Televisa y Telmex pierden preponderancia
Año 7. Edición número 304. Domingo 16 de Marzo de 2014
La regulación de las telecomunicaciones mexicanas
fomenta la libre competencia, pero no promueve la democratización del
sistema.
Contra los pronósticos alarmistas de la prensa económica mexicana,
las acciones de Televisa y Telmex no sufrieron graves bajas en la
primera semana después de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones
(IFT) emitiera el viernes 7 un llamado “expediente de preponderancia”
contra la posición monopólica de ambas empresas en el mercado mexicano
de las telecomunicaciones. El IFT declaró como agentes económicos
preponderantes a Grupo Televisa en radiodifusión y a Grupo Carso –que
incluye entre otras firmas a Telmex, América Móvil y Grupo Financiero
Inbursa– en telecomunicaciones. La declaratoria implica que cerca de 30
compañías relacionadas con esos dos grupos serán parte de “una
regulación asimétrica con obligaciones y restricciones”, para garantizar
la competencia en ambos mercados.
En conferencia de prensa, Gabriel Contreras, presidente del IFT, dijo que cada dos años habrá una revisión de los casos y aceptó que ambas empresas promuevan amparos. La nueva regulación impuesta por Ifetel a las empresas de telecomunicaciones que controlan más del 50% del mercado en sus respectivos servicios las obliga a: 1) permitir la retransmisión de sus señales de televisión abierta a otros operadores de televisión paga (término conocido como must offer); 2) compartir infraestructura con competidores; 3) dejar de adquirir exclusivas de derechos de transmisión de eventos deportivos relevantes.
Por su parte, América Móvil –Telmex y Telcel– deberá acatar una regulación similar, porque mediante sus compañías de telecomunicaciones tuvo la exclusividad de la última final del fútbol mexicano, además de los Juegos Olímpicos de Invierno y los derechos del Mundial de Fútbol Brasil 2014. Los usuarios de Telcel ya no tendrán que pagar cargo extra por hacer llamadas fuera de la región donde dieron de alta sus números.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se basa en la reforma constitucional de junio de 2013, por la cual la telecomunicación se declaró servicio público. De acuerdo con el art. 1 del Estatuto Orgánico aprobado en septiembre siguiente, “el Instituto Federal de Telecomunicaciones es un órgano autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que tiene por objeto el desarrollo eficiente de la radiodifusión y las telecomunicaciones. Con el objeto de eliminar eficazmente las barreras a la competencia y la libre concurrencia, continúa, impondrá límites a la concentración nacional y regional de frecuencias, al concesionamiento y a la propiedad cruzada y ordenará la desincorporación de activos, derechos o partes necesarias para asegurar el cumplimiento de estos límites”. Su organización se conforma por el Pleno, un Presidente, un Secretario Técnico del Pleno, Unidades, Direcciones y Coordinaciones Generales. La aparición del IFT ha generado expectativas por su naturaleza autónoma, la forma en que se designa a sus comisionados, su facultad para otorgar y revocar concesiones, así como por su posición frente a las dos empresas dominantes en el mercado nacional de las telecomunicaciones: Televisa y Telmex.
La reforma constitucional incorporó las figuras de must-carry-must offer, que obliga a los proveedores de “televisión de paga” a retransmitir las señales de la TV abierta y pone a éstas de manera gratuita a disposición de otros oferentes.
En conferencia de prensa, Gabriel Contreras, presidente del IFT, dijo que cada dos años habrá una revisión de los casos y aceptó que ambas empresas promuevan amparos. La nueva regulación impuesta por Ifetel a las empresas de telecomunicaciones que controlan más del 50% del mercado en sus respectivos servicios las obliga a: 1) permitir la retransmisión de sus señales de televisión abierta a otros operadores de televisión paga (término conocido como must offer); 2) compartir infraestructura con competidores; 3) dejar de adquirir exclusivas de derechos de transmisión de eventos deportivos relevantes.
Por su parte, América Móvil –Telmex y Telcel– deberá acatar una regulación similar, porque mediante sus compañías de telecomunicaciones tuvo la exclusividad de la última final del fútbol mexicano, además de los Juegos Olímpicos de Invierno y los derechos del Mundial de Fútbol Brasil 2014. Los usuarios de Telcel ya no tendrán que pagar cargo extra por hacer llamadas fuera de la región donde dieron de alta sus números.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se basa en la reforma constitucional de junio de 2013, por la cual la telecomunicación se declaró servicio público. De acuerdo con el art. 1 del Estatuto Orgánico aprobado en septiembre siguiente, “el Instituto Federal de Telecomunicaciones es un órgano autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que tiene por objeto el desarrollo eficiente de la radiodifusión y las telecomunicaciones. Con el objeto de eliminar eficazmente las barreras a la competencia y la libre concurrencia, continúa, impondrá límites a la concentración nacional y regional de frecuencias, al concesionamiento y a la propiedad cruzada y ordenará la desincorporación de activos, derechos o partes necesarias para asegurar el cumplimiento de estos límites”. Su organización se conforma por el Pleno, un Presidente, un Secretario Técnico del Pleno, Unidades, Direcciones y Coordinaciones Generales. La aparición del IFT ha generado expectativas por su naturaleza autónoma, la forma en que se designa a sus comisionados, su facultad para otorgar y revocar concesiones, así como por su posición frente a las dos empresas dominantes en el mercado nacional de las telecomunicaciones: Televisa y Telmex.
La reforma constitucional incorporó las figuras de must-carry-must offer, que obliga a los proveedores de “televisión de paga” a retransmitir las señales de la TV abierta y pone a éstas de manera gratuita a disposición de otros oferentes.
Dos gigantes de las telecomunicaciones.
El Grupo Televisa es
la mayor sociedad anónima hispanohablante de medios de comunicación y
uno de los principales actores mundiales en el negocio del
entretenimiento. La empresa produce, transmite y distribuye
internacionalmente programas de televisión y de radio, espectáculos
deportivos y entretenimiento en vivo así como películas, tiene señales
TV abierta y de pago, edita revistas, opera un portal de Internet y
participa en la industria de juegos y sorteos.
México encabeza la lista de mayor concentración de medios de comunicación a nivel mundial y es el tercer país con servicios de telecomunicación más caros de la OCDE. Su mercado de telecomunicaciones está dominado por el Grupo Televisa y el Grupo Slim. Televisa es uno de los mayores grupos audiovisuales del mundo, con ingresos brutos para 2013 de $ 4,7 billones de dólares, 460 millones de dólares de ingresos netos y más de 20.000 empleados. Posee cuatro canales de TV abierta y tres grupos de TV de cable. A medias con el grupo español Prisa posee Televisa Radio, propietaria de las cinco cadenas de radio más escuchadas del país. Tiene alianzas dentro y fuera de México que lo convierten en un gigante continental.
A su vez, Teléfonos de México, mejor conocida como Telmex, es una empresa mexicana de telecomunicaciones con sede en el DF. La empresa ofrece productos y servicios de telecomunicaciones en México, Latinoamérica y Estados Unidos, entre los cuales una extensa red de telefonía, televisión por suscripción e Internet. Propiedad de Carlos Slim, el segundo hombre más rico del mundo, tuvo en 2013 ingresos brutos por 9 mil millones de dólares, un beneficio neto de 1,5 mil millones y 54.000 empleados.
El presidente del IFT, Gabriel Contreras, descartó en su conferencia de prensa del viernes 7 que el instituto exija la desinversión de las empresas sancionadas. Esta medida se tomará sólo si los sancionados tienen participaciones cruzadas. Contreras detalló que Televisa será regulado como un grupo conjunto con sus 33 empresas, así como se hizo en telecomunicaciones, al incluir a Grupo Carso e Inbursa junto con Telmex.
En una toma de posición crítica, el pasado martes 11 el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) consideró que “la regulación asimétrica impuesta a Telmex y Telcel excluye la eliminación de cobros diferenciados, si el usuario llama a una red diferente a la suya, lo que es imprescindible para equilibrar el mercado”. Señala que si bien las resoluciones emitidas por el Ifetel representan un importante paso pro-competencia, “entre las omisiones identificadas se destaca que deja sin consideración temas como el de tráfico On-Net y Off-Net por parte de Telmex y Telcel’. Se define como llamada On-Net cuando se llama dentro de la misma red del abonado, en tanto que Off-Net son las llamadas a números de otro operador.
La regulación de Televisa y Telmex representa un severo golpe al poder mafioso acumulado por los gigantes de las telecomunicaciones durante décadas de predominio priísta y una gran oportunidad de inversión para nuevos concurrentes, también procedentes de EE.UU. y Canadá gracias a las facilidades que el Tlcan de 1994 otorga a la circulación de capitales. Al mismo tiempo es parte de la lucha del presidente Peña Nieto por concentrar el poder contra las estructuras corporativas de su propio partido. No obstante, dado que la Ley de Telecomunicaciones de 1995 (modificada en 2012) sólo prevé la garantía de la libre competencia, pero no aumenta sustancialmente los derechos para los medios audiovisuales no comerciales, es previsible que la regulación actual aumente la competencia y debilite a los gigantes, pero no redunde en una ampliación de la democracia mexicana.
México encabeza la lista de mayor concentración de medios de comunicación a nivel mundial y es el tercer país con servicios de telecomunicación más caros de la OCDE. Su mercado de telecomunicaciones está dominado por el Grupo Televisa y el Grupo Slim. Televisa es uno de los mayores grupos audiovisuales del mundo, con ingresos brutos para 2013 de $ 4,7 billones de dólares, 460 millones de dólares de ingresos netos y más de 20.000 empleados. Posee cuatro canales de TV abierta y tres grupos de TV de cable. A medias con el grupo español Prisa posee Televisa Radio, propietaria de las cinco cadenas de radio más escuchadas del país. Tiene alianzas dentro y fuera de México que lo convierten en un gigante continental.
A su vez, Teléfonos de México, mejor conocida como Telmex, es una empresa mexicana de telecomunicaciones con sede en el DF. La empresa ofrece productos y servicios de telecomunicaciones en México, Latinoamérica y Estados Unidos, entre los cuales una extensa red de telefonía, televisión por suscripción e Internet. Propiedad de Carlos Slim, el segundo hombre más rico del mundo, tuvo en 2013 ingresos brutos por 9 mil millones de dólares, un beneficio neto de 1,5 mil millones y 54.000 empleados.
El presidente del IFT, Gabriel Contreras, descartó en su conferencia de prensa del viernes 7 que el instituto exija la desinversión de las empresas sancionadas. Esta medida se tomará sólo si los sancionados tienen participaciones cruzadas. Contreras detalló que Televisa será regulado como un grupo conjunto con sus 33 empresas, así como se hizo en telecomunicaciones, al incluir a Grupo Carso e Inbursa junto con Telmex.
En una toma de posición crítica, el pasado martes 11 el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) consideró que “la regulación asimétrica impuesta a Telmex y Telcel excluye la eliminación de cobros diferenciados, si el usuario llama a una red diferente a la suya, lo que es imprescindible para equilibrar el mercado”. Señala que si bien las resoluciones emitidas por el Ifetel representan un importante paso pro-competencia, “entre las omisiones identificadas se destaca que deja sin consideración temas como el de tráfico On-Net y Off-Net por parte de Telmex y Telcel’. Se define como llamada On-Net cuando se llama dentro de la misma red del abonado, en tanto que Off-Net son las llamadas a números de otro operador.
La regulación de Televisa y Telmex representa un severo golpe al poder mafioso acumulado por los gigantes de las telecomunicaciones durante décadas de predominio priísta y una gran oportunidad de inversión para nuevos concurrentes, también procedentes de EE.UU. y Canadá gracias a las facilidades que el Tlcan de 1994 otorga a la circulación de capitales. Al mismo tiempo es parte de la lucha del presidente Peña Nieto por concentrar el poder contra las estructuras corporativas de su propio partido. No obstante, dado que la Ley de Telecomunicaciones de 1995 (modificada en 2012) sólo prevé la garantía de la libre competencia, pero no aumenta sustancialmente los derechos para los medios audiovisuales no comerciales, es previsible que la regulación actual aumente la competencia y debilite a los gigantes, pero no redunde en una ampliación de la democracia mexicana.
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Eduardo J. Vior