Las oligarquías sobran
Los Estados Unidos reconocen el fortalecimiento de China y Rusia contra el colonialismo anglofrancés y la Unión Europea
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
12 de marzo de 2018
Infobaires24
12 de marzo de 2018
La nueva centralidad que la República
Popular China ha adquirido en el mundo después de la reforma
constitucional y la nominación de Xi Jinping para un mandato indefinido
ha forzado a EE.UU. a frenar su agresiva política en Corea. En el otro
extremo de Asia, también Rusia ha impuesto a los norteamericanos un
acuerdo honroso para acabar la guerra en Siria. Washington actúa
sabiamente, no así sus aliados anglofranceses y la burocracia de
Bruselas. Como demuestra Cuba, es la hora de la renovación y no hay
lugar para oligarquías.
El nuevo “hijo del Cielo” pone a China en el centro del mundo
Después de que el Congreso Nacional del
Pueblo plebiscitara el domingo 11 (por el 98% de los diputados) las 29
enmiendas a la Constitución que advocan el “pensamiento Xi Jinping” y
dan al presidente la posibilidad de ser reelecto indefinidamente, el
mandatario hizo el lunes gala de su inmenso poder reuniendo a todo el
alto mando y recibiendo al pesidente del Consejo Nacional de Seguridad
de Corea del Sur, Chung Eui-yong, quien le informó sobre las programadas
cumbres entre los presidentes de ambas Coreas así como entre Kim
Jong-un y Donald Trump, a realizarse en mayo próximo.
El viernes pasado Chung ya había llevado
a Trump la invitación de Kim para reunirse, que el presidente
norteamericano inmediatamente aceptó. El mismo día Trump telefoneó a Xi
para informarle, según informa la agencia Xinhua. El encaminamiento
pacífico de la crisis coreana, que hasta enero marchaba hacia la guerra,
se debe en gran medida a la diplomacia china. “Si China no se hubiera
puesto firme, EE.UU. habría atacado a Corea del Norte, afirma Lü Chao,
investigador en la Academia Liaoning de Ciencias Sociales. Por su parte,
Cheng Xiaohe, profesor asociado en la Escuela de Estudios
Internacionales de la Universidad Renmin, explica que China fue
cumpliendo con las sanciones impuestas por la ONU contra Pyongyang, pero
evitando que las mismas golpearan excesivamente a los norcoreanos. “Si
Corea del Norte hubiera colapsado, argumenta, la situación habría
empeorado. El éxodo de refugiados, el conflicto militar y la
proliferación nuclear habrían afectado a toda Asia Oriental, dijo.”
Para completar tanta demostración de
poder, el presidente del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, declaró
el viernes pasado que Beijing continuará fomentando gradualmente la
internacionalización del yuan. Para explicar el carácter paulatino de
este movimiento, Zhou argumentó: “No podemos forzar a nadie, las
decisiones se toman en función de su propia lógica, es por eso que es un
proceso gradual”.
Gracias a Rusia, Siria se acerca al fin de la guerra
Al poner sitio a la ciudad de Haresta,
el domingo 11 el Ejército Árabe Sirio (EAS) cortó en tres el enclave de
Ghouta Oriental donde los islamistas han tomado a cientos de miles de
civiles como rehenes. Ya la semana pasada las fuerzas gubernamentales y
sus aliados habían dividido la comarca en dos.
El avance de las fuerzas estatales es
posible, porque EE.UU. y Rusia han llegado a un acuerdo para acabar la
guerra. Los grandes derrotados han sido Gran Bretaña y Francia que, a
través de Jordania, Katar y Arabia Saudita, han apoyado a al Qaeda y
otras facciones terroristas.
Después de que China ha desistido de
hacer pasar el tramo terrestre de la “ruta de la seda” por Mosul y Alepo
–como sucedía antiguamente-, Washington ya no pretende destruir Siria e
Irak. Las potencias anglosajonas y Francia combaten el programa chino
por la tradicional competencia entre las potencias marítimas y las
terrestres y porque quieren impedir la sinergia entre China y Alemania.
El pasado 24 de febrero EE.UU. y Rusia
hicieron votar en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución sobre
el alto el fuego que, en realidad, es un principio de arreglo para todo
el país. Rusia y Siria aceptarían que EE.UU. permanezca en el noroeste
del país, a cambio de que retire su apoyo a los islamistas. Claro que,
si China intenta hacer pasar su ruta por Turquía, Washington no dudará
en alentar la insurgencia kurda, con lo que reavivará el conflicto en la
región.
Moscú ha persuadido a los
norteamericanos de avenirse a un acuerdo, después de que en los últimos
30 meses desplegó 200 nuevos tipos de armas en Siria y de que en la
mañana del pasado 25 de febrero la infantería rusa entró junto al
ejército sirio en la Ghouta Oriental demostrando que, en adelante, quien
ataque Siria provocará automáticamente la respuesta militar rusa.
La guerra no ha finalizado aún en la
totalidad de Siria, pero en Damasco ya está terminando y Rusia se ha
convertido en uno de los principales actores en Oriente Medio.
Cuba renueva su liderazgo para continuar la revolución
Este 11 de marzo más de 8 millones de
cubanos y cubanas eligieron legisladores para las asambleas provinciales
y la nacional. Esta última designará al próximo presidente, que ya no
llevará el apellido Castro. El actual presidente cubano anunció
en diciembre pasado que no irá por la reelección, aunque permanecerá
hasta 2021 como primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Lo más relevante de estos comicios es
que tendrán como resultado la renovación del mando político cubano. Ante
el desistimiento de Raúl Castro, por primera vez estará al frente del
país una persona que no pertenece a la llamada “generación histórica”.
Tal como explicó el analista Daniel Cubilledo Gorostiaga, del Centro
Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), los nuevos
gobernantes ya no tendrán “la legitimidad histórica y la autoridad
moral” de quienes “protagonizaron la revolución latinoamericana más
influyente del siglo XX”. Además, las nuevas autoridades deberán llevar a
buen puerto en una situación inestable la actualización económica, la
relación entre el Partido Comunista y el Gobierno, así como soportar el
presente endurecimiento de la política estadounidense hacia Cuba y la
hegemonía de los gobiernos conservadores en América Latina. El nombre
que suena con más fuerza es el del primer vicepresidente, Miguel
Díaz-Canel, pero recién habrá certeza el 19 de abril, cuando la nueva
Asamblea Nacional vote al nuevo gobierno.
El zorro no puede cuidar el gallinero
Aunque en 2014 su elección por el
Parlamento Europeo se festejó como un inmenso salto adelante hacia la
democratización de la deslegitimada UE, desde el inicio la gestión de
Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea se
caracterizó por un autocratismo que provocó el actual auge nacionalista y
separatista en todo el continente.
Sin embargo, ahora parece haber ido
demasiado lejos. En la sesión de la Comisión Europea del 21 de febrero
Juncker impuso la promoción de su jefe de gabinete, el abogado alemán
Martin Selmayr, a vicesecretario general, para sólo nueve minutos más
tarde informar a la máxima autoridad europea que el hasta ahora
secretario general se jubilaría a partir del 1º de marzo, por lo que
Selmayr ocuparía ese cargo. O sea, que en nueve minutos el bávaro avanzó
dos casilleros hasta convertirse en jefe de los 32.000 funcionarios que
desde Bruselas ejercen el poder absoluto sobre Europa.
El nuevo secretario general es sumamente
capaz, aunque extremadamente rudo y agresivo. Lo que irrita es la
ilegitimidad del procedimiento. Primero se dijo que no había otros
concursantes para el puesto, pero después se supo que la segunda, la
española Clara Martinez Alberola, inmediata subordinada de Selmayr,
retiró a último momento su candidatura, para convertirse en jefa de
gabinete del presidente. Un enroque perfecto.
Juncker arriesga tanto por la
designación del secretario general, porque Selmayr, antes de comenzar en
2003 su carrera como funcionario de la UE, fue el jefe de la filial
bruselense de Bertelsman, el segundo mayor grupo editor del mundo y en
2014 fue el jefe de la campaña electoral de Juncker, quien ahora paga el
favor. El nuevo secretario general representa a los medios de
comunicación más concentrados y a su poder sobre las redes. Controlando a
la burocracia europea, puede manipular las negociaciones con Gran
Bretaña y la planeada formación de un ejército europeo, sin temor a la
opinión pública que él también influencia. Dar el poder a dirigentes que
están a ambos lados del mostrador es la muerte de la democracia.
Ha comenzado una nueva era de la
historia mundial. Los Estados Unidos empiezan a aceptar que deben
compartir su dominio sobre el mundo. China ha vuelto a ser “el Imperio
del Medio” (esto significa “China”) y, para asegurarlo, ha coronado a un
nuevo “hijo del Cielo” que asegura la paz en Asia. También Rusia ha
retornado a Oriente Medio, como en el siglo XIX, y ha derrotado a
británicos y franceses con el consentimiento estadounidense. En un mundo
que avanza aceleradamente hacia el pluralismo no caben las oligarquías,
como la burocracia que ahoga a la Unión Europea. Se impone la
renovación progresiva y constante del poder, como demuestra Cuba.
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Eduardo J. Vior