Angela Merkel, victoriosa en la derrota
Año 6. Edición número 245. Domingo 27 de enero de 2013
Elecciones legislativas en Alemania.
A pesar de la sorprendente derrota electoral del pasado domingo en el
estado de Baja Sajonia, Angela Merkel confía en vencer en las
elecciones generales del 22 de setiembre gracias a la simpatía del
electorado, a la debilidad de su contrincante, Peer Steinbrück, y a su
adversario externo, David Cameron.
Aunque obtuvo el 36% de los votos contra el 32% de los socialdemócratas (SDP) y el 13,7% de los verdes, el oficialismo perdió las elecciones regionales del domingo pasado. En tanto, el liberal FDP desmintió con el 9,9% de los votos, los pronósticos que lo ponían debajo del 5% y fuera del parlamento, mientras que La Izquierda (3,1%) y Los Piratas (2,1%) quedaron sin representación. De esta manera, La CDU (Merkel) obtiene 54 bancas; el SPD, 49; el FDP, 14 y Los Verdes, 20. La alianza negro-amarilla (CDU/FDP) alcanza 68 mandatos y los rojiverdes (SPD/Verdes) forman con 69 el nuevo gobierno estadual. En la Cámara Alta del Parlamento Federal (representativa de los estados) la oposición tendrá mayoría con 36 representantes contra 15 de la coalición gubernamental sobre un total de 69. Las restantes 18 bancas son de estados gobernados por coaliciones CDU/SPD que se abstienen en votaciones conflictivas. Con esa mayoría, SPD y Verdes pueden convocar a la Comisión de Mediación entre ambas cámaras, presentar proyectos propios y/o bloquear los oficialistas.
Igualmente, al día siguiente de la derrota, la Canciller anunció que “cada uno de los coaligados hará campaña por su cuenta”. Así advirtió al aliado liberal que no se repetirá el préstamo de 100 mil votos dado en Baja Sajonia. En el sistema alemán cada elector tiene dos votos: con uno, elige candidatos y con el otro, partidos. Como los partidos grandes tienen candidatos más conocidos, ganan con el primer voto. Los pequeños, en cambio, dependen del segundo. Como las encuestas daban al FDP por debajo del 5%, la CDU pidió que el segundo voto fuera a los aliados. Tuvo éxito, pero perdió la mayoría por decimales. Dado que a nivel federal las alianzas no están definidas, porque La Izquierda obtendría cerca del 7% y ni rojiverdes ni negroamarillos tendrían mayoría propia, Merkel hará campaña por la CDU y su socio bávaro CSU. Si el FDP se mantiene en el Parlamento y los números cierran, pueden repetir la coalición actual. Si no, replicarían la gran coalición con el SPD de 2005-09. Éste prefiere a Los Verdes y rechaza a La Izquierda, pero si así no tiene mayoría, se aliaría con la CDU. Los liberales, por su parte, sueñan con una “coalición semáforo” (roja, verde y amarilla). La Izquierda, finalmente, quiere coaligar con el SPD y Los Verdes, pero debe mejorar mucho en el oeste del país y convencer a los socialdemócratas.
Por otro lado, el triunfo en Hannover salvó la candidatura del socialdemócrata Peer Steinbrück, cuyo perfil tecnocrático y boca incontrolada dañaron mucho al SPD, pero necesitará control, para aumentar su 28% de simpatía y bajar a la Canciller Merkel del 65% actual. A pesar del bajo crecimiento (el 0,4% en 2013), el electorado aprueba la política monetaria y cambiaria de Merkel y la reducción del gasto público, en tanto Steinbrück debe justificar su cambio de opinión respecto a cuando era Ministro de Finanzas de la Gran Coalición. Para ella, él es el mejor oponente.
Por último, durante el encuentro anual en Davos (Suiza), David Cameron insistió el jueves 24 en que, si Bruselas no devuelve al Reino Unido una serie de facultades soberanas, en 2017 habrá un referendo sobre la pertenencia a la Unión. Aunque la líder alemana coincide en las críticas de su colega, la amenaza inglesa le permite perfilarse como adalid de la idea europea. Así, aun sin mayoría parlamentaria, Angela Merkel va a las elecciones de setiembre con optimismo y energía y como jefa indiscutida del conservadurismo.
Aunque obtuvo el 36% de los votos contra el 32% de los socialdemócratas (SDP) y el 13,7% de los verdes, el oficialismo perdió las elecciones regionales del domingo pasado. En tanto, el liberal FDP desmintió con el 9,9% de los votos, los pronósticos que lo ponían debajo del 5% y fuera del parlamento, mientras que La Izquierda (3,1%) y Los Piratas (2,1%) quedaron sin representación. De esta manera, La CDU (Merkel) obtiene 54 bancas; el SPD, 49; el FDP, 14 y Los Verdes, 20. La alianza negro-amarilla (CDU/FDP) alcanza 68 mandatos y los rojiverdes (SPD/Verdes) forman con 69 el nuevo gobierno estadual. En la Cámara Alta del Parlamento Federal (representativa de los estados) la oposición tendrá mayoría con 36 representantes contra 15 de la coalición gubernamental sobre un total de 69. Las restantes 18 bancas son de estados gobernados por coaliciones CDU/SPD que se abstienen en votaciones conflictivas. Con esa mayoría, SPD y Verdes pueden convocar a la Comisión de Mediación entre ambas cámaras, presentar proyectos propios y/o bloquear los oficialistas.
Igualmente, al día siguiente de la derrota, la Canciller anunció que “cada uno de los coaligados hará campaña por su cuenta”. Así advirtió al aliado liberal que no se repetirá el préstamo de 100 mil votos dado en Baja Sajonia. En el sistema alemán cada elector tiene dos votos: con uno, elige candidatos y con el otro, partidos. Como los partidos grandes tienen candidatos más conocidos, ganan con el primer voto. Los pequeños, en cambio, dependen del segundo. Como las encuestas daban al FDP por debajo del 5%, la CDU pidió que el segundo voto fuera a los aliados. Tuvo éxito, pero perdió la mayoría por decimales. Dado que a nivel federal las alianzas no están definidas, porque La Izquierda obtendría cerca del 7% y ni rojiverdes ni negroamarillos tendrían mayoría propia, Merkel hará campaña por la CDU y su socio bávaro CSU. Si el FDP se mantiene en el Parlamento y los números cierran, pueden repetir la coalición actual. Si no, replicarían la gran coalición con el SPD de 2005-09. Éste prefiere a Los Verdes y rechaza a La Izquierda, pero si así no tiene mayoría, se aliaría con la CDU. Los liberales, por su parte, sueñan con una “coalición semáforo” (roja, verde y amarilla). La Izquierda, finalmente, quiere coaligar con el SPD y Los Verdes, pero debe mejorar mucho en el oeste del país y convencer a los socialdemócratas.
Por otro lado, el triunfo en Hannover salvó la candidatura del socialdemócrata Peer Steinbrück, cuyo perfil tecnocrático y boca incontrolada dañaron mucho al SPD, pero necesitará control, para aumentar su 28% de simpatía y bajar a la Canciller Merkel del 65% actual. A pesar del bajo crecimiento (el 0,4% en 2013), el electorado aprueba la política monetaria y cambiaria de Merkel y la reducción del gasto público, en tanto Steinbrück debe justificar su cambio de opinión respecto a cuando era Ministro de Finanzas de la Gran Coalición. Para ella, él es el mejor oponente.
Por último, durante el encuentro anual en Davos (Suiza), David Cameron insistió el jueves 24 en que, si Bruselas no devuelve al Reino Unido una serie de facultades soberanas, en 2017 habrá un referendo sobre la pertenencia a la Unión. Aunque la líder alemana coincide en las críticas de su colega, la amenaza inglesa le permite perfilarse como adalid de la idea europea. Así, aun sin mayoría parlamentaria, Angela Merkel va a las elecciones de setiembre con optimismo y energía y como jefa indiscutida del conservadurismo.