sábado, 11 de agosto de 2018

Moscú se ofrece como árbitro internacional

Cómo funciona la “Pax Russica”

El éxito del entendimiento entre Trump y Putin, para pacificar Siria, convalida la intervención de Moscú para pacificar regiones convulsionadas y mediar en conflictos
por Eduardo J. Vior
Infobaires24
9 de agosto de 2018
Eduardo J. Vior
La reunión cumbre que Vladimir Putin y Donald Trump mantuvieron el mes pasado en Helsinki está comenzando a dar sus frutos en Siria y puede convertirse en un modelo para la solución de otros conflictos mundiales.
En la cumbre del 16 de julio ambos líderes concordaron en la urgencia de resolver la situación en el suroeste del país, ya que el imparable avance del Ejército Árabe Sirio (EAS) con el apoyo de fuerzas iraníes amenazaba provocar un choque frontal con los israelíes que ocupan desde 1967 las alturas del Golán. En la reunión Putin insistió en que se restableciera la situación previa al comienzo de la guerra en Siria, hace siete años. Trump, por su parte, exigía que Teherán se retirara de todo el país.
Finalmente, acordaron que los iraníes y la milicia libanesa Hizbulá se retiren a 80 km de distancia de los israelíes y que se permita al EAS estacionarse en la línea de tregua custodiada por la ONU desde 1974. A su vez, Israel aceptó la autoridad del presidente Bashar al Assad sobre toda Siria.
En cumplimiento del acuerdo, las milicias rebeldes entregaron las armas y el ejército sirio ocupó la fronteriza provincia de Kuneitra. Quienes no se quisieron someter, fueron transportados con salvoconducto ruso a la provincia de Idleb, en el noroeste. En cambio, quienes quisieron permanecer, se acogieron al programa de reconciliación patrocinado por Moscú. La policía militar rusa, en tanto, se desplegó entre israelíes y sirios, hasta que retorne la fuerza de paz de la ONU, que debió retirarse en 2014, cuando uno de sus oficiales fue secuestrado por al Qaeda.
Los detalles militares del acuerdo entre Trump y Putin fueron discutidos el pasado 23 de julio en Jerusalén por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Valery Gerasimov, con el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, el ministro de Defensa Avigdor Liberman, el jefe del Estado Mayor israelí, el general Gadi Eisenkot, y el presidente del Consejo de Seguridad Nacional, Meir Ben-Shabbat.
Sin embargo, se murmura que el acuerdo ya había sido diseñado en grandes líneas el 31 de mayo pasado, cuando Lieberman viajó a Moscú. En esa época Israel e Irán estaban al borde del enfrentamiento, luego de que el 10 de mayo se produjo un ataque con cohetes contra asentamientos israelíes en el Golán. Israel los atribuyó a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (GRI), pero fuentes sirias adjudicaron el ataque al propio ejército. En ese momento Israel llevó a cabo una represalia que afectó a más de 40 blancos –principalmente iraníes- en distintas regiones de Siria. Moscú frenó inmediatamente la confrontación, amenazando con proveer a Damasco con cohetes antiaéreos de última generación. Aunque la situación se calmó, la mayor eficiencia de la defensa antiaérea siria en las últimas semanas permite inferir que los proyectiles efectivamente fueron entregados.
Rusia no concedió que las fuerzas iraníes se retiren a más de 80 km de la línea de tregua, porque las necesita como auxiliares del EAS en distintas regiones de Siria. Tampoco quiere malquistarse con Irán, porque lo precisa como interlocutor y/o socio en numerosas cuestiones de Oriente Medio. Finalmente, el acuerdo fue posible, porque el gobierno de Teherán entendió que le convenía aceptarlo, para que Damasco recuperara el control sobre todo el territorio e Irán quedara como un actor serio de la política regional. Este último argumento fue especialmente convincente, para convencer a la Unión Europea de seguir negociando con Irán el mantenimiento del acuerdo nuclear y no adherirse a las nuevas sanciones de EE.UU. De facto, el acuerdo sobre el suroeste de Siria implicó que todas las partes hicieran concesiones, pero todas salieron ganando.
Por supuesto que el gobierno israelí sigue actuando, como si demandara aún más. Es la táctica de jugador fullero que aplica Netanyahu desde siempre: pedir más, para conseguir algo. No obstante, en una notable y asombrosa muestra de realismo, Israel ha comenzado a tolerar a Assad y la continuidad de la presencia iraní en Siria..
Las consecuencias positivas del encuentro entre Trump y Putin se hacen sentir también en el nordeste del país árabe. Pocos días después de la reunión una delegación del Consejo Democrático Sirio (SDC, por su sigla en inglés), liderado por los kurdos, viajó invitado a Damasco, para dialogar con el gobierno. Poco después, el Consejo (apoyado por EE.UU.) declaró que “se ha acordado un plan de ruta para arribar a una Siria democrática y descentralizada”.
En su giro reciente, las fuerzas kurdas, que controlan casi un cuarto del territorio sirio, han comprendido que les conviene negociar con Damasco, y hasta entregar algunas posiciones al EAS, si pueden mantener el gobierno autónomo de su región y evitar la intervención turca.
Desde su intervención en Siria en noviembre de 2015 Rusia ha cosechado un triunfo tras otro. Comenzó apoyando al ejército sirio con su fuerza aérea y los radares interceptores que instaló en la base naval de Tartus. Luego asesoró a los sirios en las principales batallas. Más tarde se ofreció como mediador, para que los terroristas fueran entregando al gobierno los territorios ocupados, a cambio de garantías rusas o del salvoconducto para retirarse a Idleb. Finalmente, su policía militar patrulla las áreas pacificadas.
Durante 70 años (1945-2015) la humanidad ha vivido bajo una “pax americana”, que sólo funcionó en Europa hasta 1990. Tanto en Oriente Medio como en Asia Oriental fue un fracaso. Ahora en Levante se prueba la “pax russica”. Si tiene éxito, el experimento puede extenderse al resto de la región o a temas conexos. Por ejemplo, tanto Irán como Israel tienen conflictos pendientes en otras regiones del mundo en los que los buenos oficios de Rusia podrían ser de provecho. Si sigue siendo un mediador honesto, ¿por qué no probarlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimad@s lector@s:
Este es un blog moderado. Sus comentarios serán evaluados antes de la publicación, para evitar spam.
Agradezco su atención.
Eduardo J. Vior