Estados Unidos impulsa a la “contra” venezolana
La
urgencia de los neoconservadores norteamericanos por invadir Venezuela
acabó en un callejón sin salida, pero Washington insiste en el error
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
1 de marzo de 2019
Infobaires24
1 de marzo de 2019
Después
del fracaso del sábado 23, cuando las fuerzas militares y de seguridad
venezolanas se mantuvieran unidas y firmes en la defensa de sus
fronteras e impidieron el ingreso de la llamada “ayuda humanitaria”
norteamericana, pero sin caer en las provocaciones que el Pentágono
necesitaba como pretexto para invadir el país, el encargado para las
relaciones entre EE.UU. y Venezuela, Eliot Abrams, pretende retornar a
la táctica que aplicó en los años 1980 contra Nicaragua, formando grupos
“contras” que saboteen y ataquen a las fuerzas de Caracas.
En
la reunion del Grupo de Lima que se celebró el pasado lunes 25 en
Bogotá la diplomacia secreta de Estados Unidos ejerció mucha presión
sobre el autoddesignado “presidente encargado” Juan Guaidó, para que
propusiera el uso de la fuerza contra Nicolás Maduro, pero Argentina,
sobre todo Brasil, Chile, Canadá, Colombia y Perú bloquearon el lobby de los halcones de la Casa Blanca
y lograron que los representantes de los diez países ratificaran la
presión diplomática como única vía para resolver la crisis en Venezuela.
Inclusive
informó el portal “La Política Online”, ligado a Carlos Slim y a la
línea política del Partido Demócrata norteamericano, que el
vicepresidente estadounidense Mike Pence estaba furioso con Guaidó,
porque al ponerse en marcha la operación “ayuda humanitarian”, había
prometido que importantes unidades de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB) se rebelarían contra Nicolás Maduro y permitirían el
ingreso de fuerzas extranjeras para derrocarlo. Sin embargo, en la más
optimista de las cuentas el número de los desertores no superó los 300.
Por
su parte, el presidente boliviano Evo Morales saludó el martes el
pronunciamiento del Grupo de Lima contra el uso de la fuerza para
resolver la crisis de Venezuela. “Somos una región de paz en la que el
respeto por la vida es fundamental para nuestros pueblos. Lo hemos dicho
y lo mantenemos: el diálogo es el único camino”, remarcó Morales en su
cuenta de Twitter.
A su vez, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, precisó este miércoles que su país aboga que por cuestiones de neutralidad
y transparencia. La ayuda internacional debe ser manejada por
organismos como las Naciones Unidas y la Cruz Roja. Por esta razón
dispuso no enviar delegados a la reunion del Grupo de Lima en Bogotá.
El
viernes 1º, en tanto, mientras que Estados Unidos decretaba nuevas
sanciones contra funcionarios venezolanos, la vicepresidenta de
Venezuela, Delcy Rodríguez, firmaba en Moscú una larga serie de
convenios con la Federación de Rusia, entre otros, para importer
medicamentos y alimentos e instalar en Venezuela laboratorios
medicinales con inversions rusas. También inform que Maduro dispuso que
PDVSA traslade a Moscú la sede europea que hoy tiene en Lisboa.
La
maniobra intervencionista instrumentada por los neoconservadores
norteamericanos, que asaltaron el poder aprovechando lamomentánea
debilidad del president Donald Trump después del fracas ado cierre del
gobierno en enero pasado, buscaba provocar la reacción de las fuerzas
militares y de seguridad venezolanas en las fronteras con Colombia y
Brasil, para tener un pretexto que les permitiera invader el país.
Considerando la información de inteligencia de la que dispone el Comando
Sur de las fuerzas armadas de EE.UU. (SOUTHCOM), es poco creíble que
esperaran un alzamiento masivo de las fuerzas venezolanas contra Maduro.
Más bien parece que confiaron en su manejo de los medios y en la
creación de incidentes de falsa bandera, como fue la quema de los
camiones con alimentos y medicamentos por las bombas Molotov que
arrojaron los agitadores contras.
Juan
Guaidó, entre tanto, sigue de turista por los países del Grupo de Lima y
nadie sabe si retornará a Venezuela ni cuándo. Claro que, si logra
filtrarse a través de la frontera, planteará al gobierno venezolano un
nuevo desafío, pero su rol politico parece ya haberse agotado.
En
los meses venideros deben esperarse continuos atentados y sabotajes,
pero el riesgo de invasión podría haberse alejado …por ahora. Para el
gobierno bolivariano ahora es prioritario asegurar el abastecimiento de
alimentos y medicamentos y controlar la inflación, mientras explora los
canals de negociación con algunos países europeos que se abrieron en los
últimos días, después de que la UE rechazó la intervención militar.
Claro que, para avanzar por el camino de la paz, deben abandonar la
exigencia de que se repitan las elecciones presidenciales de mayo
pasado. Por ahora, Nicolás Maduro tiene el apoyo militar y de
aproximadamente la mitad de la población. No es suficiente para resolver
la crisis, pero basta para empezar a hacerlo.
Por
su lado, el presidente Donald Trump debería reflexionar que la maniobra
intervencionista que en 1990 condujo en Nicaragua a la elección
presidencial que ganó la oposición antisandinista no es repetible ahora
en Venezuela. Este país cuenta con el apoyo boliviano, cubano,
nicaragüense, ruso, chino y con la neutralidad del Ejército brasileño
que no desea verse envuelto en una costosa guerra fronteriza. Hasta
ahora la intervención de Washington sólo ha logrado que se afiancen los
vínculos entre Venezuela y Rusia. Si sigue insistiendo, pronto se va a
encontrar con una base naval rusa en el Caribe. Quizás entonces entienda
que el diálogo siempre es superior a la fuerza.
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Eduardo J. Vior