La Turquía de Erdogan, después del golpe que presagia otro golpe
La Turquía de Erdogan, después del golpe que presagia otro golpe
SÁBADO, 16 DE JULIO DE 2016
POR EDUARDO J. VIOR > ANALISTA INTERNACIONAL
Recep Tayyip Erdogan está aprovechando plenamente el fracaso
del golpe militar iniciado en la noche del viernes 15, para concentrar
el poder, pero Barack Obama no le va a perdonar la derrota, la alianza
con Irán ni el mejoramiento de los vínculos con Rusia. El próximo golpe
militar está anunciado.
El primer ministro Binali Yildirim
informó ayer que habían sido detenidos 2839 militares ligados al golpe
–entre ellos algunos altos mandos–, 265 personas resultaron muertas
durante los enfrentamientos y 1440 resultaron heridas. Por otra parte,
fueron 17 los oficiales de la policía muertos por un ataque con
helicópteros en Ankara en la noche del viernes y otras 12 personas
murieron por el estallido de una bomba en el Parlamento. Al mismo tiempo
se supo que el Alto Consejo de Jueces y Procuradores (HSYK, por su
sigla en turco) había exonerado a 2745 jueces en todo el país. y que
1563 militares fueron detenidos.
Algunas
versiones refieren también la prisión de uno o más miembros de la Corte
Constitucional. El primer ministro anunció asimismo la reimplantación
de la pena de muerte y un "severo castigo" contra los golpistas. Al
iniciarse el golpe, el presidente afirmó con razón que se trataba de "un
regalo de Dios". No se sabe si el gobierno provocó el levantamiento,
pero es seguro que estaba informado y lo esperaba.
Según Telesur, luego de que huyó de su país, Alemania le negó asilo, pero Irán le concedió refugio.
Desde
allí llamó al pueblo por FaceTime a movilizarse en defensa de la
democracia y las leyes. La movilización se organizó rápidamente a través
de las redes sociales, y la multitud, que ocupó las plazas y avenidas y
rodeó a las tropas apostadas en los puentes sobre el Bósforo, permitió
al jefe de Estado retornar el sábado a Estambul.
Al denunciar
un intento de asesinarlo, cuando todavía estaba en la costa cerca de
Estambul, el presidente acusó a Fetulá Gülen, un ex imán exiliado en
Estados Unidos desde 1999 (ver recuadro), de estar detrás de la conjura.
Por su parte, el diario sensacionalista británico Daily Mirror informó
que el general Akin Ozturk –comandante de la Fuerza Aérea turca entre
2013 y 2015– está sindicado como jefe de las fuerzas golpistas.
Desde
agosto del año pasado el general Ozturk era miembro del Supremo Consejo
de Justicia Militar y habría lanzado el golpe ante la inminencia de que
el Consejo lo acusara de complicidad con Gülen.
No se conoce
todavía el alcance de la conspiración, pero es evidente que las fuerzas
rebeldes fueron demasiado pequeñas y estaban muy descoordinadas. Según
el jefe interino del Estado Mayor (el titular fue detenido por los
golpistas), general Umit Dundar, la mayoría de los alzados pertenecían a
la Fuerza Aérea, la Policía Militar y las fuerzas blindadas.
Tras
el golpe, los dirigentes políticos occidentales se apresuraron a pedir
respeto por la democracia y los Derechos Humanos. No obstante, el
secretario de Estado Kerry anunció que Estados Unidos consideraría la
solicitud de extradición de Gülen si Turquía la presenta. Hay muchos
indicios de que Erdogan provocó el golpe para concentrar el poder e
instaurar una república presidencialista de fuerte inspiración islámica,
pero mucho más fuertes son las implicaciones internacionales del
episodio: mientras se desarrollaba el golpe, John Kerry y Serguei Lavrov
acordaban en Moscú un plan para asegurar el cese del fuego en Siria y
el control del islamista Frente al Nusra como prerrequisitos de la
transición política.
La explicación pasa por avizorar que al
provocar el golpe, empero, el presidente turco cruzó los planes de
Estados Unidos. Un efectivo entendimiento de estos con Rusia sobre Siria
marginaría al presidente turco que en junio pasado se reconcilió con
Moscú y ha venido mejorando su vínculo con Teherán.
Washington
probablemente haya querido imponer en Turquía un gobierno más leal,
pero ahora Obama deberá lidiar con un Erdogan fortalecido, al que
intentará derribar más seriamente.
Habrá que ver si Alá el Todopoderoso sigue siendo tan pródigo con el líder turco. «
La cobertura pseudo-religiosa
Fetulá
Gülen, a quien el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan sindicó
públicamente, de modo implícito pero claro, como líder del fracasado
golpe de Estado de la noche del 15 al 16 de julio, es un multimillonario
ex clérigo que dirige desde Pensilvania –donde vive desde 1999– una
cofradía islámica llamada Hizmet (servicio, en castellano).
En
Turquía el movimiento tiene estimativamente el apoyo del 10% de la
población (unos 8 millones de personas), pero está presente con
escuelas, universidades y madrasas (escuelas coránicas) en 180 países,
así como con una red de escuelas subsidiadas en Estados Unidos. Estas
reciben cuantiosas donaciones con las que Hizmet ha hecho fuertes
inversiones en medios, clínicas y en el sector financiero. Se trata de
una cofradía secreta que ha penetrado las fuerzas armadas, la Justicia,
las universidades y las cámaras empresarias de Turquía.
Hasta 2013
Gülen apoyaba a Erdoğan, pero se distanció cuando importantes
funcionarios del gobierno fueron
acusados de corrupción. Los partidarios
del presidente, por su parte, acusan al ex clérigo de instrumentar la
Justicia, para derrocar al gobierno democráticamente elegido. Si bien el
movimiento se organiza como una red, tiene jerarquías estrictas y no
acepta discusiones internas. Se lo acusa de misionar sus ideas, una
práctica ajena al Islam.
Los occidentales caracterizan las ideas
de Gülen como progresistas, pero Hizmet es un grupo místico que colabora
con servicios de inteligencia norteamericanos y, según se supo por las
denuncias contra Hillary Clinton por el uso de su casilla privada,
cuando era secretaria de Estado, en 2009 seguidores del ex imán donaron
cerca de un millón de dólares para la Fundación Clinton.
Desde la
época otomana las cofradías secretas han sido en Turquía la forma
tradicional de organización paralela al Estado. En especial aquellas
adictas a versiones más místicas y menos rituales del Islam han gozado
siempre de gran predicamento. En su conjunción de misticismo,
autoritarismo y tecnocratismo Hizmet es una organización clandestina de
gran poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estimad@s lector@s:
Este es un blog moderado. Sus comentarios serán evaluados antes de la publicación, para evitar spam.
Agradezco su atención.
Eduardo J. Vior