el alcance que dé a esta restricción condicionará la cantidad de sillas en torno a la mesa de negociaciones.
Como es usual, la resolución de la ONU está llena de ambigüedades. Por un lado se acordó que, al entrar en vigor el alto el fuego, se forme un gobierno de unidad nacional que en el plazo de 18 meses llame a elecciones para constituir un gobierno laico y representativo, pero no se definió si Assad puede participar en el mismo ni qué pasará con él más tarde. Se prevé asimismo que la ONU supervise sobre el terreno el cese de hostilidades, pero no dice nada sobre las áreas en las que las fuerzas leales luchan contra grupos islamistas diferentes al EI. Ante tantas imprecisiones la conferencia puede romperse en cualquier momento, pero es de esperar que el extendido cansancio de guerra y la necesidad de acabar con el Estado Islámico fuercen a todos a buscar un acuerdo. Por lo pronto 2016 va a comenzar jalonado por crecientes ofensivas militares con las que las partes buscarán mejorar sus posiciones para negociar.Ojalá que en estos prolegómenos nadie se pase de la raya y arruine la esperanza. «

lunes, 28 de diciembre de 2015

El populismo conservador acosa a la elite de Washington

OPINIÓN
TRUMP ACORRALA A EE UU

Eduardo J. Vior 28 de Diciembre de 2015 | 12:00
Originariamente la élite del Partido Republicano había previsto que en las elecciones presidenciales de noviembre próximo el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, asegurara la continuidad de su dinastía, pero el alzamiento del americano medio, blanco, masculino, trabajador o de clase media, de edad mediana, racista, proteccionista, anti-inmigrante y aislacionista ha puesto al país de cabeza. Es la campaña de la calle contra Wall Street y su vocero es un multimillonario selfmademan salido del pobrísimo Queens neoyorquino: Donald Trump.
La recesión provocada por la crisis financiera de 2007 terminó a mediados de 2009 y la economía estadounidense no ha cesado de crecer desde entonces, pero la desigualdad y la precariedad laboral persistentes hacen quemuchos hombres blancos de edad media y baja instrucción no puedan formar familia por carecer de trabajos (y domicilios) estables. Las estadísticas muestran la baja de la población anglosajona y el aumento de los latinos y asiáticos con familias numerosas. Los blancos pobres y de clase media reaccionan entonces con odio contra las instituciones del país y se identifican como "el pueblo" contra "los de arriba".
En ese terreno abonado creció el yuyo Donald Trump. El viejo (tiene casi 70 años) empresario inmobiliario expresa la bronca de "los de abajo". Al contrario de los líderes demócratas y republicanos, Trump rechaza el libre comercio, es proteccionista, está a favor de aumentar los impuestos a las fortunas y se opone a las intervenciones en el exterior. Al mismo tiempo quiere expulsar a 11 millones de indocumentados y construir un muro en la frontera con México. Por todo esto lidera las encuestas con el 39% de las preferencias republicanas contra el 19% de Ted Cruz. A nivel nacional, con el 43,7% de las intenciones de voto, se ha acercado peligrosamente al 48,9% de Hillary Clinton.
Donald Trump es el último populista. El populismo es una corriente genuinamente estadounidense que apareció en la década de 1830, cuando el general Andrew Jackson movilizó a las masas de colonos blancos contra la élite de Washington, los indios, los negros y las importaciones británicas. Lo siguieron sucesivamente Abraham Lincoln, Teddy Roosevelt, Dwight Eisenhower, Ronald Reagan y una miríada de caudillos regionales. Se alimenta de la fragmentación y el parroquialismo propios de la sociedad norteamericana. Siempre está liderado por caudillos ricos o poderosos. La construcción de antagonismos entre "arriba" y "abajo" le sirve para construir identidades unificadoras. Su fuerza reside en su capacidad para salvar las fracturas y diferencias que el capitalismo produce mediante un discurso patriótico que une a las masas con el Estado.
Sin embargo, el caudillo sabe que para ganar las elecciones debe apelar también a otros grupos (corporaciones, mujeres, iglesias, afroamericanos). Donald Trump ha sido largamente el preferido de la Casa Blanca y el establishment demócrata para dividir al Partido Republicano, polarizar la opinión y movilizar en 2016 a una nueva coalición "arco iris" como la que en 2009 llevó a Barack Obama a orillas del Potomac. La beneficiaria debería ser ahora Hillary Clinton. Pero, ¿y si, desencantados por Obama, los pobres y desplazados se quedan en sus casas, mientras que las bajas clases medias y trabajadores ungen al supermillonario?
Donald Trump tiene hoy la chance cierta de ganar las elecciones de noviembre próximo. Los estrategas demócratas deberían prever un plan B, antes de que las asambleas de Iowa den en enero el campanazo de partida para una campaña electoral que puede cambiar el país… para mucho peor.

viernes, 25 de diciembre de 2015

El acuerdo firmado en Colombia es una excepción

Verdad, justicia transicional y resarcimiento

Alcira B. Bonilla

Representantes del gobierno colombiano y las FARC–EP difundieron el 15 de diciembre pasado el Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto, que incluye la Jurisdicción Especial para la Paz y el Compromiso sobre Derechos Humanos. 
Representantes del gobierno colombiano y las FARC–EP difundieron el 15 de diciembre pasado el Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto, que incluye la Jurisdicción Especial para la Paz y el Compromiso sobre Derechos Humanos. Este acuerdo se centra en “el resarcimiento de las víctimas”, para el reconocimiento de los derechos de las víctimas, la rendición de cuentas, la no repetición, el enfoque territorial, diferencial y de género y la seguridad jurídica y constituye un modelo para la superación de procesos violentos, así como una advertencia contra el mal uso de la justicia transicional.
Componen el Sistema Integral cinco mecanismos interrelacionados: Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, Unidad especial para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas, Jurisdicción Especial para la Paz, Medidas de reparación integral para la paz y Garantías de No Repetición. Después de la firma de este documento quedó expedito el camino hacia un tratado definitivo de paz y su sometimiento a referendo.
La Jurisdicción Especial para la Paz sienta un paradigma de justicia transicional, porque comprende varias salas de justicia que incluyen la de Amnistía e Indulto y el Tribunal para la Paz y ejercerá sus funciones respetando los derechos fundamentales, exceptuando de amnistía e indulto los delitos de lesa humanidad, el genocidio y los crímenes de guerra graves.
Una vez más después de la transición democrática de fines del siglo XX se discute en América Latina sobre la definición y alcances de la justicia transicional, ahora para recuperar la unidad nacional colombiana en base a memoria, verdad, justicia y reparación. El Centro Internacional para la Justicia Transicional define el concepto como “una justicia adaptada a sociedades que se transforman a sí mismas después de un período de violación generalizada de los Derechos Humanos” (CIJT 2009).
Para el caso colombiano, el acuerdo sobre la Jurisdicción Especial para la Paz tiende no sólo a castigar crímenes y excesos del pasado y a brindar reparaciones a sus víctimas, sino también a evitar la “justicia por mano propia”. En efecto, los excesos, violaciones de los Derechos Humanos e injusticias cometidas en situaciones transicionales van desde la muerte de inocentes falsamente acusados hasta la “lapidación mediática” (E. R. Zaffaroni), que consiste en la construcción en los medios de una historia falsa de colaboración o de grave violación de las leyes, para culpabilizar injustamente a una persona o grupo al amparo de cierta impunidad de los comunicadores sociales y el anonimato de la Web. Como es de público conocimiento, las violaciones de los Derechos Humanos en Colombia han producido la desaparición forzada de personas, asesinatos sumarios, torturas indescriptibles y la apropiación de bienes y personas. Resulta por consiguiente auspicioso que el proceso de justicia transicional propugnado se centre justamente en las víctimas.
Si bien las conversaciones y acuerdos se han realizado bajo la garantía de Cuba y Noruega, esta transición se diferencia de otros casos europeos y africanos por haber surgido y ser llevado a cabo por la misma sociedad afectada.
Aunque la mayor parte de las democracias de nuestra América ya se ha consolidado, el proceso colombiano actual permite plantear igualmente un “nunca más” para los intentos de pseudo-justicia transicional propugnados por algunos líderes políticos que pretenden anular derechos haciéndose justicia al margen de las instituciones jurídicas.  

lunes, 21 de diciembre de 2015

La derecha española saquea Argentina para perpetuarse

OPINIÓN
ESPAÑA NO ES PORTUGAL

Eduardo J. Vior 21 de Diciembre de 2015 | 12:00
Las elecciones generales españolas han dado un ganador neto, el partido de izquierda Podemos (20,65%), y tres perdedores: en primer lugar, el Partido Popular (PP), de Mariano Rajoy, que, aunque primero con más del 28,70% de los sufragios, quedó lejos de la mayoría absoluta y sin socio para formar gobierno de coalición. En segundo lugar, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de Pedro Sánchez, que con el 22,02% cosechó el peor resultado de su historia desde 1977. Y cuarto Ciudadanos (C's), de Albert Rivera, el partido liberal que debía ayudar a perpetuar al PP en el gobierno,que alcanzó el 13,93 por ciento. Aunque la eventual alianza PSOE-Podemos supera a su posible contrincante PP-C's por unas pocas bancas, ninguna de las dos coaliciones alcanzaría a priori la necesaria mayoría absoluta de 176 diputados.
La clave pueden darla los partidos pequeños. Si bien la alianza Unidad Popular (UP), formada por Izquierda Unida (IU) y ecologistas, obtuvo menos del 4% de los votos, podría contribuir, con el apoyo de nacionalismos regionales, a formar una coalición de centroizquierda "a la portuguesa". Sin embargo, el tamaño de la economía española, los intereses de sus empresas en el mundo árabe y en América Latina, el compromiso de su elite con la monarquía, el peso de sus fuerzas armadas, la imbricación hispano-germana y el sentido reaccionario de su derecha tornan prácticamente imposible una salida por izquierda.
Arrastrando los votos socialistas desencantados, Podemos arrasó en las grandes urbes, en Euzkadi y en Cataluña, representando a sectores trabajadores y medios empobrecidos que buscan por izquierda una alternativa a la democracia borbónica. Aunque ha recuperado Andalucía y Extremadura, en tanto, el PSOE ha perdido el resto de credibilidad que le quedaba por haber defendido a la familia real en casos de corrupción y haber sostenido al rey Juan Carlos hasta su abdicación en 2014. También su centralismo ante el secesionismo catalán le costó muchos votos.
A su vez, Ciudadanos se desinfló en las últimas semanas, cuando se hizo evidente que era una creación sólo mediática. El PP, por su parte, logró mantenerse como primera fuerza gracias al voto rural, de las ciudades pequeñas y medianas y de los suburbios de la capital. El caudal obtenido, empero, no le permite formar gobierno solo ni en compañía de Ciudadanos.
Es altamente improbable que el PSOE se suicide entrando en una coalición a la alemana, ya que AngelaMerkel parece una guardia roja al lado de la derecha española. El fin del bipartidismo que sostuvo a los Borbones desde 1977 puede cuestionar la unidad del Estado. No es casual, entonces, que Rajoy haya revivido al rey emérito en los prolegómenos de esta elección.
La elite española y sus socios europeos necesitan la continuidad del neoliberalismo en España, para obturar las necesarias reformas democráticas. Al no poder explotar más a su pueblo, buscan financiar el modelo con una renovada expansión en Argentina y Venezuela, para la que acudieron al rey emérito. Después del fin de su romance con la aristócrata germano-danesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein (2004-14) Juan Carlos de Borbón fue obligado a abdicar el año pasado, para limitar el alcance de los eventuales reclamos de la hasta entonces representante comercial del monarca.
A cambio del favor, el PP y la dirigencia empresaria mandaron al anciano Borbón a la asunción de Mauricio Macri, para que abriera la puerta al retorno de las empresas españolas al Plata. Esta gestión incluyó la oferta de comisiones a ministros y funcionarios que colaboren. Por eso el gobierno argentino tiene tanto interés en la continuidad de Mariano Rajoy.
Este entramado de intereses y la perspectiva de que las corporaciones hispanas nuevamente "hagan la América" sugieren que la corona y los conservadores van a impedir por todos los medios que la izquierda forme gobierno y, si aquella intentara una alianza amplia a la portuguesa, Felipe VI y Rajoy no van a tener empacho en aplicar medidas de excepción.
El régimen político de la democracia borbónica ha caído, los Borbones no.

lunes, 14 de diciembre de 2015

El voto español del 20-D nos atañe directamente

LA CRISIS SE PROLONGA

Eduardo J. Vior 14 de Diciembre de 2015 | 12:00
El 20 de diciembre el pueblo español concurre a las urnas para elegir nuevas Cortes y la mayoría de los gobiernos autonómicos, sin que pueda predecirse el resultado. Si bien el Partido Popular (PP)aparece como primera fuerza, pierde cerca de veinte puntos respecto a las elecciones de 2011 y deberá formar un gobierno de coalición. Lo siguen el Partido Socialista (PSOE) y el centrista Ciudadanos (C’s), pero el izquierdista Podemos viene arrimando y puede salir tercero. A esta altura sólo es predecible que se terminó el bipartidismo que caracterizó a la democracia borbónica desde 1977.
De acuerdo a las encuestas de este domingo, el PP pactaría con C’s. Si bien aritméticamente también podrían ser posibles una gran coalición PP-PSOE o la suma de PSOE, Podemos y Ciudadanos, todos los analistas coinciden en la primera opción.
Según el diarioABC, el PP obtendría un 28,3% y entre 117 y 124 escaños, mientras que el PSOE sacaría un 21,2% y de 83 a 85 diputados y Ciudadanos saldría tercero, con el 18,1% de los votos y 59-63 diputados. Podemos, a su vez,ascendió la semana pasada un punto hasta el 17,7%, lo que le daría 50-53 bancas.Éste último ganaría en Barcelona que ya gobierna en coalición.
Por su parte, El Mundo analiza el voto por comunidades: el PP retrocede en las más pobladas (Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia), mientras que e  PSOE saldría tercero detrás de C’s en Castilla y León, Canarias, Murcia, Cantabria y La Rioja. Superados también por Podemos, en Madrid los socialistas llegarían cuartos.En Cataluña la coalición de Podemos (En Comú-Podem) se impondría a los nacionalistas y también en el País Vasco se acerca al nacionalista PNV. Tras los cuatro partidos mayoritarios vienenlos independentistas catalanes ERC (izquierda republicana) y Democràcia i Llibertat. El avance de Podemos es una sorpresa, ya que había perdido mucha intención de voto, pero ahora ya lucha por el tercer puesto.
En tanto, los inversores esperan calmos el resultado electoral, aunque reclaman nuevas medidas económicas. Algunos consideran que una coalición PP-C’s puede facilitar su adopción, pero otros advierten que el multipartidismo puede paralizar la toma de decisiones. A su vez, otrosseñalan los efectos regionales y locales del cambio de régimen político, ya que “algunos gobiernos autonómicospodrían romperse y producir cierta inestabilidad".
El bipartidismo termina, pero la política económica neoliberal se mantendrá, aunque, en una coalición con el PP, C’s podría moderar algunas aristas retrógradas, especialmente en educación y cultura. Por el contrario, Ciudadanos –que levanta la consigna del “cambio sensato”- va a presionar para que se flexibilice aún más el mercado de trabajo, facilitando los despidos y liberalizando la oferta de cursos de reciclaje profesional para desempleados, dos exigencias que ni populares ni socialistas pueden aceptar por sus apoyos respectivamente en la central empresaria y los sindicatos. Tampoco está claro, si una coalición con los centristas ayudaría a la derecha a negociar con los nacionalistas catalanes que pujan por separarse de España.
El 20 de diciembre se acaba el sistema de partidos que gobernó desde 1977 y llevó a España al desastre actual, pero probablemente la crisis continúe. Y cuanto más dure la parálisis ibérica, mayor será la tendencia de sus empresas a llenar sus arcas en los países donde tienen inversiones. O sea que los latinoamericanos deberemos seguir pagando por el temor del pueblo español a salir del marasmo neoliberal.

lunes, 7 de diciembre de 2015

La cumbre de París esconde los planes de las potencias

EL CLIMA COMO PRETEXTO

Eduardo J. Vior 07 de Diciembre de 2015 | 12:00
La brutal represión contra las manifestaciones ecologistas y la consecuente amenaza de Anonymus de hackear las comunicaciones pusieron el lunes último el marco previsible a la apertura de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático que está sesionando en París durante estas dos semanas. El estado de emergencia vigente en Francia, que obstaculiza las protestas, y la artificial prolongación de la crisis económica en los países emergentes, tienden a que la conferencia no adopte ningún compromiso vinculante y que los países occidentales puedan seguir adueñándose impunemente de los combustibles fósiles.
Los 195 países participantes se han comprometido a reducir sus emisiones de anhídrido carbónico. Sin embargo, las delegaciones continúan divididas en torno a la adjudicación de responsabilidades por el daño ambiental y a quién tiene la obligación de ayudar financiera y tecnológicamente a los países de menor desarrollo en la conversión de sus modelos energéticos.
Desde que en Río de Janeiro se firmó en 1992 el Acuerdo Marco sobre el Cambio Climático, dentro de la ONU se partió del presupuesto de que los países industrializados serían los principales encargados deayudar a reducirlas emisiones de CO2 en todo el mundo. Sin embargo, en el borrador actualmente en discusión dichas potencias derivaron esta responsabilidad a "los países que estén en condiciones de hacerlo". Este lenguaje lavado tiende a diluir las responsabilidades y a que no se adopten compromisos vinculantes.
Por el contrario, los veinte presidentes latinoamericanos que participaron en la apertura de la conferencia coincidieron en que el programa de acción que se adopte en París debe ir de la mano con la promoción del desarrollo económico y la disminución de la desigualdad.
En particular, Evo Morales y Rafael Correa responsabilizaron al capitalismo por los actuales problemas del planeta e instaron a las economías más desarrolladas a contribuir a la solución de los mismos.Asimismo propusieron la creación de Corte Internacional de Justicia Ambiental.
En su defensa las principales potencias occidentales sostienen que, a diferencia de la Conferencia de Río de Janeiro en 1992, ahora, además de los países desarrollados y otros en vías de desarrollo, estarían también los países emergentes que bien podrían sacrificarse para contribuir a reducir el calentamiento global.
La transformación de la economía global requiere una acción conjunta y bien financiada, compromisos formales y una autoridad arbitral que sancione los incumplimientos, pero los países industrializados de Occidente hacen oídos sordos. Reduciendo el crecimiento de la economía mundial y agudizando la especulación financierabuscan evitar que los países emergentes retomemos el impulso de la década pasada. De ese modo aumentan su uso de combustibles fósiles baratos, sin que crezca el consumo total de los mismos. En estas condiciones no es de esperar que los próximos días traigan en París compromisos serios para salvar la vida de cientos de millones de personas y la existencia del Planeta. «

viernes, 4 de diciembre de 2015

El terrorismo islámico se financia con el narcotráfico

VIERNES
4 DE DICIEMBRE DE 2015
  

La ola del terror

¿Quién se olvidó un paquete en Bamako?


¿Quién se olvidó  un paquete en Bamako?
Por Eduardo J. Vior
Inmediatamente después de la masacre en París el pasado viernes 13, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, John Brennan, advirtió que el Estado Islámico (EI) planeaba nuevos atentados. Cinco días más tarde fue atacado el Radisson Hotel Blu en Bamako, capital de Malí, donde 21 personas fueron asesinadas. Sin embargo, las dudas sobre la autoría y los motivos del ataque son sintomáticas de las confusas relaciones existentes entre los servicios de seguridad occidentales y los grupos islamistas. Nuevamente el lunes 23 en el norte del país fueron asesinados seis soldados del contingente de la ONU que provenían de Burkina Faso.
Tanto el Frente de Liberación de Malina (FLM) como el Murabitún se adjudicaron el atentado en Bamako. Del primero sólo se sabe que es una reciente organización islamista de la etnia Fulani, un pueblo nómade de unos 40 millones de habitantes repartidos por todo el Sahel. En Malí ese pueblo islámico ocupa la central región de Malina.
Mucho más interesante, en cambio, es el segundo grupo, llamado Al Murabitún en referencia a los almorávides, el reino mauritano que en el siglo XII asoló el norte de África y la España musulmana. Se trata de un grupo creado en 2012 por Mojtar Belmojtar, un argelino hoy de 43 años, que se ha atribuido la masacre de Bamako “con la participación de al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)”. El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, se apresuró a adjudicarle la responsabilidad sin mayores evidencias.
Belmojtar y AQMI tienen una larga relación con la CIA que, a su vez, coopera estrechamente con la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE) de Francia. Tanto el primero como los segundos fueron entrenados por la agencia norteamericana en Afganistán, adonde el argelino llegó en 1991. En 1993 Mojtar fue devuelto por la agencia a Argelia, donde integró el Grupo Islámico Armado (GIA), una de las organizaciones más temibles en la guerra civil que azotó el país norafricano en la década de 1990.
El jefe islamista se instaló desde entonces en el desierto del sur. En enero de 2007 el GIA se transformó en Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y se alió con el Grupo Islámico Combatiente de Libia (GICL) que la OTAN utilizó en 2011 en el levantamiento contra Muamar Gadafi después de cuyo derrocamiento ambos grupos se fusionaron, aunque manteniendo una cierta división de tareas: en tanto muchos libios fueron enviados a Siria a reforzar al Frente Al Nusra, los argelinos se dedicaron al tráfico de cigarrillos y armas y la toma de rehenes en los países más al sur (Chad, Níger, Malí y Mauritania). En esos territorios los terroristas se mimetizaron con los pueblos nómades, ingresando en el tráfico de la cocaína que, procedente de Colombia, llega a África Occidental por Cabo Verde y ambas Guineas (Bissau y Conakry), para tomar la ruta del paralelo 10 norte (por eso conocida como “ruta 10”) desde la que salen los empalmes hacia la costa mediterránea y Europa.
No por casualidad la fusión de los grupos yihadistas en Magreb coincidió en 2007 con el desempeño de Robert S. Ford como embajador de Estados Unidos en Argel. Entre 2004 y 2006 Ford había trabajado en la embajada en Bagdad bajo las órdenes de John Negroponte, el mismo que veinte años antes había organizado a los contras para luchar contra el gobierno sandinista en Nicaragua. En 2010 Ford fue designado embajador en Siria, donde comenzó a organizar a los grupos rebeldes, incluidos Al Nusra y el EI.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, hay que sospechar de la adjudicación de los atentados a Belmojtar. Para saber quién pudo haber estado detrás de ambas operaciones en Malí, habría que aclarar a quiénes beneficiaron. En primer lugar, indudablemente, al gobierno francés en su búsqueda de apoyos para sus intervenciones en África y Levante. En segundo lugar benefició a Al Qaeda en su competencia con el Estado Islámico y, por elevación, a su principal apoyo, Qatar, que la utiliza contra los gobiernos laicos de la región. Pero, ¿por qué en Malí?
La mayoría de los grupos islamistas que deambulan por el desierto entre Libia, Argelia, Malí y Níger se financia con el tráfico de cocaína, armas y migrantes. Entre 30 y 40 toneladas de cocaína atraviesan cada año África Occidental en procura del mercado europeo y, recientemente, por Somalia también llega heroína desde Afganistán. Aunque los cárteles latinoamericanos retienen la mayor ganancia, funcionarios de los sucesivos países de paso, jefes tribales y milicianos islamistas cobran también sus comisiones. También la DEA norteamericana está envuelta y probablemente en gran escala. Un estudio de la ONU calcula que por este comercio en África Occidental se recaudan anualmente unos 800 millones de dólares.
Ninguna de las milicias a lo largo del paralelo 10 podría sobrevivir sin apoyos extranjeros. El Emirato de Qatar financia en Libia a Ansar al Sharia, el grupo islamista que controla Trípoli. Esta fuerza se sostiene gracias a los continuos embarques de armas que llegan a la occidental Misrata de donde proviene. Algunos milicianos y pertrechos han alcanzado ya el sur del país donde los tuaregs tratan de quitar a los tubus, un pueblo nómade recientemente refugiado en Libia y apoyado a su vez por los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el control del tráfico transahariano. Urgido por controlar la expansión del Estado Islámico, Qatar alcanzó este lunes 30 un alto el fuego entre ambas partes. No obstante, los combatientes africanos recientemente reclutados están retornando a sus países. Particularmente Dakar, en Senegal, pero también Yaundé y Duala, en Camerún, se consideran especialmente amenazadas por atentados. 
Probablemente el islamismo golpeó en la capital malí porque alguien “se olvidó” de despachar un cargamento de cocaína ya pagada, pero puede golpear en cualquier punto del camino de la droga, incluso en nuestro continente. La imbricación entre servicios occidentales, islamismo, tráfico de drogas, armas y personas extiende el radio de acción de los terroristas y universaliza los efectos de sus atentados.