Dilma negocia el presupuesto
Año 5. Edición número 226. Domingo 16 de septiembre de 2012
La jefa de Estado pretende mantener los planes de
inversión en infraestructura y, a su vez, evitar que sus aliados
parlamentarios eleven los sueldos de los trabajadores públicos.
El gobierno brasileño está negociando con su base en el Congreso
Federal, para que ésta deje intacto el proyecto de presupuesto para
2013. Dilma quiere mantener inalterados los planes de inversión en
infraestructura y evitar que sus aliados parlamentarios suban los
sueldos de profesores y no docentes universitarios, policías,
funcionarios judiciales y de Impositiva que rechazaron en agosto pasado
las condiciones del gobierno, para terminar las huelgas que asolaron al
país durante cuatro meses. El proyecto presupuestario debe cumplir
entonces a la vez la función económica de impulsar el crecimiento y la
política de disciplinar a los sindicatos estatales y a la propia base
parlamentaria.
Ningún gobierno federal tiene mayorías propias en ambas cámaras del parlamento y para impulsar sus proyectos depende de complejas y cambiantes alianzas con partidos y caudillos regionales. Todas las leyes son producto de un toma y daca entre el gobierno y los diferentes lobbys, tanto más el presupuesto general de la Unión. Por eso, el pasado miércoles 12 se reunieron el presidente de la Comisión Mixta de Presupuesto, el diputado Paulo Pimenta (del PT), y el miembro informante de la propuesta presupuestaria para 2013, el senador Romero Jucá (del aliado Pmdb) con la ministra de Planeamiento, Miriam Belchior, para discutir el tratamiento parlamentario del proyecto.
Para 2013 se estima un gasto total de aproximadamente 500 mil millones de dólares. Según el diputado, el gobierno ve como prioritario que se aprueben los proyectos del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) y del Plan Brasil sin Miseria. El PAC –que ahora se encuentra en su segunda fase– es un programa de fuertes inversiones en infraestructura lanzado por Lula y continuado por Dilma, para crear en ciudades medianas y regiones rurales las condiciones para la inversión industrial. La ministra de Planeamiento, por su parte, declaró que espera que el informante del proyecto evite elevar los gastos de personal. De esta forma, las categorías funcionariales que no aceptaron los aumentos dispuestos por el gobierno en agosto seguirán recibiendo el mismo salario el año próximo. Según el senador Jucá, si estos grupos de funcionarios quieren tener aumentos, deberán negociar directamente con el gobierno.
El presupuesto 2013 prevé una expansión del 8,9% en las inversiones federales, que subirán de 85,9 mil millones de dólares en 2012 a 93,5 mil millones el año próximo. Este valor incluye tanto las inversiones del gobierno federal como las de las empresas estatales. El PAC sumará inversiones por 63,1 millones de dólares, 37 millones de los cuales serán invertidos por las empresas públicas. De acuerdo con el ministro de Hacienda, Guido Mantega, “la inversión es uno de los ejes de este presupuesto, para asegurar el crecimiento del país”.
Por primera vez, el proyecto de presupuesto está disponible en internet. El Ministerio de Planeamiento publicó el documento en formato abierto. La medida responde a la Ley de Acceso a la Información sancionada hace pocos meses. Según el Ministerio, se pretende “ofrecer a los ciudadanos y a las organizaciones mayor transparencia de la información pública”.
El proyecto oficial comenzó a tramitarse en el Congreso a principios de septiembre, cuando el presidente del Senado, el expresidente José Sarney (Pmdb), comunicó a los parlamentarios los plazos previstos para la aprobación del proyecto. Sarney cuenta con aprobar la nueva ley antes del receso parlamentario que comienza el 22 de diciembre. Si lo logra, no sólo habrá realizado una obra maestra de ingeniería parlamentaria, sino que habrá permitido al gobierno de Dilma disciplinar rudamente a los sindicatos estatales, aumentando sensiblemente su cuota de poder.
Ningún gobierno federal tiene mayorías propias en ambas cámaras del parlamento y para impulsar sus proyectos depende de complejas y cambiantes alianzas con partidos y caudillos regionales. Todas las leyes son producto de un toma y daca entre el gobierno y los diferentes lobbys, tanto más el presupuesto general de la Unión. Por eso, el pasado miércoles 12 se reunieron el presidente de la Comisión Mixta de Presupuesto, el diputado Paulo Pimenta (del PT), y el miembro informante de la propuesta presupuestaria para 2013, el senador Romero Jucá (del aliado Pmdb) con la ministra de Planeamiento, Miriam Belchior, para discutir el tratamiento parlamentario del proyecto.
Para 2013 se estima un gasto total de aproximadamente 500 mil millones de dólares. Según el diputado, el gobierno ve como prioritario que se aprueben los proyectos del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) y del Plan Brasil sin Miseria. El PAC –que ahora se encuentra en su segunda fase– es un programa de fuertes inversiones en infraestructura lanzado por Lula y continuado por Dilma, para crear en ciudades medianas y regiones rurales las condiciones para la inversión industrial. La ministra de Planeamiento, por su parte, declaró que espera que el informante del proyecto evite elevar los gastos de personal. De esta forma, las categorías funcionariales que no aceptaron los aumentos dispuestos por el gobierno en agosto seguirán recibiendo el mismo salario el año próximo. Según el senador Jucá, si estos grupos de funcionarios quieren tener aumentos, deberán negociar directamente con el gobierno.
El presupuesto 2013 prevé una expansión del 8,9% en las inversiones federales, que subirán de 85,9 mil millones de dólares en 2012 a 93,5 mil millones el año próximo. Este valor incluye tanto las inversiones del gobierno federal como las de las empresas estatales. El PAC sumará inversiones por 63,1 millones de dólares, 37 millones de los cuales serán invertidos por las empresas públicas. De acuerdo con el ministro de Hacienda, Guido Mantega, “la inversión es uno de los ejes de este presupuesto, para asegurar el crecimiento del país”.
Por primera vez, el proyecto de presupuesto está disponible en internet. El Ministerio de Planeamiento publicó el documento en formato abierto. La medida responde a la Ley de Acceso a la Información sancionada hace pocos meses. Según el Ministerio, se pretende “ofrecer a los ciudadanos y a las organizaciones mayor transparencia de la información pública”.
El proyecto oficial comenzó a tramitarse en el Congreso a principios de septiembre, cuando el presidente del Senado, el expresidente José Sarney (Pmdb), comunicó a los parlamentarios los plazos previstos para la aprobación del proyecto. Sarney cuenta con aprobar la nueva ley antes del receso parlamentario que comienza el 22 de diciembre. Si lo logra, no sólo habrá realizado una obra maestra de ingeniería parlamentaria, sino que habrá permitido al gobierno de Dilma disciplinar rudamente a los sindicatos estatales, aumentando sensiblemente su cuota de poder.
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Eduardo J. Vior