lunes, 4 de febrero de 2019

Los EE.UU. se han vuelto erráticos e imprevisibles

¿Quién gobierna en EE.UU. después del cierre del gobierno?

El espacio político que el presidente ha perdido luego de su derrota ante el Congreso está siendo ocupado por neoconservadores globalistas que ponen al mundo en peligro
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
4 de febrero de 2019
Eduardo J. Vior
Tras el fracaso de su chantaje a la Cámara de Representantes, para que aprobara los fondos necesarios para construir el muro en la frontera con México, el presidente Trump ha quedado muy debilitado. Un pequeño grupo de neoconservadores se ha apropiado del timón en su nombre y está metiendo al país en aventuras exteriores hasta ahora todas derrotadas, pero no por ello menos peligrosas. Las contradicciones entre el presidente, sus funcionarios, su base parlamentaria y la oposición demócrata ha hecho la política estadounidense errática e impredecible. Venezuela es sólo un ejemplo de este curso delirante.
La decisión norteamericana de reconocer al presidente de turno de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, como “presidente encargado” del país obtuvo inmediatamente el apoyo de sus aliados en el continente, a la cabeza Argentina, Brasil, Colombia y Chile. Sin embargo, al éxito inicial sucedieron sucesivas derrotas: EE.UU. no pudo alcanzar en la OEA la mayoría necesaria para que el organismo reconociera a Guaidó. Días más tarde fracasó también en el Consejo de Seguridad, donde su moción en el mismo sentido fue derrotada por la mayoría de las delegaciones. Si bien, en un voto no vinculante, el Parlamento Europeo reconoció al autodesignado presidente, sólo Gran Bretaña, Francia y España llevan una política abiertamente intervencionista en el país suramericano a la que Italia, entre otros, se opone. Si el secretario de Estado Mike Pompeo y el jefe del Comando Sur, el almirante Craig S. Faller, esperaban una rápida victoria, han fracasado.
Este martes el director nacional de inteligencia, Dan Coats, presentó el informe de las seis agencias de inteligencia sobre las amenazas que enfrenta EE.UU. Ante el Congreso el funcionario enumeró las que considera como principales: Rusia, China, Corea del Norte e Irán. “Seguimos considerando que es poco probable que Corea del Norte esté dispuesta a renunciar a todas sus armas nucleares y a sus capacidades de producción, a pesar de que pretende negociar una desnuclearización parcial para obtener importantes concesiones internacionales y de Estados Unidos”, indicó Coats.
A su vez, el Estado Islámico todavía contaría con “miles” de combatientes en Irak y en Siria que justificarían la continuada presencia de las tropas norteamericanas en la región, afirmó. Asimismo, sostuvo que Irán tiene el mayor arsenal de cohetes balísiticos en Medio Oriente, aunque –contradiciendo las afirmaciones del presidente, cuando retiró a EE.UU. del acuerdo nuclear 5 + 1- dijo no creer que la nación persa esté desarrollando armas nucleares.
“¡Están errados!”, tuiteó Donald Trump el miércoles sobre el informe, y el jueves acusó a los medios de haber informado incorrectamente sobre la presentación de los espías. En consecuencia, avisó que ignorará las opiniones de la comunidad de inteligencia sobre Irán, si éstas se oponen a su visión.
Al mandatario se contrapuso primero el líder del bloque republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien el mismo martes –después del informe de inteligencia- impuso en la cámara por amplia mayoría (68 a 23) una enmienda a la ley sobre la política hacia el Medio Oriente sosteniendo que “al Qaeda, el Estado Islámico y sus asociados en Siria y Afganistán continúan planteando una seria amenaza para nosotros aquí mismo”. Por su parte, este domingo 3 los senadores Ron Johnson (presidente de la Comisión de Seguridad Interior) y Richard Shelby (presidente de la Comisión de Asignaciones, a cargo de los gastos discrecionales) exigieron al jefe de Estado que preste atención al parecer calificado de la comunidad de inteligencia.
Entre tanto, en una jugada sumamente arriesgada, EE.UU. suspendió el jueves 31 por seis meses la vigencia del Tratado para el Control de las Armas Nucleares de Alcance Medio (INF, por su nombre en inglés) de 1987. Ni lerdo ni perezoso, Vladimir Putin tomó el viernes 1º una medida similar, ordenó a sus diplomáticos interrumpir los intercambios sobre el asunto y aprobó el desarrollo de un misil hipersónico de medio alcance.
El tratado firmado por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov prevé la eliminación de los proyectiles nucleares con un alcance entre 500 y 5.000 km. Como resultado del mismo, hasta 1991 ambas superpotencias destruyeron 2692 cohetes. No obstante, desde 2014 EE.UU. y Rusia se vienen acusando mutuamente de violar el acuerdo.
En realidad, el Estado Mayor Conjunto está preocupado por el desarrollo y despliegue  de cohetes chinos de alcance medio en todo el sur de Asia, que no están alcanzados por el tratado de 1987, y quiere instalar sus baterías en Europa Oriental. Debieron, empero, haber contado con la reacción rusa, porque la superioridad tecnológica de Moscú en el nivel de los cohetes de largo alcance ya es inmensa y poco le costará aplicarla al nivel medio. Al Pentágono le salió el tiro por la culata.
Ya no son sólo las chicas demócratas que presionaron a la presidenta de su bloque en la Cámara de Representantes, Nancy Pelossi, para que no aprobara las partidas para construir el cacareado muro en la frontera con México, resistieron durante tres semanas el cierre del gobierno y obligaron al mandatario a retroceder. La derrota del presidente desató la reacción combinada de los globalistas republicanos y demócratas que se niegan a reconocer que Estados Unidos ya no es LA superpotencia hegemónica, sino sólo una de las tres (junto con China y Rusia) que hoy puede dirigir al mundo.
La agresión contra Venezuela es sólo una parte de la gran jugada neoconservadora, para aislar al presidente Donald Trump, obligarlo a retomar la política globalista y reanudar la guerra fría, esta vez también contra China. Aún no está claro, si el jefe de Estado podrá romper el cerco y retomar su política exterior realista de retroceso y concentración de las propias fuerzas. El discurso sobre el estado de la Unión, que este año excepcionalmente (por el cierre del Ejecutivo en enero) pronunciará este martes 5, dará la pauta sobre su capacidad de reacción. Como los halcones en Washington está sumamente apresurados en adueñarse del poder, mientras el presidente no los meta en sus jaulas, pueden provocar un daño inmenso. El mundo, y sobre todo nuestro continente, está atravesando una zona de peligro extremo.

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Eduardo J. Vior