jueves, 25 de enero de 2018

Caducó el discurso globalista, pero aún sin alternativa

Los hechos valen más que mil palabras

Ante el cúmulo de indicios de que la realidad mundial es la contraria a la construida por el relato mediático hegemónico, al comenzar 2018 el globalismo queda al desnudo.
Escribe Eduardo Vior,
exclusivo para InfoBaires24
25 de enero de 2018
 
Desde 1989 la dictadura mediática que domina el mundo invirtió la percepción de la realidad. Aunque todavía machaca que Trump trajo la decadencia de Estados Unidos, que el Papa Francisco fracasó en su viaje a Chile y Perú, que los mercenarios puestos por EE.UU. en el norte de Siria son “combatientes por la libertad” y que en Cataluña se juega la unidad de España contra el derecho del pueblo catalán, su discurso es desmentido por la realidad. Faltan, empero, todavía explicaciones alternativas creíbles.

Trump es sólo el síntoma del colapso imperial

El “cierre” del gobierno estadounidense por la falta de acuerdo entre Congreso y Ejecutivo sobre el presupuesto federal, fue denunciado por los medios como ejemplo de la decadencia a la que Donald Trump ha conducido a EE.UU. durante el primer año de su gobierno que se cumplió, precisamente, el lunes 22.

Por su parte, la BBC en español publicó el martes los resultados de una encuesta mundial de Gallup que mostraría la caída en más de 30 puntos del nivel de simpatía de EE.UU. y el paralelo ascenso de China.

Tanto la prensa liberal como los “think tanks” sobre política internacional acusan al presidente de haber retrocedido ante Rusia en Oriente Medio y ante China en África, Asia y América Latina. Sin embargo, la realidad es la contraria: EE.UU. ya no logra financiar sus guerras. El malestar con la política norteamericana en el mundo ya existía, aunque no se notara tanto. Rusia y China, finalmente, vienen avanzando desde 2013, porque dejan ganar a sus socios y respetan la soberanía e integridad de los estados. Trump sólo ha percibido esta realidad y quiere revertirla en interés de su país.

Los tiempos del Papa no son los de los medios hegemónicos

La prensa amarilla aplicó a la visita de Francisco a Chile y Perú las mismas técnicas que utiliza contra los movimientos populares: corrió el eje hacia los temas morales y se escandalizó ante la “injerencia” del obispo de Roma en la política interna.

Claro que durante la visita del Papa a Chile se podría haber apartado al obispo Barros de su comitiva. Su presencia junto al Papa hizo a los medios hegemónicos y a la pseudoizquierda masónica más fácil desviar el eje del viaje.

No obstante, los tiempos de Francisco son mucho más largos que los de la dictadura mediática. En Chile el Papa logró imponer en la agenda pública el reconocimiento del pueblo mapuche como parte de una nacionalidad chilena pluricultural y el derecho humano a migrar. En Perú, en tanto, devolvió a su sufrido pueblo el sentido de primacía de la comunidad sobre la corrupción y el crimen. Diluidas las nubes de polvo que agitaron los medios, las nuevas consignas calarán en profundidad. 

En Chile el Papa logró imponer en la agenda pública el reconocimiento del pueblo mapuche como parte de una nacionalidad chilena pluricultural y el derecho humano a migrar.

Kurdistán 2018 no es Barcelona 1936

Desde que en 2015 los milicianos kurdos en el norte de Siria resistieron la ofensiva del llamado Estado Islámico (EI), los medios europeos los rodearon de una aureola romántica avivando la asociación con las y los milicianos anarquistas que se alzaron en 1936, para frenar el golpe fascista.

Sin embargo, la imagen heroica se fue deshaciendo, cuando trascendió que estaban pertrechados por Estados Unidos, que en el área bajo su control combaten miles de mercenarios adiestrados por la CIA y que el estado mayor islamista fue rescatado por helicópteros del US Army y refugiado en territorio bajo control kurdo.

Prácticamente derrotado el EI y en retirada Al Qaeda en el noroeste de Siria, la concertación ruso-turca (que no alianza) trata ahora de recuperar el control sobre la frontera sirio-turca. La operación del ejército turco en el sector occidental del confín tiende a expulsar a los kurdos y sus aliados del oeste del Éufrates, liberar la presión sobre el suroeste de Turquía y proteger a los turcomanos en el norte de Siria.

Damasco y Moscú toleran por ahora la operación, porque ayuda a repeler la intromisión norteamericana. Significativamente, Donald Trump no ha dicho palabra, aunque su secretario de Estado, Rex Tillerson, se ha mostrado muy enojado. Es que el presidente no puede parar las intromisiones del Pentágono, pero puede dejar que fracasen. Él sabe que EE.UU. no puede meter las patas en todas partes y que es mejor una retirada táctica que una derrota estratégica.

En Cataluña no deciden los pueblos 

Este miércoles se reúne por primera vez el parlamento catalán electo el pasado 21 de diciembre. Si todo fuera normal, con la constitución del mismo se acabaría la intervención del gobierno central en vigor desde el 22 de octubre por la declaración unilateral de independencia.

Sin embargo, hay ocho diputados electos que no pueden presentarse a recoger su diploma: los cinco refugiados en Bruselas, entre ellos el ex presidente y candidato nacionalista a repetir Carles Puigdemont y los tres que permanecen en prisión preventiva, entre los cuales el ex vicepresidente Oriol Junqueras. Si bien los presos pueden mandatar a otros parlamentarios para que retiren sus títulos, los exiliados no.

En la sesión del miércoles las formaciones nacionalistas irán coaligadas e impondrán la Mesa del Parlament. En los días siguientes, tras reunirse con los distintos bloques, el presidente del legislativo puede proponer candidato a la Presidencia de la Generalitat. Para ello tiene diez días hábiles, por lo que la primera sesión de investidura probablemente sea el 31 de enero.

Corresponde a la Mesa resolver cuál será el formato de la misma. Es decir, podrá decidir si permite que los exiliados y presos participen a distancia, lo que casi seguro sea vetado por el Tribunal Constitucional. Si así fuera, se frenaría la investidura, pero ya correrían los plazos para repetir las elecciones. O sea que, después de que España votó tres veces el año pasado, su región más díscola pretende repetir el desatino.

En Cataluña se enfrentan la tozudez de la monarquía y el gobierno conservador, que sólo apoyan la unidad del Estado en la obediencia, con la de los conservadores y liberales catalanes que, financiados por George Soros, aspiran a la destrucción de todo Estado nacional. Los pueblos son convidados de piedra o masa de maniobra. Aquí todavía no ha asomado el sentido de realidad.

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Cuanto más lejos del centro imperial, más patente la contraposición entre la realidad y el discurso dominante. La verdad globalista se ha resquebrajado, pero todavía no hay remplazos válidos. 2018 será, pues, un año de mucho desorden a la busca de nuevas coordenadas para el entendimiento internacional. No está claro, si surgirá un consenso, pero sí es definitivo que la retórica que nos ahogó durante casi 30 años caducó.

miércoles, 24 de enero de 2018

A falta de inversiones buenos son los negocios privados

El arca rusa de Mauricio

Carta de navegación de la gira de Macri por Rusia, Suiza y Francia, entre el peso de los errores pasados y las concesiones que sueñan con la mentada lluvia de inversiones.


La gira de Mauricio Macri durante los cuatro días que pasará en Europa combina duras negociaciones en Moscú con su comparecencia ante Máxima Zorreguieta y los mimos que recibirá del grupo Rothschild en París. Un mix calculado por sus asesores, para que tenga un final feliz. Sin embargo, las concesiones que debe hacer en Rusia preanuncian para las próximas décadas agudas luchas de intereses sobre nuestra soberanía.

El presidente arribó a Moscú el lunes por la noche en un tour que incluyó una reunión con su par ruso, Vladimir Putin. Previo a eso, celebró un anhelado desayuno con un grupo de 18 empresarios interesados en invertir en la Argentina. Participaron directivos de Biocad (biotecnología), Gazprom (energía), Gazprombank (Banco), Phosagro (agroquímica), Rosatom (energía nuclear), Sinara (inversiones), Uralkali (fertilizantes), y Vnesheconombank (banco de desarrollo). Con éste último está pendiente la ejecución de un crédito de 2015 por el 85% de los 2600 millones de dólares presupuestados para la construcción de la represa de Chihuido (Neuquén). También asistieron representantes de Lukoil (petrolera), Mail.Ru (internet), Russian Railways (ferroviaria), Vtb Bank Group (banco), Yandex (internet), Russian Copper Co. (cobre), Transmashholding (ferroviaria) y Softline (tecnología de la información). El presidente pintó en los mejores colores la situación argentina y los alentó a invertir en proyectos agrarios y extractivos, pero no hubo intercambio sobre inversiones en concreto.

Por su parte, Aranguren se reunió con la petrolera Lukoil, interesados en comprar la empresa Oil Combustibles (del Grupo Indalo), a pesar de las graves dificultades que la compañía tiene con la AFIP. O sea, que un representante de Shell decidirá sobre la inversión de una competidora.

Dentro de las negociaciones rusas se encuentra también la compañía URAmerica, que está analizando producir uranio en el chubutense cerro Solo, junto a la frontera con Chile, en asociación con Uranium One, una compañía canadiense que el año pasado fue comprada por Energía Nuclear Rosatom, una empresa pública de la Federación Rusa, a la vez el cuerpo regulador nuclear de este país que reúne a más de 350 empresas nucleares rusas.

Etchevehere, en tanto, se encontró con el presidente de ACCOR, el más grande grupo de productores rusos, especialmente interesado en genética bovina (semen y embriones), caballos en pie, máquinas de siembra directa y tolvas. Asimismo tiene previsto negociar con el ministro de Agricultura ruso las tarifas y las normas fitosanitarias para habilitar en la Patagonia puertos pesqueros en los que barcos rusos ingresarían sus productos.

El encuentro del presidente Macri con Vladimir Putin, por lo demás, osciló entre el protocolo y las promesas. En la reunión participaron también los principales colaboradores de ambos. Hablaron durante casi tres horas y “a agenda abierta”, o sea, mezclando todos los temas. Seguramente, la delegación argentina debió rendir cuentas sobre el retraso en la construcción de las represas en Santa Cruz y Neuquén y la postergación de Atucha 3. Típico del estilo de negociación de Putin es armar paquetes estratégicos en los que combina temas conflictivos y no problemáticos, para sacar la mayor ventaja. No sería de extrañar que Argentina haya cedido en materia agroindustrial, energética y pesquera. Tampoco la ayuda recibida en la búsqueda del ARA San Juan habrá salido gratis.

Finalizada la actividad oficial en la capital rusa, Macri emprendió viaje a Zürich, para trasladarse a Davos, donde tendrá una intensa agenda de reuniones con líderes empresarios y políticos. En primer término, compartió allí un almuerzo con directivos de empresas en la denominada Casa Argentina. Más tarde recibió a Bill Gates, quien insiste con la educación compleja para cerrar asimetrías y evitar una crisis en el mercado de trabajo ante la actual revolución robótica. El multimillonario tiene interés en invertir en programas educativos ligados a sus tecnologías.

La agenda se completa con reuniones con directivos de Temasek International (inversionista), Total (petroquímica y energética), Cargill (agroquímica), Coca-Cola (alimenticia) y Lloyd’s (seguros). También habrá encuentro con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y, más tarde, con representantes de Facebook y Siemens.

Luego, el mandatario rendirá examen ante la reina Máxima, su gran protectora, y se reunirá con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, así como con el presidente suizo, Alain Berset. El jueves, en tanto, Macri mantendrá un encuentro con el director ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, y dará su discurso en la sesión plenaria del Foro como presidente del G20.

La actividad oficial en Paris comenzará el viernes 26 de enero con un desayuno de trabajo con directivos de compañías miembros del Movimiento de Empresas de Francia. Al mediodía almorzará con representantes de otros sectores empresarios en las oficinas del Grupo Rothschild, donde será recibido por el socio-gerente de la firma, Olivier Pécoux. Por la tarde se encontrará en el Palacio del Elíseo con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. El sábado 27 por la noche, finalmente, emprenderá el viaje de retorno a Buenos Aires.

Desesperado por atraer inversiones en agronegocios, minería, energía y pesca que no llegan, el presidente no titubea en entregar soberanía y derechos consagrados. En Rusia lo hace obligado por los errores ideológicos cometidos al principio de su gobierno, cuando incumplió impúdicamente los contratos bilaterales de 2013 y 2015. Para evitar sanciones y multas debe ahora hacer concesiones en áreas estratégicas. Mientras tanto, en las reuniones con la reina Máxima (administradora del mayor fondo de inversiones de Europa) y el Grupo Rothschild cierra negocios personales a costa del Estado argentino.

Con una política exterior que combina un reaccionarismo trasnochado con negociados personales y cesión de soberanía, las obligadas concesiones a Rusia preanuncian no pocos conflictos entre las potencias por la influencia sobre nuestro país y la Antártida. Conflictos que padecerán los gobiernos sucesivos, pero que por estas horas empiezan a delinear sus difusos contornos.

miércoles, 10 de enero de 2018

Por una convivencia sin exclusiones

Sólo la paz trae prosperidad para tod@s

La distensión que se insinúa en Corea, la reconstrucción de Siria y los recientes mensajes del Papa Francisco vinculan la convivencia con el progreso compartido
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
10 de enero de 2018
El imprevisto nexo que el presidente Donald Trump estableció entre su acompañamiento de las conversaciones intercoreanas y la renegociación del acuerdo de libre comercio con Corea del Sur confirmó la misma relación entre prosperidad económica y paz que puede verse en la reconstrucción de Siria y en los recientes mensajes papales.

Pickups por paz

El gobierno de Corea del Norte anunció este martes 9 que enviará atletas y una delegación de alto nivel a los Juegos Olímpicos de Invierno del próximo mes. Durante una reunión realizada en Panmunjon, en la zona desmilitarizada entre ambos estados, Pyongyang dijo que además enviaría espectadores, artistas y un equipo de taekwondo.

Por su parte, la delegación surcoreana planteó organizar reuniones entre familias divididas a ambos lados de la frontera durante el Año Nuevo Coreano, el próximo 16 de febrero, en coincidencia con los Juegos. Seúl propuso, además, que ambos países marchen juntos durante la ceremonia inaugural y anunció que estudiará, junto con la ONU, suspender temporalmente las sanciones a su vecino.

Corea del Sur también quiere restablecer el contacto entre las fuerzas militares, para evitar “accidentes”. En tanto, Pyongyang se opone a que en las conversaciones se hable sobre las armas nucleares, porque es un tema que sólo atañe a su relación con los Estados Unidos.

Esta reunión fue posible, después de que en su mensaje del 1º de enero el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, esbozó la posibilidad de que atletas norcoreanos participen en los Juegos que se celebrarán del 9 al 25 de febrero en Pyeongchang, 126 km al este de Seúl, pero el anuncio fue el resultado de una larga negociación secreta entre ambos gobiernos.

Lo interesante del suceso histórico es el nexo que el presidente norteamericano Donald Trump impuso entre su apoyo al diálogo y la renegociación del acuerdo de libre comercio entre Corea del Sur y su país (vigente desde 2012) que comenzó el viernes pasado. Dado que el déficit comercial norteamericano en su intercambio con Surcorea se duplicó desde la firma del acuerdo, Trump pretende, sobre todo, mantener el arancel de 25% que EE.UU. impone a las importaciones de pickups coreanas, lo que afectaría enormemente a Hyundai y Kia. ¿Pone el presidente el mantenimiento del arancel como condición para apoyar el proceso de distensión? Y, en este caso, ¿quién compraría las camionetas sobrantes? El único mercado en condiciones de absorber ese excedente es el chino. ¿Existe, entonces, algún acuerdo entre China, ambas Coreas y EE.UU., para que Beijing financie con sus compras la pacificación de Corea? Si así fuera, los cuatro habrían dado prueba de una creatividad insospechada.

Renaciendo entre las ruinas

Mientras que el llamado Califato se ha hundido en las arenas del desierto y el Ejército Árabe Sirio continúa su avance contra al Qaeda en el noroeste del país, más de 500 inversores extranjeros han encarado nuevos negocios en Siria durante 2017.

El ente de facilitación de inversiones Damascus Cham Holding ha anunciado que ha firmado un contrato por aproximadamente $270 millones de dólares para la construcción de un centro comercial y otros edificios en el distrito de Al Razi, en Damasco. Asimismo una delegación parlamentaria brasileña ha visitado Siria para impulsar el intercambio bilateral, identificar puntos de interés comunes para nuevas inversiones y normalizar las relaciones diplomáticas. En tanto, en un encuentro con el ministro sirio de Turismo el embajador libanés informó que empresarios de su país tienen interés en la reconstrucción postbélica de la economía siria.

En el mismo sentido, Damasco está impulsando la reconstrucción de la provincia de Alepo. Para ello el presidente Bashar al Assad envió allí recientemente al primer ministro Imad Jamis quien discutió iniciativas y programas con inversores locales. Hasta 2011 Alepo era el nudo manufacturero e industrial de Siria y las autoridades pretenden devolverle ese rol, para incrementar la producción local y reducir la dependencia actual de las importaciones. Aunque el relanzamiento de la economía siria va a precisar ingentes inversiones externas, las iniciativas descritas ratifican el efecto positivo de la pacificación sobre el desarrollo de la economía y la prosperidad de todos los habitantes.

70 años después, una nueva definición de los derechos humanos

En la recepción anual a los embajadores acreditados ante el Vaticano, el lunes 8, al igual que en su mensaje del 1º de enero en ocasión de la Jornada Mundial por la Paz, el Papa Francisco puso en el centro de sus preocupaciones la necesidad de redefinir los derechos humanos. El mismo sentido tendrán durante su visita a Chile entre el 15 y el 18 de enero su concelebración con guías espirituales mapuches en Temuco y su mensaje sobre las migraciones en Iquique.

El eje central de la visita de Francisco a Chile pasará por la proyección universal que él piensa darle al tratamiento del conflicto con los pueblos originarios por la tierra y a la integración de las y los inmigrantes.
Uno de los efectos secundarios de la política internacional de Donald Trump ha sido que EE.UU. ha abandonado el discurso universalista de defensa de los derechos humanos, para justificar sus intervenciones en todo el mundo. Trump, por cierto, aspira a que los demás países del mundo imiten el modelo norteamericano, pero no le atribuye ninguna validez universal.

Ha quedado, por lo tanto, vacío el espacio de la dirección espiritual del mundo y el Papa quiere ocuparlo. Para ello, aprovechando el 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que se cumplirá el próximo diciembre, Francisco pretende instalar un nuevo paradigma comunitario, en armonía con el entorno natural, la justicia social, la libertad no egoísta y la igualdad en la dignidad de las personas y los pueblos. Ésa es la revolución que piensa desatar desde Chile.

Sin paz no hay negocios para todos. Donald Trump quiere que sus empresarios hagan negocios con todo el mundo y, para ello, necesita la paz. A diferencia de los globalistas, la guerra no es su negocio y no por bondad, sino por el interés de los grupos que representa. La guerra permanente ha aumentado sideralmente el déficit público de EE.UU., desviado recursos necesarios en el interior y retrasado su economía. Es quizás interesante que un presidente norteamericano reaccionario, uno sirio nacionalista y un Papa universalista y popular coincidan en sus intereses. Si es así, podremos mirar 2018 con optimismo.

lunes, 8 de enero de 2018

Trump regatea el precio de la paz en Corea

Los secretos detrás del diálogo entre Corea del Norte y del Sur

Trump parece dispuesto a tolerar que ambas Coreas se aproximen a cambio de que se renegocie el acuerdo de libre comercio entre Seúl y Washington

por Eduardo J. Vior*

Cuando mañana martes 9 se reúnan las delegaciones de ambos estados coreanos, para definir la participación de los jóvenes patinadores sobre hielo norcoreanos Ryom Tae-Ok y Kim Ju-Sik en los Juegos Olímpicos de invierno de febrero próximo, nadie cree que los altos funcionarios se limiten a reservar el hotel para los dos postadolescentes. Durante 2017 la tensión en Asia Oriental ha escalado, hasta plantear el riesgo cierto de una guerra nuclear, por lo que el diálogo entre Seúl y Pyongyang despierta enormes expectativas, sobre todo por la ligazón que el presidente norteamericano ha impuesto entre la distensión en Corea y las relaciones económicas de su parte sur con Estados Unidos.
El pasado viernes 5 los dos gobiernos han anunciado su acuerdo para reunirse al más alto nivel este martes y concertar la participación de los dos únicos atletas norcoreanos calificados para los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán del 9 al 25 de febrero en Pyeongchang, 126 km al este de la capital surcoreana.
La reaproximación se hizo posible, cuando en su discurso de Año Nuevo el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, avisó, por un lado, que sobre su escritorio tiene siempre disponible el botón nuclear, pero, por el otro, manifestó el interés de su gobierno en enviar atletas a Pyeongchang. La respuesta positiva del Presidente surcoreano Moon Jae-in no se hizo rogar. En rápida sucesión ambas partes agendaron en los días siguientes este encuentro. Para mejorar el clima, entonces, Estados Unidos y Cora del Sur cancelaron el jueves las maniobras militares anuales que debían realizarse en marzo próximo. En estos ejercicios toman parte cientos de miles de efectivos, por lo que son percibidos por el Norte como una provocación.

Se trata de la primera reunión entre ambos estados desde diciembre de 2015 y representa un importante triunfo para el presidente surcoreano Moon Jae-in, quien asumió en mayo pasado, después del juicio polí- tico que depuso a su antecesora por corrupción, y ha llevado desde entonces una prudente línea para distender el vínculo con el Norte. En el mismo contexto se supo extraoficialmente que en el último semestre ha habido varias reuniones secretas entre representantes de ambas repúblicas, en las que los delegados del Sur buscaron alentar a sus compatriotas del Norte a enviar deportistas a los Juegos Olímpicos.
A pesar de que medios y analistas conservadores –tanto en Corea del Sur como en Japón y EE.UU.- inmediatamente advirtieron que Corea del Norte sólo busca ganar tiempo, que nunca ha abandonado su objetivo de conquistar militarmente el Sur y que Seúl debe guardarse de hacerle demasiadas concesiones, una encuesta realizada en el Sur inmediatamente después del discurso de Kim mostró que el 76% de los ciudadanos apoya que deportistas norcoreanos participen en los juegos de febrero.

El peso de la sanción
Desde Washington, el presidente Donald Trump consideró el martes que la propuesta de Kim es una muestra de que las sanciones “y otras presiones” impuestas a Pyongyang estaban empezando a tener un impacto. “Quizás sean buenas noticias, tal vez no, ya veremos”, escribió en Twitter.

Luego de que, en cumplimiento de las sanciones impuestas por la ONU, barcos surcoreanos interceptaron en aguas internacionales respectivamente en septiembre y diciembre navíos de terceros paí- ses que llevaban petróleo y gas para Corea del Norte, el gobierno de este país probablemente percibió que debía modificar su conducta internacional. Sin embargo, las sanciones también tienen costos para Estados Unidos. “Un corte total en los suministros de petróleo reduciría drásticamente la producción de alimentos para la población civil”, explicó esta semana David von Hippel, del Instituto Nautilus de Seguridad y Sostenibilidad, en un reportaje para NBC News. “Si otros países no donan alimentos, el bloqueo va a producir una hambruna”. De hecho, tanto Rusia como China han permitido oficiosamente que camiones con hidrocarburos abastezcan a Norcorea.

A pesar de los resquemores subsistentes sobre las intenciones de Kim, un análisis cuidadoso del anuncio de Corea del Norte del 3 de enero sobre la reapertura de la comunicación con el Sur indica la seriedad de su ofrecimiento: reconoce en pie de igualdad al gobierno de Corea del Sur, compromete al presidente Kim en la búsqueda del diálogo y prevé que nuevos encuentros pueden seguir al de este martes.

Paz por pickups
Entre tanto, el viernes pasado las delegaciones de Estados Unidos y Corea del Sur completaron la primera ronda de negociaciones sobre la revisión del acuerdo bilateral de libre comercio de 2012. Al levantarse de la mesa, los representantes de ambos países reconocieron que “todavía hay mucho que discutir” para alcanzar un nuevo acuerdo. El déficit comercial de EE.UU. en su intercambio con Surcorea se duplicó desde la firma del acuerdo. En 2016, por ejemplo, más del 90% de las pérdidas se originaron en el sector automotriz. 

Desde que asumió la presidencia hace un año, Donald Trump sacó a su país del Tratado de Libre Comercio para Asia y el Pacífico, impuso nuevas negociaciones con Canadá y México sobre la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por su sigla en inglés) e impulsó la renegociación del acuerdo de 2012 con Corea del Sur. Particularmente en este caso los negociadores norteamericanos tendrán que buscar un equilibrio entre las prioridades que les impone la agenda doméstica y la necesidad de contener el programa nuclear norcoreano. Trump tiene prisa en lograr un nuevo acuerdo con Corea del Sur, para usarlo como ejemplo en las negociaciones sobre el NAFTA y poder presionar a China, para que limite sus exportaciones hacia EE.UU. Para Washington es prioritario mantener el arancel del 25% sobre las importaciones de pickups surcoreanas, que, según el acuerdo vigente, debía ser eliminado hasta 2019. Los dos mayores exportadores de estos vehículos son Hyundai y Kia, que dependen completamente de estas exportaciones, dado el pequeño tamaño del mercado local. A su vez, Surcorea se defiende de las importaciones norteamericanas con una serie de barreras no arancelarias que los estadounidenses quieren derribar.

Las empresas surcoreanas sospechan que Washington pretende subir la cuota de 25.000 vehículos por fabricante que hoy pueden entrar a Corea y obligar al país asiático a subir el actual límite de emisión de dióxido de carbono que los estadounidenses consideran discriminatorio.

Obviamente, se podrá especular durante años sobre el motivo del acercamiento entre ambas Coreas que, por lo que se ve, no es tan repentino. Lo real es que Seúl y Pyongyang se re- únen este martes, para acordar el modo de participación de los atletas del Norte en los Juegos Olímpicos de invierno, al mismo tiempo que Seúl y Washington discuten cómo mantener el tratado de libre comercio de 2012 reduciendo la exportación de pickups a Estados Unidos.

Si Trump quiere demostrar que es capaz de negociar a lo macho para proteger la producción norteamericana, deberá compensar a Hyundai y Kia por las pérdidas que sufrirán. El único mercado alternativo en condiciones de absorber este exceso de producción es el chino. ¿Está dispuesto Beijing a actuar como garante de las negociaciones de paz en la península coreana comprando las camionetas que ya no se encaminarán allende el Pacífico? Si es así, Donald Trump, Xi Jinping, Kim Jong-un y Moon Jae-in habrán realmente revolucionado las formas de la diplomacia mundial.
*Especial para BAE Negocios
  • Turismo en DMZ
La Zona Desmilitarizada de Corea (conocida como DMZ por sus siglas en inglés) es una franja de seguridad militar establecida tras la firma del alto al fuego de la Guerra de Corea (1950-1953). Y en los últimos tiempos se convirtió en un destino turístico muy visitado, especialmente entre los extranjeros. En el Parque Imjingak (Parque Nuri de la Paz) se exhiben reliquias históricas de Corea y artículos bélicos utilizados durante la guerra. El parque es capaz de albergar a 25.000 personas y tienen lugar diversas actuaciones. Tiene miradores y un jardín con 3.000 molinetes.
  • 21% disminuyó el índice de deserciones norcoreanas
El número de norcoreanos que desertaron a Corea del Sur cayó un 21 por ciento en 2017 hasta su mínimo desde la llegada al poder hace seis años del líder Kim Jong-un por los controles fronterizos, según datos del Gobierno surcoreano. En total, 1.127 norcoreanos llegaron al Sur el año pasado comparado con los 1.418 que lo hicieron en 2016. La cifra de 2017 es la menor desde que llegó al poder en diciembre de 2011 el líder norcoreano Kim Jong-un, que ha reforzado desde entonces fuertemente los controles fronterizos para evitar las huidas. El número máximo de desertores se alcanzó en 2009 con 2.914, aunque las cifras han ido a la baja.
  • 7,4% se redujo el superávit interanual de Corea del Sur
El superávit por cuenta corriente de Corea del Sur se redujo un 7,47 % interanual el pasado noviembre hasta los 7.430 millones de dólares por el fuerte aumento del déficit en la cuenta de servicios, según datos del Banco de Corea (BoK). El déficit en la cuenta de servicios, que mide los pagos por exportación e importación, se incrementó un importante 80% con respecto a noviembre de 2016 hasta situarse en los 3.270 millones de dólares. La ampliación del saldo negativo en responde al aumento del número de surcoreanos que viajaron al extranjero y el de los servicios comerciales extranjeros, indicó el BoK.
  • 3,9% fue el crecimiento del PBI en Corea del Norte
La economía norcoreana fue impulsada por la minería, que creció un 8,2% sobre todo por la producción de carbón y plomo. La industria manufacturera se expandió un 4,8%, mientras que el sector de suministros públicos (agua, electricidad y gas) se disparó un 22,3%. El comercio exterior se incrementó un 4,7% hasta los 5.600 millones de euros, un 90% del cual se intercambió con China. La inversión en el programa de armamento nuclear -en 2016 se llevaron a cabo dos pruebas atómicas y más de 20 disparos de misiles- también dio un empujón a la economía, según el Banco de Corea con sede en Seúl, ya que Corea del Norte no publica datos.
  • 7,7% se incrementó la inversión extranjera directa
Corea del Sur registró volumen récord de inversión extranjera directa en 2017 gracias al interés en el sector de tecnologías de la información pese a la crisis generada en la península por el programa armamentístico del Norte. Para todo 2017 se cerraron acuerdos de inversión valorados en unos 22.940 millones de dólares, lo que supone un 7,7 por ciento más con respecto al volumen de 2016, según un informe publicado hoy por el Ministerio de Comercio, Industria y Energía. La cifra fue de unos 9.360 millones de dólares, tan solo para el periodo octubre-diciembre, lo que supone también un récord histórico trimestral.

domingo, 7 de enero de 2018

Peligra el acuerdo nuclear de 2015

Trump lo hizo: se metió en la crisis de Irán y unió al oficialismo con la oposición
De todos modos, las manifestaciones dejaron 21 muertos, cientos de heridos y más de 500 detenidos y desnudaron la situación del presidente Rohaní, que parecía monolítica
por Eduardo J. Vior
Tiempo Argentino
7 de enero de 2018
  

AFP

¿Torpeza o mala intención? El balance lo define: el presidente iraní Hasán Rohaní perdió poder, mientras que el líder espiritual de la República, el ayatolá Seyed Alí Jamenei, y la Guardia Revolucionaria resultaron vencedores. Ambos rechazan el acuerdo nuclear de 2015 con el Grupo 5+1 (EE UU, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China + Alemania), lo mismo que el presidente estadounidense. ¡Qué casualidad!
 
El jueves 4, Rusia rechazó el pedido de EE UU para que el Consejo de Seguridad se reuniera y tratara la crisis en Irán. El vicecanciller ruso denunció en la ocasión que Washington se aprovecha de la crisis iraní para incumplir el acuerdo nuclear de 2015.

Entre el 28 de diciembre y el 2 de enero varias ciudades de Irán fueron escenario de protestas contra la situación económica del país que rápidamente degeneraron en acciones violentas contra instalaciones oficiales y puestos policiales, con un saldo final de 21 muertos, numerosos heridos y 500 detenidos.
La primera reacción del presidente iraní Hasán Rohaní, el 1º de enero, fue tibia. Reconoció el derecho de la población a protestar contra la política económica, pero advirtió que no se debía trasgredir los límites constitucionales.

En cambio, al día siguiente, Jamenei, acusó a potencias extranjeras de crear disturbios en la República Islámica. No especificó a quién se refería, pero el vocero de los Guardianes de la Revolución, el general de brigada Ramezan Sharif, denunció el "apoyo de EEUU, del régimen sionista (por Israel) y de los sauditas" a los manifestantes.

Respondiendo a la convocatoria de su conducción, centenares de miles de iraníes de todas las tendencias se manifestaron el miércoles en Teherán y otras nueve ciudades del país, para respaldar la República Islámica y rechazar la intromisión extranjera. No hubo diferencias: "reformistas" y "conservadores" marcharon codo a codo. Como corolario de la gigantesca movilización, el comandante de la Guardia Revolucionaria, el general Mohammad Alí Yafari, pudo anunciar esa noche el fin de la sedición.

Debilitado
En mayo pasado, Hasán Rohaní fue reelecto como presidente de Irán con el claro mandato popular de reducir la pobreza, crear trabajo (la tasa de desempleo asciende al 13%, pero entre los jóvenes llega al 30%), bajar la inflación (10%), conseguir inversiones productivas (para superar la extrema dependencia de los hidrocarburos) y combatir la corrupción. El pueblo iraní había depositado enormes esperanzas en los frutos económicos del acuerdo nuclear de 2015 que se frustraron por el bajo precio del petróleo, el boicot del gobierno de Trump al pacto y los enormes gastos que depara el apoyo persa a los aliados en la región. Cuando en diciembre pasado, entonces, el presidente presentó un proyecto de presupuesto para el año fiscal que comienza en marzo próximo previendo aumentos en los precios de los combustibles y en algunos impuestos, rebalsó el cubo. Miles de personas salieron a las calles en el interior del país, en parte –como se comprobó– azuzadas por mensajes originados en Arabia Saudita. 

Como conclusión de la semana de agitación, el presidente Rohaní quedó muy debilitado, mientras que, al fortalecerse Jamenei y la Guardia Revolucionaria, se retrasarán tanto el cumplimiento del pacto nuclear como la apertura de la economía a inversiones occidentales.

El modo en que se resolvió la crisis político-social de fin de año perpetúa el empate estratégico entre los tecnócratas y "bazaaris" (los comerciantes de los tradicionales mercados del país, interesados en traficar con los países occidentales), por un lado, y la jerarquía chiíta, el ejército y la Guardia Revolucionaria, por el otro, que temen perder soberanía. Este impasse afecta no sólo el crecimiento de la economía, sino también el acuerdo nuclear, lo que daña, a su vez, los intereses de Rusia, Turquía y Alemania.

Vladimir Putin necesita que el pacto de 2015 tenga éxito para que se distienda la situación en Oriente Medio con Rusia como árbitro. Alemania y Turquía, por su parte, esperan que el acuerdo aliente las inversiones y el comercio con el país persa. Saudiarabia e Israel, por el contrario, boicotean el acuerdo nuclear, para mantener a Irán como enemigo e impedir una paz que los obligaría a reformas internas. Donald Trump, finalmente, quiere mantener el pacto en el limbo, para fijar las condiciones de las negociaciones sobre el futuro de la región.

El mantenimiento del statu quo garantiza la repetición de las crisis en Irán y de los enfrentamientos en todo Oriente Medio, por lo menos hasta que uno de los bloques se canse o ambos alcancen un acuerdo llevadero. «

viernes, 5 de enero de 2018

Elpueblo persa derrota la conspiración

El laberinto iraní

Las protestas sociales de año nuevo debilitaron al presidente Rohaní y a las aspiraciones de Trump y fortalecieron a un poder interno que enfrenta el desafío de superar su crisis
Foto: AP

Consecuente con sus hábitos empresariales, Donald Trump pretexta las protestas sociales que se sucedieron en Irán entre el 28 de diciembre y el 2 de enero, para incumplir las obligaciones contraídas en el acuerdo nuclear con el país persa. Sin embargo, la unidad suprapartidaria de los iraníes, las masivas movilizaciones de apoyo a la República Islámica y la intervención de Rusia y Turquía desbarataron la estrategia, aunque la situación esté lejos de ser estable.

“Los procesos internos en Irán no tienen relación con las funciones del Consejo de Seguridad”, declaró el jueves el vicecanciller ruso Serguéi Riabkov, para rechazar el pedido norteamericano de que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna de urgencia para debatir la crisis en Irán. En su opinión, EE.UU. se aprovecha de la tensión social que reina en ese país para incumplir al acuerdo nuclear suscripto en 2015 entre Teherán y el sexteto de negociadores internacionales.

Desde hace una semana varias ciudades de Irán han sido escenario de protestas contra la situación económica del país. Las manifestaciones callejeras comenzaron días después de que el presidente Hasán Rohaní presentó un proyecto de presupuesto para el año fiscal que comienza en marzo próximo en el que se prevén aumentos de combustibles y de impuestos, cuando la situación económica es mala por el aumento de precios de alimentos y la insolvencia de algunos bancos. La tasa de inflación anual está en el 9,6%, mientras que el desempleo alcanza el 13%, pero entre los jóvenes supera los 30 puntos.

Si bien las protestas no estaban autorizadas, las autoridades no las impidieron, y fueron escalando con el correr de los días. El 1º de enero el presidente Rohaní advirtió que el derecho del pueblo a expresar su opinión no incluye la ruptura del orden constitucional. Sin embargo, como la violencia aumentó, provocando la muerte de 21 personas y decenas de heridos, el martes el jefe espiritual de la República Islámica, el ayatolá Seyed A. Jamenei, acusó públicamente a “enemigos externos” por los ataques contra unidades de policía. Inmediatamente después la Guardia Revolucionaria Iraní intervino apoyando a la policía y reprimió el alzamiento, deteniendo a centenares de activistas.

Las autoridades iraníes atribuyen la radicalización de las protestas al apoyo que éstas habrían recibido de EEUU, Arabia Saudí e Israel. Nada más comenzadas las manifestaciones, Donald Trump tuiteó que “el pueblo de Irán está actuando contra el brutal y corrupto régimen. ¡Estados Unidos está vigilando!”. Además, la contrainteligencia iraní reveló que la mayoría de los mensajes llamando a protestas fueron lanzados desde Arabia Saudita. A ellos se sumó Netanyahu quien tuiteó que “valientes iraníes están saliendo a las calles”.

La evidencia de esta intromisión unió a la opinión pública iraní en un sentimiento nacionalista. Desde que Donald Trump descertificó el acuerdo nuclear en agosto pasado, nadie allí espera nada bueno de EE.UU. Además, al comenzar las protestas, el mandatario calificó a los persas de “muertos de hambre”. A esto se suman la muerte de miles de peregrinos iraníes en La Meca y los asesinatos de científicos persas por los servicios israelíes, por lo que saudíes e israelíes son muy mal vistos por los iraníes.

Respondiendo al llamamiento del ayatolá, el miércoles millones de manifestantes ganaron las calles en por lo menos diez ciudades gritando consignas contra EU.UU. e Israel. Apoyado en la masiva reacción popular, a su vez, el general Mohammad Alí Yafari, comandante de la Guardia Revolucionaria, proclamó pocas horas después el triunfo sobre el intento subversivo.

Hasta los reformistas más liberales condenan las acciones violentas de los últimos días, aunque siguen reclamando que las autoridades sean más enérgicas en la lucha contra la corrupción y la extendida pobreza.

La crisis puso de manifiesto la incapacidad de Rohaní para aprovechar el progresivo levantamiento de las sanciones económicas desde la firma del pacto nuclear, para fomentar inversiones, crear trabajo y diversificar la economía, superando su extrema dependencia de la exportación de petróleo y gas. El presidente fue reelecto en 2017 por otros cuatro años con la promesa de mejorar la situación económica, pero la crisis continúa y el anuncio de aumentos de precios e impuestos enfureció a mucha gente.

Significativamente, las fuerzas de seguridad no hicieron nada para prevenir las manifestaciones y recién intervinieron después de que Jamenei condenó las acciones violentas. El ayatolá es el gran triunfador de esta crisis. No sólo conserva un poder de convocatoria sin parangón, sino que controla directamente a la Guardia Revolucionaria, que, amén de ser la principal organización paramilitar del país, posee también un sinfín de pequeñas y medianas empresas que dan trabajo a centenares de miles de personas. Si el gobierno pretende incentivar la economía acordando con el capital occidental, pondrá en riesgo este importante sector de la economía. La mayoría de los iraníes reclama, en consecuencia, profundas reformas, pero no las promovidas por los tecnócratas filooccidentales.

Desde 1979 la nación persa se mantiene sobre una convivencia inestable entre las fuerzas populares y sectores del clero, por un lado, con los “bazaaris” (los empresarios de los tradicionales centros comerciales de sus grandes ciudades), por el otro, que desean atraer inversiones extranjeras. Hasta ahora la agresión exterior ha sido tan fuerte que ha compelido a todos los contendientes a mantener la solidaridad nacional, para no sucumbir, pero, si la creciente influencia internacional del país no da pronto frutos internos, esa solidaridad puede resquebrajarse.

La relación con Irán es el límite intraspasable que Donald Trump tiene, si pretende obligar a israelíes y palestinos a firmar la paz. Su amigo y socio Benjamin Netanjahu no puede permitirle llegar a un arreglo con los persas, porque sus aliados en la ultraderecha israelí y norteamericana lo derribarían y le harían pagar sus delitos. Por eso obliga al norteamericano a mantener una línea dura hacia Irán.

Mientras la nación persa no supere su crisis social y política, nuevas conspiraciones seguirán siendo posibles. En tanto sus principales actores sigan manteniendo su unidad nacional podrán resistir las crisis, pero ésta no es una solución duradera.

miércoles, 3 de enero de 2018

La nueva contraofensiva globalista

El Imperio contraataca

Tratando de revertir las derrotas sufridas en 2017 grupos globalistas de la oligarquía transnacional buscan recuperar posiciones en Irán, Congo, Cataluña y Patagonia
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
3 de enero de 2018

El aparato militar-industrial y de seguridad norteamericano todavía no digiere el cambio de estrategia que le ha impuesto Donald Trump e insiste en provocar guerras y secesiones que fracturen y debiliten los estados nacionales en el Sur, pero también en Europa. Cuenta para ello con poderosos aliados en Gran Bretaña e Israel, a los que se suman ejecutores benevolentes que se aprovechan de la recolonización de sus pueblos.

¿Una “revolución de colores” contra la República Islámica?

Desde que hace seis días comenzaron en la ciudad nororiental iraní de Mashhad las protestas antigubernamentales, se produjeron 25 muertes. El descontento se desató por el deterioro de las condiciones de vida de los sectores más pobres y se extendió a varias partes del país, adoptando ribetes opositores. El presidente Hasán Rohaní reconoció el pasado domingo 31 el derecho del pueblo a expresar sus críticas contra el gobierno, pero instó a respetar la Constitución. En tanto, las fuerzas de seguridad han repelido a grupos armados que pretendían ocupar estaciones de policía y bases militares.

El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, declaró el martes 2 que las manifestaciones y protestas son parte de una “guerra indirecta” de EE.UU., el Reino Unido y Arabia Saudita contra su país.

El movimiento hasta ahora se ha limitado a grupos relativamente pequeños de hombres jóvenes que demandan el fin del gobierno religioso y se ha extendido a pequeños pueblos de todo el país, pero carece de liderazgo. Con una inflación estimada en el 10% para 2017 y una tasa de desempleo del 12%, la situación de Irán no es catastrófica, aunque sí dura. El levantamiento parcial de las sanciones económicas después de la firma del acuerdo nuclear en 2015 ayudó a que el PBI crezca el 3,5% en 2017, pero todavía no basta para recuperar las pérdidas de los años anteriores. A ello se suman la corrupción, el autoritarismo y las divisiones dentro del régimen. Aprovechando un descontento objetivo, actores diversos persiguen fines políticos. La aparición de francotiradores, empero, indica la intervención de grupos subversivos. Si las fuerzas revolucionarias no restablecen rápido su unidad y satisfacen las demandas legítimas de la población, puede estallar una “revolución de colores”.

La paz no llega al corazón de África

Ocho personas murieron el domingo 31 y un centenar fue detenido en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, después de que el ejército reprimió una manifestación que recordaba el acuerdo firmado un año antes por el presidente Joseph Kabila y los obispos católicos, para que en diciembre de 2017 se realizaran elecciones presidenciales. Por fin, en su discurso de fin de año, el mandatario congolés garantizó que las mismas se harán el 23 de diciembre de 2018.

Entre tanto, el jueves 28 presuntos rebeldes ugandeses mataron al menos a 15 cascos azules tanzanios e hirieron a otros 53 en un asalto a una base de la ONU en el este de Congo. Un grupo islamista activo en Kivu del Norte se responsabilizó del ataque.

Se calcula que en Congo unas 5.500 personas abandonan sus hogares cada día huyendo de los más de 70 grupos armados, más de 1,7 millones de personas en 2017, lo que eleva el total de desplazados a 4 millones, más que en Siria o Yemen. Entre 1998 y 2003 se desarrolló en territorio congolés la llamada “Gran Guerra Africana” en la que tropas y mercenarios de numerosos países buscaron quedarse con alguna región del país, causando 5,4 millones de muertos, y desde entonces la violencia es endémica.

La situación empeoró aún más por la negativa del presidente Kabila a dejar el poder, después de que acabó su segundo mandato de cinco años en 2016. El mandatario asumió el poder en 2001, cuando fue asesinado su padre, y fue electo democráticamente en 2006, pero en estos 16 años no ha podido pacificar el país. Aunque se trata de la mayor nación de África, ubicada en el centro de su mitad sur, con enormes riquezas y un gran potencial, los medios internacionales silencian su tragedia, para que las grandes corporaciones mineras puedan seguir explotando ilegalmente sus recursos.

Enero de infarto entre Madrid y Barcelona

En medio del tira y afloje entre el nacionalismo conservador catalán y el centralismo conservador madrileño, el próximo 17 de enero se constituirá el parlamento regional con la composición resultante de la elección del 21 de diciembre. Ese día los diputados electos jurarán su cargo, pero cinco de ellos (el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y otros cuatro) están refugiados en Bruselas y otros tres (el ex vicepresidente Oriol Junqueras y otros dos) en prisión. Sin embargo, el reglamento del Parlament permite que un apoderado los represente.

Ese día también se elegirá a la mesa directiva de la asamblea. Aunque el liberal Ciudadanos es la primera minoría, no encuentra aliados suficientes y los independentistas coaligados pretenden presidir el parlamento.
El debate de investidura comenzará el último día de enero. Para ello, el candidato debe estar presente en el Parlament. En el caso de que sea Carles Puigdemont, debe abandonar Bélgica y pisar Cataluña donde sería detenido. El juez Pablo Llarena puede decretar prisión preventiva o dejarlo en libertad, pero también existe la posibilidad de que se le dé permiso para ir a la investidura.

Puigdemont pretende que el Tribunal Supremo le dé inmunidad absoluta, o sea, que le permita reasumir la presidencia de la Generalitat que tenía, cuando el gobierno central intervino la región el pasado 21 de octubre. Por su parte, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, hará depender su conducta hacia Cataluña de la prontitud con la que sea imputado en la causa por corrupción del Partido Popular (PP). Quien parece haber aprendido algo, finalmente, es Felipe de Borbón, a la sazón coronado. En su discurso de fin de año habló sólo vaguedades sobre la fractura del Estado Español, lo que representa un gran avance respecto de octubre pasado. A veces es mejor no decir nada …

El Papa defiende la paz en Patagonia

Mientras Patricia Bullrich anunciaba la formación de un comando conjunto para reprimir “la sedición mapuche” en la Patagonia, se ha confirmado que en Temuco el Papa Francisco elevará una oración el próximo 15 de enero junto a 23 representantes mapuches durante el acto ecuménico que se realizará en la capital de la región de la Araucanía.

Allí el Papa pedirá por la unidad de los pueblos indígenas y la paz en el sur de Chile. Patricio Trujillo, encargado de la organización en la región, indicó que ya partió la construcción del altar en la base aérea de Maquehue, además de la preparación del terreno y ampliación de los accesos. El eclesiástico precisó que se llevará a cabo una rogativa mapuche que se unirá a los rezos católicos.

En relación a posibles manifestaciones motivadas por la presencia de Francisco en Temuco, Trujillo declaró que la Iglesia “está tranquila”, debido a que “el pueblo mapuche es en general un pueblo de paz, de encuentro y de unión”.

El mando israelí en el Ministerio de Seguridad argentino se esfuerza por inventar un “enemigo subversivo” que permita militarizar la Patagonia y dejarla en manos de la alianza angloholandesa-israelí dominante, o sea, separarla de hecho de la soberanía argentina. Si bien en este objetivo coincide con el mando militar chileno, al otro lado de la Cordillera está más avanzado el diálogo de paz que el obispo de Bariloche recién está encaminando de este costado. Los reaccionarios a ambos lados de los pasos andinos temen la visita de Francisco, porque puede traer la paz, unir a los pueblos y evitar el dominio colonial sobre ambos costados de la Patagonia.


El Imperio no abandona la estrategia de fracturar naciones, para mejor dominar un sinfín de miniestados dispersos, pero ya no son sólo las potencias concurrentes quienes se le oponen. Desde Roma una gran fuerza ha puesto en marcha sus divisiones celestiales. Pueblos de todas las latitudes, razas y creencias están comprendiendo que sólo la unión hace la fuerza.