Carnaval de votos en Río de Janeiro
Año 5. Edición número 228. Domingo 30 de septiembre de 2012
Según las últimas encuestas, el actual alcalde de Río de Janeiro,
Eduardo Paes, obtendría el 52% de los votos en las elecciones
municipales del próximo 7 de octubre, mientras que su principal
contrincante, el diputado estadual izquierdista Marcelo Freixo, el 17%.
Aunque la elección parece definida, no se descarta que haya segunda
vuelta. Sobre el tapete está la discusión sobre las relaciones entre
política, negocios y mafias.
Río de Janeiro elegirá un alcalde, un vicealcalde y 51 concejales. Si ningún candidato al Ejecutivo alcanza la mayoría absoluta, la elección se decidirá dos semanas después en segunda vuelta y los vencedores asumirán por cuatro años el próximo 1° de enero. Si Paes gana, éste será su último mandato. Con el apoyo de los gobiernos federal y estadual, el sector inmobiliario, los grandes medios y una opinión pública ávida de “paz” a cualquier costo el joven alcalde (43 años) no debería temer. Paes entró en política a los 23 años como subalcalde de barrios de alta clase media en el sur de la ciudad (1993-96). Su éxito como gerenciador del desarrollo urbano lo convirtió en 1996 en el concejal más votado de la ciudad. En 1998 fue electo diputado federal. Al reelegirse el alcalde César Maia en 2000, fue nombrado Secretario de Medio Ambiente y plantó más de un millón de árboles en áreas degradadas. Originariamente afiliado al derechista Partido del Frente Liberal (PFL), al reelegirse diputado federal en 2002, ingresó al Partido Social-Demócrata Brasileño del entonces presidente Cardoso. Durante el primer gobierno de Lula (2003-07) fue un ferviente opositor a Lula, pero en 2006 apoyó la elección del gobernador Sergio Cabral, aliado del presidente. Así se convirtió en secretario de Deportes y Turismo del Estado y se afilió al PMDB. Después de haberse disculpado públicamente ante Lula y con su apoyo, en 2008, ganó la alcaldía de Río. Desde el inicio, se hizo famoso por sus efectistas medidas de orden, por asfaltar centenares de quilómetros de calles y avenidas y reorganizar el transporte público, así como por construir corredores viales por toda la ciudad en vistas a los previstos Juegos Olímpicos y a la Copa FIFA. En 2012, la tasa de inversiones de la Ciudad de Río supera la del propio gobierno federal.
A pesar de este capital mediático, su oponente Marcelo Freixo le está haciendo sombra. Profesor de Historia de 45 años, milita por los derechos humanos desde sus 20 años y es miembro del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), escisión del PT fundada en 2004. Diputado estadual electo en 2008, preside la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa. Se destacó como presidente de la Comisión de Investigaciones sobre las milicias parapoliciales. Cuando en 2011 presentó el informe por la Comisión de Investigaciones sobre el tráfico de armas, debió abandonar el país ante las amenazas recibidas. Su hermano Renato fue asesinado por parapoliciales en 2006. Freixo crece en las encuestas por el desencanto de muchos votantes con el apoyo del PT a Paes y por sus denuncias contra las milicias. Formadas inicialmente en barrios pobres para vender protección contra el crimen, sus miembros son agentes de las fuerzas de seguridad con el respaldo de políticos y dirigencias locales. También controlan muchos servicios esenciales y se dividen con los narcotraficantes el control de las 1.006 favelas de Río.
Diversos políticos cariocas son notorios milicianos, pero hasta ahora sólo dos concejales fueron presos por complicidad. El propio PSOL expulsó a principios de septiembre a un candidato a concejal acusándolo de ser un infiltrado y, a su vez, Freixo acusó al alcalde Paes de complicidad con las milicias. Más allá del resultado en estas elecciones lo que se discute es si el crecimiento económico justifica el crimen.
Río de Janeiro elegirá un alcalde, un vicealcalde y 51 concejales. Si ningún candidato al Ejecutivo alcanza la mayoría absoluta, la elección se decidirá dos semanas después en segunda vuelta y los vencedores asumirán por cuatro años el próximo 1° de enero. Si Paes gana, éste será su último mandato. Con el apoyo de los gobiernos federal y estadual, el sector inmobiliario, los grandes medios y una opinión pública ávida de “paz” a cualquier costo el joven alcalde (43 años) no debería temer. Paes entró en política a los 23 años como subalcalde de barrios de alta clase media en el sur de la ciudad (1993-96). Su éxito como gerenciador del desarrollo urbano lo convirtió en 1996 en el concejal más votado de la ciudad. En 1998 fue electo diputado federal. Al reelegirse el alcalde César Maia en 2000, fue nombrado Secretario de Medio Ambiente y plantó más de un millón de árboles en áreas degradadas. Originariamente afiliado al derechista Partido del Frente Liberal (PFL), al reelegirse diputado federal en 2002, ingresó al Partido Social-Demócrata Brasileño del entonces presidente Cardoso. Durante el primer gobierno de Lula (2003-07) fue un ferviente opositor a Lula, pero en 2006 apoyó la elección del gobernador Sergio Cabral, aliado del presidente. Así se convirtió en secretario de Deportes y Turismo del Estado y se afilió al PMDB. Después de haberse disculpado públicamente ante Lula y con su apoyo, en 2008, ganó la alcaldía de Río. Desde el inicio, se hizo famoso por sus efectistas medidas de orden, por asfaltar centenares de quilómetros de calles y avenidas y reorganizar el transporte público, así como por construir corredores viales por toda la ciudad en vistas a los previstos Juegos Olímpicos y a la Copa FIFA. En 2012, la tasa de inversiones de la Ciudad de Río supera la del propio gobierno federal.
A pesar de este capital mediático, su oponente Marcelo Freixo le está haciendo sombra. Profesor de Historia de 45 años, milita por los derechos humanos desde sus 20 años y es miembro del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), escisión del PT fundada en 2004. Diputado estadual electo en 2008, preside la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa. Se destacó como presidente de la Comisión de Investigaciones sobre las milicias parapoliciales. Cuando en 2011 presentó el informe por la Comisión de Investigaciones sobre el tráfico de armas, debió abandonar el país ante las amenazas recibidas. Su hermano Renato fue asesinado por parapoliciales en 2006. Freixo crece en las encuestas por el desencanto de muchos votantes con el apoyo del PT a Paes y por sus denuncias contra las milicias. Formadas inicialmente en barrios pobres para vender protección contra el crimen, sus miembros son agentes de las fuerzas de seguridad con el respaldo de políticos y dirigencias locales. También controlan muchos servicios esenciales y se dividen con los narcotraficantes el control de las 1.006 favelas de Río.
Diversos políticos cariocas son notorios milicianos, pero hasta ahora sólo dos concejales fueron presos por complicidad. El propio PSOL expulsó a principios de septiembre a un candidato a concejal acusándolo de ser un infiltrado y, a su vez, Freixo acusó al alcalde Paes de complicidad con las milicias. Más allá del resultado en estas elecciones lo que se discute es si el crecimiento económico justifica el crimen.