El Imperio contraataca
Tratando
de revertir las derrotas sufridas en 2017 grupos globalistas de la
oligarquía transnacional buscan recuperar posiciones en Irán, Congo,
Cataluña y Patagonia
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
3 de enero de 2018
Infobaires24
3 de enero de 2018
¿Una “revolución de colores” contra la República Islámica?
Desde que hace seis días comenzaron en la ciudad nororiental iraní de
Mashhad las protestas antigubernamentales, se produjeron 25 muertes. El
descontento se desató por el deterioro de las condiciones de vida de
los sectores más pobres y se extendió a varias partes del país,
adoptando ribetes opositores. El presidente Hasán
Rohaní reconoció el pasado domingo 31 el derecho del pueblo a expresar sus
críticas contra el gobierno, pero instó a respetar la Constitución. En
tanto, las fuerzas de seguridad han repelido a grupos armados que
pretendían ocupar estaciones de policía y bases militares.
El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, declaró el martes 2 que las manifestaciones y protestas son parte de una “guerra indirecta” de EE.UU., el Reino Unido y Arabia Saudita contra su país.
El movimiento hasta ahora se ha limitado a grupos relativamente pequeños de hombres jóvenes
que demandan el fin del gobierno religioso y se ha extendido a pequeños
pueblos de todo el país, pero carece de liderazgo. Con una inflación
estimada en el 10% para 2017 y una tasa de desempleo del 12%, la
situación de Irán no es catastrófica, aunque sí dura. El levantamiento
parcial de las sanciones económicas después de la firma del acuerdo
nuclear en 2015 ayudó a que el PBI crezca el 3,5% en 2017, pero todavía
no basta para recuperar las pérdidas de los años anteriores. A ello se
suman la corrupción, el autoritarismo y las divisiones dentro del
régimen. Aprovechando un descontento objetivo, actores diversos
persiguen fines políticos. La aparición de francotiradores, empero,
indica la intervención de grupos subversivos. Si las fuerzas
revolucionarias no restablecen rápido su unidad y satisfacen las
demandas legítimas de la población, puede estallar una “revolución de
colores”.
La paz no llega al corazón de África
Ocho personas murieron el domingo 31 y un centenar fue detenido en
Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, después de que
el ejército reprimió una manifestación que recordaba el acuerdo firmado
un año antes por el presidente Joseph Kabila y los obispos católicos,
para que en diciembre de 2017 se realizaran elecciones presidenciales.
Por fin, en su discurso de fin de año, el mandatario congolés garantizó
que las mismas se harán el 23 de diciembre de 2018.
Entre tanto, el jueves 28 presuntos rebeldes ugandeses
mataron al menos a 15 cascos azules tanzanios e hirieron a otros 53 en
un asalto a una base de la ONU en el este de Congo. Un grupo islamista activo en Kivu del Norte se responsabilizó del ataque.
Se calcula que en Congo unas 5.500 personas abandonan sus hogares cada día huyendo de los más de 70 grupos armados,
más de 1,7 millones de personas en 2017, lo que eleva el total de
desplazados a 4 millones, más que en Siria o Yemen. Entre 1998 y 2003 se
desarrolló en territorio congolés la llamada “Gran Guerra Africana” en
la que tropas y mercenarios de numerosos países buscaron quedarse con
alguna región del país, causando 5,4 millones de muertos, y desde
entonces la violencia es endémica.
La situación empeoró aún más por la negativa del presidente Kabila a
dejar el poder, después de que acabó su segundo mandato de cinco años en
2016. El mandatario asumió el poder en 2001, cuando fue asesinado su
padre, y fue electo democráticamente en 2006, pero en estos 16 años no
ha podido pacificar el país. Aunque se trata de la mayor nación de
África, ubicada en el centro de su mitad sur, con enormes riquezas y un
gran potencial, los medios internacionales silencian su tragedia, para
que las grandes corporaciones mineras puedan seguir explotando
ilegalmente sus recursos.
Enero de infarto entre Madrid y Barcelona
En medio del tira y afloje entre el nacionalismo conservador catalán y
el centralismo conservador madrileño, el próximo 17 de enero se
constituirá el parlamento regional con la composición resultante de la
elección del 21 de diciembre. Ese día los diputados electos jurarán su
cargo, pero cinco de ellos (el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont
y otros cuatro) están refugiados en Bruselas y otros tres (el ex
vicepresidente Oriol Junqueras y otros dos) en prisión. Sin embargo, el
reglamento del Parlament permite que un apoderado los represente.
Ese día también se elegirá a la mesa directiva de la asamblea. Aunque
el liberal Ciudadanos es la primera minoría, no encuentra aliados
suficientes y los independentistas coaligados pretenden presidir el
parlamento.
El debate de investidura comenzará el último día de enero. Para ello,
el candidato debe estar presente en el Parlament. En el caso de que sea
Carles Puigdemont, debe abandonar Bélgica y pisar Cataluña donde sería
detenido. El juez Pablo Llarena puede decretar prisión preventiva o
dejarlo en libertad, pero también existe la posibilidad de que se le dé
permiso para ir a la investidura.
Puigdemont pretende que el Tribunal Supremo le dé inmunidad absoluta,
o sea, que le permita reasumir la presidencia de la Generalitat que
tenía, cuando el gobierno central intervino la región el pasado 21 de
octubre. Por su parte, el presidente del gobierno español, Mariano
Rajoy, hará depender su conducta hacia Cataluña de la prontitud con la
que sea imputado en la causa por corrupción del Partido Popular (PP).
Quien parece haber aprendido algo, finalmente, es Felipe de Borbón, a la
sazón coronado. En su discurso de fin de año habló sólo vaguedades
sobre la fractura del Estado Español, lo que representa un gran avance
respecto de octubre pasado. A veces es mejor no decir nada …
El Papa defiende la paz en Patagonia
Mientras Patricia Bullrich anunciaba la formación de un comando
conjunto para reprimir “la sedición mapuche” en la Patagonia, se ha
confirmado que en Temuco el Papa Francisco elevará una oración el
próximo 15 de enero junto a 23 representantes mapuches durante el acto
ecuménico que se realizará en la capital de la región de la Araucanía.
Allí el Papa pedirá por la unidad de los pueblos indígenas y la paz
en el sur de Chile. Patricio Trujillo, encargado de la organización en
la región, indicó que ya partió la construcción del altar en la base
aérea de Maquehue, además de la preparación del terreno y ampliación de
los accesos. El eclesiástico precisó que se llevará a cabo una rogativa
mapuche que se unirá a los rezos católicos.
En relación a posibles manifestaciones motivadas por la presencia de
Francisco en Temuco, Trujillo declaró que la Iglesia “está tranquila”,
debido a que “el pueblo mapuche es en general un pueblo de paz, de
encuentro y de unión”.
El mando israelí en el Ministerio de Seguridad argentino se esfuerza
por inventar un “enemigo subversivo” que permita militarizar la
Patagonia y dejarla en manos de la alianza angloholandesa-israelí
dominante, o sea, separarla de hecho de la soberanía argentina. Si bien
en este objetivo coincide con el mando militar chileno, al otro lado de
la Cordillera está más avanzado el diálogo de paz que el obispo de
Bariloche recién está encaminando de este costado. Los reaccionarios a
ambos lados de los pasos andinos temen la visita de Francisco, porque
puede traer la paz, unir a los pueblos y evitar el dominio colonial
sobre ambos costados de la Patagonia.
El Imperio no abandona la estrategia de fracturar naciones, para
mejor dominar un sinfín de miniestados dispersos, pero ya no son sólo
las potencias concurrentes quienes se le oponen. Desde Roma una gran
fuerza ha puesto en marcha sus divisiones celestiales. Pueblos de todas
las latitudes, razas y creencias están comprendiendo que sólo la unión
hace la fuerza.
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Eduardo J. Vior