Del dicho al hecho hay corto trecho
Trump expropió a los 500 más ricos del mundo, para relanzar la economía, pero el Pentágono le hace una zancadilla tras otra
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
6 de febrero de 2018
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6 de febrero de 2018
Desde
que Donald Trump gobierna Estados Unidos la transición hacia un mundo
multipolar se ha acelerado. Con pasmosa radicalidad el presidente trata
de poner en práctica los aspectos centrales de su programa electoral,
pero los militares lo cercan, condicionan e intentan comprometerlo con
el antiguo rumbo globalista.
El presidente cumple …
La
asunción de Jerome Powell como nuevo presidente de la Reserva Federal
norteamericana (FED, por su sigla en inglés), el lunes pasado, desató
una corrida mundial desde la especulación bursátil al dólar. Febrero
acumula ya una caída del 7%, lo que, de acuerdo a Bloomberg, representó sólo a las 500 fortunas más grandes del mundo pérdidas por más de 180.000 millones de dólares.
Warren Buffet fue quien más perjudicado se vio al perder 5.100 millones
de dólares y lo siguió Mark Zuckerberg con 3.600 millones de dólares.
Incluso el dueño de Amazon, Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, perdió $3.300 millones de dólares.
¿Qué
relación tiene este colapso de las bolsas con la política de Donald
Trump? Mucha. El presidente norteamericano había prometido en su campaña
electoral transferir grandes masas de dinero desde la especulación
financiera al financiamiento de la renovación de la decadente
infraestructura de EE.UU. Al nombrar a Powell, dio la señal de que las
tasas de interés y, por ende, la cotización del dólar debían subir, para
reducir la deuda externa norteamericana y valorizar las reservas de la
FED. De este modo alcanza varios efectos con un solo golpe: debilita a
los multimillonarios globalistas, a sus aliados israelíes y árabes que
financian al terrorismo y empujan a guerras permanentes y, finalmente, a
sus aliados/adversarios en Europa que medraron durante décadas gracias
al aumento de la deuda externa norteamericana y la pérdida de valor del
dólar.
Wall
Street ya señaló al culpable: el aumento en los sueldos y salarios de
los trabajadores por la disminución del desempleo. Sin embargo, no hay
rastros de ascenso de la inflación que justificara la suba de las tasas
de interés. Claro que el golpe de Trump encarecerá las exportaciones
estadounidenses y los créditos internos, pero el presidente espera bajar
los costos de producción mediante el desarrollo de la infraestructura y
aumentar el consumo, para así, en pocos años, hacer nuevamente
competitiva a la industria de su país. Trump está desacoplando el
mercado cambiario y financiero norteamericano del mundial. Las
consecuencias para los países emergentes con alto endeudamiento van a
ser desastrosas: el aumento de las tasas de interés encarecerá los
créditos que hayan sido tomados a tasa móvil y el encarecimiento del
dólar agudizará la fuga de divisas, pero EE.UU. florecerá.
… aun sitiado en la Casa Blanca
Si
bien Donald Trump dice buscar entendimientos con Rusia y China, los
hechos que crea el Pentágono –con o sin su consentimiento- van en la
dirección contraria. El último fue el documento sobre la Revisión de la
Postura Nuclear (NPR, por su sigla en inglés) publicado el pasado
viernes por el secretario de Defensa James Mattis.
Por
primera vez desde 2010 el documento proclama la necesidad de que “los
Estados Unidos tengan capacidades nucleares modernas, flexibles y
resilientes”. El bosquejo propone no el aumento del arsenal nuclear,
sino la posibilidad de utilizarlo en nuevos escenarios. Aquí reside el mayor peligro para la paz mundial.
Siguiendo
la tradicional argumentación de los generales, la NPR generaliza y
magnifica conflictos regionales, para estilizarlos como amenazas
globales, por ejemplo, el conflicto con Rusia por Ucrania y el que
EE.UU. mantiene con China por el Mar Meridional. Además
prevé la posibilidad de usar armas nucleares en conflictos
convencionales y aboga por el desarrollo y utilización de armas
nucleares tácticas.
En
su conjunto la última revisión de la política nuclear norteamericana va
a conducir a un alarmante empeoramiento de la seguridad planetaria e
impulsar la competencia atómica con otras potencias. No queda claro, si
el presidente Trump avala esta propuesta o si le fue impuesta por los
militares como muchas otras, pero sí es seguro que bajo la amenaza del
garrote atómico ni Rusia ni China se avendrán a la negociación global
que el mandatario dice buscar. En el sentido contrario al de la política
interna, el temor es grande de que a la proclama siga rápidamente la
acción.
Dialogando se acerca la paz
El
próximo viernes 9 comienzan en Pyeongchang, Corea del Sur, los Juegos
Olímpicos de Invierno y todos los ojos van a estar puestos en los 22
atletas norcoreanos. Después de meses de conversaciones secretas, en
enero pasado ambas partes de la península llegaron a un acuerdo, para
que deportistas del Norte se integren con sus compatriotas del Sur en
una delegación común (con las dos banderas), para competir en los juegos
y simbolizar la voluntad de reunificar Corea en forma pacífica.
Los
deportistas norcoreanos no habían participado en las Olimpíadas de
invierno desde los juegos en Vancouver, Canadá, en 2010. Corea del Norte
va a estar presente en cinco competiciones: patinaje artístico sobre
hielo, carrera de patinaje sobre hielo, esquí de fondo, esquí alpino y
hockey sobre hielo, para el que mandó a doce jugadores que se integraron
al equipo coreano unificado. Una parte de los deportistas llegó al
sitio de los juegos el pasado 25 de enero y el resto, el 1º de febrero.
Obviamente,
los atletas están acompañados por funcionarios deportivos, de seguridad
y de inteligencia. Es que los juegos son sólo un pretexto, para
simbolizar la voluntad de reunificación y para negociar nuevos pasos en
la distensión puesta en marcha por Seúl y Pyongyang, a pesar de las
provocaciones permanentes desde Estados Unidos y Japón. También en este
caso del dicho al hecho hay poco trecho, gracias a Dios.
Romper
con 27 años de monopolio norteamericano sobre el poder mundial no es un
juego de niños. Donald Trump lo sabe y no le place, pero sabe que los
costos económicos, militares y políticos del globalismo son
insostenibles. Por eso busca desacoplar a su país de la economía
mundial, para volver más adelante con nueva fuerza, y, entre tanto,
tolera la distensión en Corea. Sin embargo, rodeado por los militares en
las posiciones claves de su gobierno, el presidente debe avalar
bravuconadas como la reciente sobre política nuclear que van en la
dirección contraria a la deseada por él. Las palabras han perdido su
vuelo y cada día están más cerca de los hechos …en todos los sentidos.
Comentarios
0 comentarios- A pesar de los despidos que sufren, las cúpulas de metalúrgicos, ferroviarios y alimentación no movilizarán el 22F
- Cláusula gatillo: para las paritarias, no. Para la deuda, sí
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Eduardo J. Vior